A tiro de piedra: La callada, pero peligrosa, inconformidad en la 4T
Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar
el cadáver de tu enemigo
Proverbio Chino
Por Julian Santiesteban
Morena como partido, por mucho que quiera sostenerse en el discurso, no es diferente a la gama que existe y ha existido en la historia política nacional, pero porque el sistema mismo está hecho para funcionar así; subordinado al presidente en turno y con “virreinatos” estatales en cuyos territorios los gobernadores y gobernadoras son los máximos jerarcas para la asignación de candidaturas. Esa circunstancia ha incubado calladas inconformidades que han dado paso a rupturas y surgimiento de grupos y más partidos. En suma, el peor enemigo del poder está al interior del poder mismo, más que en la oposición. Quintana Roo, evidentemente, no es la excepción.
El ejercicio del poder desgasta, tanto por las expectativas ciudadanas no alcanzadas, como por los yerros cometidos, directa o indirectamente. Ante ello, la lógica indica que, quienes deben acompañar a los gobernantes, deben ser los mejor preparados para cada cargo y con el compromiso suficiente para el desempeño de la tarea. Sin embargo, la máxima de “el poder se ejerce, no se comparte”, tiene que ver con la imposición de voluntad del gobernante, más allá de lo deseado o necesario, que incluye la asignación en cargos públicos sólo a aquellos con los que se tiene compromiso y cercanía. Primer factor de degradación.
Porfirio Muñoz Ledo, compañero de luchas del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, fundador con él de la Cuarta Transformación Republicana, fallecido en julio pasado, advirtió desde 2021 que habría ruptura interna en Morena en el proceso electoral de 2024 y, que la vida efectiva de dicho partido, no pasaría mucho después de ese año. Habrá que ver hasta qué grado los cercanos a Marcelo Ebrard Casaubón trabajan en favor del proyecto presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo y, después de las elecciones, a qué resultados lleva la renovación partidista, pero, en estricto sentido, Muñoz Ledo tuvo razón, aun cuando las motivaciones para sus declaraciones estuvieran fundadas en los desencuentros con el primer mandatario y porque el régimen simplemente lo hizo a un lado. Desde la perspectiva del escribiente, el hoy occiso debió ser considerado, incluso, un guía ideológico del movimiento político que inició. Ya le hará justicia la historia.
Y entonces ¿Por qué el título de esta colaboración? En el proceso electoral federal y los concurrentes en las entidades, habrá más de 20 mil cargos de elección popular y, aunque parecen muchos, los espacios son limitados, considerando la cantidad de aspirantes. Inconformidades habrá, como siempre. Rupturas, probablemente no tantas y, las que haya, es casi seguro que no sean suficientes para poner en riesgo el triunfo de la 4T… por ahora. Pero los ciclos de partidos y regímenes son ahora más cortos, derivado de factores tales como la desconfianza y falta de credibilidad de la ciudadanía para con la clase política. No es dable pensar, en consecuencia, que Morena y aliados duren en el poder los tortuosos años que se perpetuó el Partido Revolucionario Institucional en México (justo a eso se refería Muñoz Ledo).
¿Cuál es el problema para el régimen? Que por muy popular que sea, el ciudadano se cansará más rápido de candidatos “cara bonita”; sin conocimiento suficiente para la administración y la toma de decisiones…y ahora que López Obrador no estará en la boleta electoral, los riesgos de perder son reales, en gubernaturas, diputaciones federales y locales y presidencias municipales. ¿se irán de Morena los no seleccionados? No, simplemente se cruzarán de brazos a esperar las derrotas y mejores tiempos. El reloj está en marcha. “Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”, reza el proverbio chino.
La opinión del escribiente no es única, ni surgida por generación espontánea. La soberbia del poder no es reciente ni atribuible sólo a la 4T y su enorme popularidad actual… pero la historia nos muestra que justamente esa actitud es la que hace perder perspectiva y, a la larga, termina siendo factor de derrotas como las sufridas por el PRI, el PAN y el PRD antes en Quintana Roo… ¿La alternativa? Anteponer el mérito a la lisonja… el trabajo antes que el acuerdo, que los candidatos aporten datos a partir de su trabajo y no sólo que los reciban por “oleadas” como las de 2018.
COMENTARIO MORBOSO
Los “nubarrones” de oposición parecen haberse diluido en el norte de Quintana Roo, aunque aun falta la formalización. Roberto Palazuelos, el actor y empresario, que reveló que es probable que contienda por la presidencia municipal de Benito Juárez, ha lanzado indirectas en sus redes sociales personales que, siempre sí, será la senaduría y no alcaldía. Con eso, el primer respiro de Ana Patricia Peralta de la Peña llegó. Aun así, es una candidata débil, muy débil para intentar reelegirse, pero además, los resultados de procesos electorales indican que los cancunenses no votan por la 4T; de hecho, 6 de cada diez votantes, dicen no votar por los guindas.
Falta solamente saber si Hugo Sánchez, el ex astro del futbol, también buscará a alcaldía. Si en los siguientes días surge la confirmación de la postulación de alguno de estos dos -o los dos- la derrota está a la vista en Cancún; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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