Julian Santiesteban

A tiro de piedra: COVID-19 el clamor empresarial por ayuda

En los momentos de crisis, sólo la imaginación
es más importante que el conocimiento
 Albert Einstein

Por Julian Santiesteban

El empresariado mexicano ha solicitado al presidente, Andrés Manuel López Obrador, estímulos fiscales para enfrentar el impacto económico del Covid-19; luego de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunciara la semana anterior que los generaría a modo de “colchón económico”; pero a inicios de esta semana el mandatario federal los ha descartado, lo que es signo de que no se ha dimensionado el impacto que la crisis tendrá en materia de empleo, y sentando con ello precedente para que, a nivel de las entidades federativas, se nieguen también los apoyos, ante lo cual los escenarios futuros son poco menos que aterradores.

Justo en la colaboración anterior, el escribiente destacaba la enorme necesidad en entidades como Quintana Roo, de resguardar la salud, pero a la vez mantener la actividad turística para que no se desplome; sobre todo ante anuncios hechos por expertos como Gloria Guevara Manzo, CEO del Consejo Mundial de Turismo y ex titular del ramo a nivel nacional, quien ha declaró recientemente que la pérdida de empleos pudiera superar los 140 mil tan sólo en este sector (y 50 millones a nivel mundial).

Ante ello, el diputado presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados federal, Luis Alegre Salazar, anunció que se ha reunido con empresarios y alcaldes de municipios turísticos, ante lo cual solicitará, dijo, solicitará a los gobiernos estatales que se suspendan impuestos y derechos al sector hotelero, entre ellos el aplicado al Hospedaje, el Impuesto Sobre Nómina, y el Derecho de Saneamiento Ambiental. De esta manera, afirmó el legislador, los empresarios podrán mantener su plantilla de trabajadores.

También la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) solicitó a nivel federal la suspensión temporal del Impuesto Sobre la Renta (ISR), tanto el propio de los empresarios como el retenido de sus empleados, la suspensión temporal de actos de fiscalización; establecimiento urgente de estímulos fiscales temporales al empleo e inversión; suspensión temporal del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diesel; mejorar la disponibilidad de la financiación y acceso a créditos por parte de instituciones como Nacional Financiera (NAFINSA) o el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext). Y todo iba muy bien en las solicitudes; hasta que el presidente dijo no.

El país aún no llega a la etapa tres de la pandemia, pero la respuesta a bote pronto del mandatario ha generado preocupación entre el sector privado pues pareciera que tendrán que lidiar solos con las consecuencias del Covid-19, mientras tienen que seguir tributando ante un gobierno que aseguró que ni la pandemia ni los pesares lo afectarían “porque cuando no hay corrupción el dinero alcanza”, dijo López Obrador apenas este fin de semana. ¿Y no será justamente en este escenario que hay que demostrarlo?

Por lo pronto –así como la rifa del avión, sin avión-, el mandatario deberá corregir su negativa, pero sobre todo poner manos en acción mucho antes de que el nivel de atención en materia de salud se incremente, porque la emergencia a nivel económico comenzó hace mucho, y las consecuencias en desempleo y contracción de la productividad pueden llegar a grado catastrófico; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.

P.d. ¿Y la reunión solicitada por los gobernadores panistas con el gabinete económico y el presidente, para cuándo? ¿Y la reunión que el titular de Turismo del país, Miguel Torruco Marqués, para este martes con el gabinete económico y el empresariado del sector, tendrá algún caso si ya dijo el presidente que no hay estímulos? Conste, son preguntas.

COMENTARIO MORBOSO

¿Adiós Refinanciamiento?

En donde la preocupación debe estar a tope es en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) de Quintana Roo, pues apenas el 12 de febrero pasado se realizó la Junta de Aclaraciones para la contratación de uno o más Financiamientos por un poco más de 18 mil millones de pesos, con los bancos interesados en participar en el refinanciamiento de la deuda estatal; pero las condiciones por parte de los bancos pudieran modificarse en cualquier momento.

La titular de esa dependencia, Yohanet Torres Muñoz, comentó al escribiente que, hasta la noche de este lunes, las condiciones bancarias no se han modificado y el interés por parte de las empresas aún continúa, puntualizando que se modificará la convocatoria número 01 para Reestructurar o Refinanciar la Deuda mediante la Licitación Pública, para poder realizar reuniones virtuales y los resultados también poder anunciarlos por la misma vía, en caso de ser necesario.

Ahora bien, no hay que perder de vista que, en la coyuntura en que los ingresos nacionales pueden desplomarse, los recursos federales no llegar y la recaudación propia contraerse, ya sea por la afectación del sector turismo o por incentivos fiscales otorgados, la capacidad del gobierno de responder a las exigencias de la banca, o la modificación de las mismas como medida de protección ante la crisis por parte de las entidades financieras, pudiera generar un retraso en el proceso ya iniciado por el gobierno estatal…y eso evidentemente no es bueno ni deseable, pero una posibilidad real.

Luego entonces, el refinanciamiento de la deuda estatal pudiera sufrir una evidente modificación, como daño colateral del Covid-19, y así surgirán nuevos temas que deberán atenderse y ante lo cual las entidades federativas como Quintana Roo requerirán de la articulación de esfuerzos con el gobierno federal, ¿tampoco habrá apoyo en ese rubro? ¿Pues no que los recursos si alcanzan, dice nuestro honesto presidente? Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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