A TIRO DE PIEDRA: CONGRESO SIN REFORMA
La discusión de la reforma política en Quintana Roo no avanzó, aun y cuando partidos políticos instalaron una “mesa de diálogo” para lograr acuerdos. Al Congreso local le quedan menos de diez días para concluir el actual periodo de sesiones y todo apunta a que será hasta noviembre de 2015 cuando los quintanarroenses conozcamos las reglas con que los actores políticos competirán por la próxima gubernatura, presidencias municipales y diputaciones locales de Quintana Roo.
La Constitución local establece el 31 de mayo como la fecha máxima para concluir el periodo ordinario de sesiones, pero el Congreso local ha programado para el 28 de este mismo mes la última sesión legislativa, y aunque partidos como el del Trabajo (PT) y Acción Nacional (PAN) han planteado la posibilidad de solicitar la aprobación de un periodo extraordinario para “desatorar” la reforma política local, lo cierto es que hasta ahora no se observa posibilidad alguna de que ello ocurra.
Y es que la dinámica del proceso electoral federal actualmente en curso se impuso en la agenda de los diferentes partidos políticos, y aun cuando la mesa de diálogo establecida para la discusión de la reforma se instrumentó para intentar avanzar en los temas, lo cierto es que quedan aun muchos pendientes para poder tener una normatividad local para la competencia en las elecciones.
De acuerdo al presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, Pedro Flota Alcocer, falta no sólo alcanzar los acuerdos en temas como la homologación de elecciones, sino que el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) realice los cuatro foros ciudadanos para recoger las propuestas que se planteen; y aquí cabe apuntar que el órgano comicial local está actualmente en plena transformación y sus nuevos consejeros deberán ser designados como plazo máximo en octubre de este año, lo cual añade otra complicación a la consolidación de la reforma política local.
Así, los 25 diputados locales, que son los que en realidad tienen la responsabilidad de aprobar el nuevo ordenamiento, muy probablemente llegarán hasta noviembre del presente año para aprobar la reforma, apenas unos meses antes de que inicie el proceso electoral local –en febrero de 2016-, para la renovación de todas las autoridades estatales.
Hasta ahora, extraoficialmente los acuerdos que se tienen es que los próximos alcaldes de los diez municipios quintanarroenses durarán en su encargo tan sólo dos años, y muy probablemente también los diputados, pero no entrará en discusión la posibilidad de tener una gubernatura de dos años, como se había planteado y que el PRI ha rechazado, pues al final los tricolores siguen siendo mayoría en el Legislativo quintanarroense.
Muchos otros temas contiene la reforma, reelección, paridad de género, porcentajes mínimos a alcanzar en las votaciones para mantener el registro; pero la homologación de las elecciones es el tema central, porque como se ha expuesto en este espacio, los actores políticos ven en esa acción la posibilidad de hacerse del poder o de perderlo, de ahí que insistan unos en que la elección de gobernador también se homologue, y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se niegue a ello.
De esta manera el periodo ordinario concluirá sin acuerdo reales, y muy probablemente las discusiones llegarán hasta octubre de 2015, y aun cuando se ha señalado que los resultados del proceso federal pudieran incidir en las posturas de los diferentes partidos políticos, lo cierto es que no debe perderse perspectiva en el tema; pues la norma al final será aprobada en el Congreso local, ahí el PRI tiene una aplastante mayoría, tanto por el número de votos como por el desempeño de una oposición desaparecida, que permite a las mayorías de siempre, determinar la normatividad con que se compite por el poder; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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