A tiro de piedra: AMLO, el activo de todas las campañas
Casi todo lo absurdo de nuestra conducta es resultado de
imitar a aquellos a los que no podemos parecernos
Samuel Johnson
Por Julian Santiesteban
Este lunes arrancó la tercera –de ocho- semanas de campaña por la gubernatura de Quintana Roo y también inició formalmente la competencia por las 25 diputaciones del Congreso local y, si algo ha quedado claro en la contienda, además de que se ha caracterizado más por el denuesto que por la propuesta, es que uno de los activos de los que prácticamente todos los aspirantes han echado mano para su discurso es la figura presidencial; si, Andrés Manuel López Obrador y sus programas sociales, lo que implica el reconocimiento a la enorme popularidad del mandatario y su rentabilidad electoral, más que el cuidado de una relación de coordinación futura.
En el caso de Morena y sus aliados resulta obvio que el elemento discursivo central sea la Cuarta Transformación Republicana (4T), el mandatario federal y su política social, bajo ello se han cobijado todos sus abanderados, en las seis entidades federativas que tendrán elecciones el próximo 05 de junio, pero también de manera expresa o tácita, los que se suponen son opositores al régimen han construido propuestas –muchas de ellas, por cierto, como siempre, demasiado ambiciosas como para poder hacerse realidad- que se ofrecen como complementarias de lo que el gobierno mexicano ofrece. Si acaso algún atisbo de crítica existe, es la afirmación de que los apoyos a los diferentes sectores no desaparecerán si se optara por una opción diferente a la coalición “Juntos Hacemos Historia” porque además los recursos utilizados para sostenerlos son públicos; lo cual, en estricto sentido es cierto, pero aun así el mérito político es de quien gobierna, como siempre ocurre. Baste ver la “guerra de espectaculares” en todo el país, en los que cada gobierno “informa” sus acciones.
Y no es que esa apropiación discursiva sea buena o mala, pero en los hechos, representa el reconocimiento de la efectividad de la base electoral construida con base en el asistencialismo, lo cual es sumamente difícil de derrotar, pero además implica el riesgo de que cualquier crítica a la misma, se torne proporcionalmente en pérdida de probabilidades de éxito en las urnas. Luego entonces, más allá de las dirigencias nacionales partidistas, ningún candidato o candidata “osa” tocar al presidente y sus apoyos sociales ni “con el pétalo de una declaración”; por el contrario, centran sus críticas a los candidatos de la 4T pretendiendo alejarlos de la imagen presidencial. “Fulanita no representa los objetivos del presidente”; “sutanito no cumple los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.” En suma, el presidente es bueno y sus candidatos son malos. Lo bueno que son de la oposición, menudo favor terminan haciendo con la promoción indirecta. Tal pareciera que compiten con la premisa de que la lucha está perdida y, lo que obtengan, ya es algo.
Y sí, los programas sociales dan rentabilidad electoral, los políticos no son filántropos, así que no se engañe el lector asumiendo que el asistencialismo existe porque los tomadores de decisiones tienen nobles intenciones y buenos corazones. Al final, intentan obtener y mantener el poder, el acceso a las arcas, el gobierno el mayor tiempo posible, y los opositores intentan lo mismo con los mismos objetivos. Es importante mantenerlo presente, ahora que en Quintana Roo hay proceso electoral en marcha.
Recapitulando, ¿y entonces qué con la explotación de la imagen presidencial? Pues que, al final la clase política se compone de grupos en pugna, diferenciados sólo por siglas y colores, no necesariamente por representar alternativas de mejoría para el elector, pero además, en el caso de Quintana Roo, como en los viejos tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuando representaba una diáspora que alimentaba a la oposición, tres –de cinco- contendientes de la gubernatura, eran hasta finales del 2021, todos integrantes de la 4T, ¿será por eso el apego al presidente? Quedan cinco semanas de competencia, ojalá los sesudos consultores y profesionales gabinetes de marketing político, logren que el elector diferencie la oferta, a partir de la propuesta propia, de los planes y proyectos, y no sólo por un eslogan o el color; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.
COMENTARIO MORBOSO
Los trapitos al sol…
A propósito de las campañas, los viejos vicios en los partidos son lo de siempre; por ejemplo, dos candidatos a diputaciones por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) revelaron al escribiente que la dirigencia del tricolor ya les hizo saber que únicamente les entregará en efectivo el 10 por ciento de las prerrogativas que les corresponden para sus respectivas campañas, pues el resto les será otorgado “en especie”, lo que ha impedido incluso la apertura a tiempo de las cuentas bancarias que deben enterar al Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo). La sospecha, en concreto, es que “alguien” ya encontró la manera de echarse unos pesos a la bolsa, contratando empresas “amigas” para la elaboración de los materiales promocionales. El PRI de siempre.
Y en donde andan también a “puñetazo limpio”, es en Movimiento Auténtico Social (MAS), pues el equipo de difusión de su candidato, Nivardo Mena Villanueva, ha lanzado ataques mediáticos incluso a sus propios candidatos a diputados, lo cual ha ocasionado el alejamiento entre el abanderado y su dirigencia estatal. Si así, prácticamente nula probabilidad de triunfo tiene el originario de Holbox, caminando solo, por su lado y “pateando” a quienes le abrieron la puerta para que pase a la historia, por lo menos, como el primer candidato a la gubernatura originario de Lázaro Cárdenas, ¡pues menos!
Por cierto, ya que de despropósitos se escribe, la fuente nos reveló que, en la plataforma electoral del MAS registrada ante el Ieqroo, don Nivardo se empeñó en incluir proponer la creación de una empresa que otorgue transporte gratuito en todo el estado y para todos los quintanarroenses. Prometer no empobrece, pero ¿se imagina el recurso que se requeriría para mantener semejante ocurrencia? Bien decía Francisco de Quevedo: “Nadie ofrece tanto, como el que no va a cumplir.” Y ahí están los espectaculares con la propuesta, en la entrada de Cancún. Habría que recordar que, ese partido, creación de la habilidosa Cecilia Loría Marín, se está jugando el registro en el actual proceso electoral, ojalá que ponga orden, porque con Nivardo, el MAS; se anda haciendo Menos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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