A tiro de piedra: 650 millones para sargazo

Fácil perdón, frecuente ladrón

Refrán popular

Por Julian Santiesteban

El gobierno de Quintana Roo ha dado las primeras muestras de planeación para la atención del arribo de sargazo a sus costas, preparando la solicitud presupuestal de 650 millones de pesos para 2019 y convocando a 19 países de la región Caribe y Centroamérica para el intercambio de experiencias en el combate a la macroalga; aunque las acciones del siguiente año dependerán de lo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador considere como contingencia ambiental y de que su secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, transmita adecuadamente la urgencia de atender el problema, considerando que la dependencia que encabezará estará asentada en la entidad.

La aun titular del ramo en la entidad, Marisol Vanegas Pérez, reveló que el dinero solicitado servirá para la adquisición de barcazas especiales para recoger la macroalga en el mar y de camiones para su traslado a los sitios de depósito, aunque cabe decir que no especificó si el recurso se ha integrado al presupuesto de 28 mil millones de pesos que espera la entidad como mínimo irreductible, o en los dos mil millones extras que pretenden negociar con el gobierno obradorista para hacer un total de 30 mil millones en 2019.

Ahora bien, considerando que la Secretaría de Turismo (Sectur) ha sido programada para asentarse en Chetumal a partir de 2019, la opinión que el futuro titular del ramo tendrá con respecto a la problemática local será fundamental para la obtención de los recursos, sobre todo porque aun antes de asumir su tarea ha sido un factor de presión constante para que el gobierno de Enrique Peña Nieto que está a punto de concluir, apoye con recursos a la entidad, ante lo cual se espera que la actitud sea similar a partir de que López Obrador se convierta en presidente constitucional a partir del primero de diciembre del presente año.

Las experiencias adquiridas desde 2015, permiten avizorar que el arribo de sargazo, en mayor o menor cantidad, se ha convertido en un fenómeno cíclico, por ello es que el gobierno local ha convocado para próximas fechas a 19 países de la región Caribe y Centroamérica, para el intercambio de experiencias en el manejo de la problemática, lo que permitirá establecer políticas públicas que aminoren el impacto en la actividad turística, aun cuando no pueda preverse la dimensión de arribo que se generará año con año.

Parece nimio, pero las acciones desplegadas en el 2018 y los esfuerzos presupuestales para aminorar el impacto sin que se tuvieran previstas estrategias específicas, permiten dimensionar la importancia de la planeación que se está realizando para 2019, por se pone énfasis también en que será fundamental la visión que tenga el próximo gobierno federal, que es el que aportará los recursos necesarios para llevar a cabo las medidas, considerando que en 2018, el gobierno local tuvo que destinar unos 240 millones de pesos de manera extraordinaria; no basta pues con asentar la Sectur en Chetumal, sino gobernar con visión de futuro.

COMENTARIO MORBOSO

 La reposición del procedimiento que vincularía –o no- a proceso a Roberto Borge Angulo por los diversos delitos que pretenden fincársele, ha puesto de manifiesto un tema de fondo y que no necesariamente tiene que ver con la situación jurídica del ex mandatario, sino de sus colaboradores; los cuales, parecen gozar de mayor tranquilidad que la del aun preso ex gobernador.

¿En dónde está Juan Pablo Guillermo Molina?¿Fernando Escamilla Carrillo? ¿Eliezer Villanueva Lanz? Porque si no se ha documentado la culpabilidad de Roberto Borge Angulo, entonces alguno de estos multi señalados ex funcionarios debe de ser el responsable del desvío de esos once mil millones de pesos que la administración del cambio se comprometió a regresar a las arcas públicas, ¿o no?

Por el contrario, si la situación más grave la enfrenta Borge Angulo, sus subordinados entonces no han aparecido más por vergüenza que por miedo, o de plano porque están disfrutando de lo obtenido en los once años que duraron los gobiernos de Félix González Canto y Roberto Borge.

Pero olvídese el lector de lo mucho o poco que logre de sentencia el ex gobernador, de la tranquilidad o angustia de sus colaboradores, al final a los quintanarroenses no ansiosos de venganza –que no justicia y que son muy pocos, por cierto- lo que debe ocupar es el regreso de los recursos a las arcas, o el actual gobierno deberá ir preparando una muy buena estrategia mediática que explique las razones por las que no se logrará la justicia prometida, ni se tendrán los recursos para contribuir al desarrollo estatal; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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