Julian Santiesteban

A tiro de piedra: ¿4T, o cuatrote?

Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo; 

 no sea que te chamusques a ti mismo 

William Shakespeare

Por Julian Santiesteban 

Las campañas para renovar la Cámara de Diputados federal han arrancado este domingo con inconformidades manifiestas en la mitad del país, es el mayor riesgo para la Cuarta Transformación Republicana (4T), pues en juego está la gobernabilidad para la segunda mitad del régimen, justo cuando deberán consolidar las promesas de cambio que prometieron. Lo malo es sólo la pérdida de control, sino de militantes y simpatizantes que fueron sustituidos por una mezcla de soberbia y miedo; la primera al pensar que la “marca” Morena es suficiente para alcanzar triunfos y, lo segundo, con un utilitarismo puro al seleccionar perfiles políticos “manchados”, en aras de mantener el poder, aderezado todo por una revolución estridente por momentos, pero silenciosa en otros…y a esa es a la que hay que temer el 06 de junio. 

Hasta ahora, la estadística es engañosa, pues diferentes encuestadoras muestran a Morena como favorito en 10 de 15 entidades en que se renovarán gubernaturas, pero los porcentajes de diferencia no son tan amplios como suele ocurrir al inicio de cualquier administración, pero además, si se suman los porcentajes de lo que cada partido aliado aporta al partido principal con el que se alían, en por lo menos la mitad la batalla será bastante cerrada. Son más de 21 mil cargos de elección popular en disputa y, si se considera la conjunción de factores que inciden para la definición del sufragio y que, entre más local la elección, mayor incidencia sobre el elector, entonces la 4T tiene un panorama complicado. Aquí pudiera el elector aducir el dicho aquel de “Sí, pero el PRIAN robó más”, sólo que esa oposición “moralmente derrotada” no está ahora en el Ejecutivo federal y va por todo… existe otro dicho que dimensiona la batalla por los cargos: “Cuídate de quien no tiene nada que perder…” 

Pero el problema más serio para Morena no necesariamente es externo, sino que proviene del nivel interno de ruptura, pues el heterogéneo proyecto que permitió a Andrés Manuel López Obrador llegar a la Presidencia de la República es una conjunción de intereses que lo mismo construyeron hacia arriba, que pueden destruir hacia abajo. Ahora que las candidaturas se han asignado, los órganos internos partidistas y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tienen aún impugnaciones pendientes por resolver, por lo que no será raro que, a mitad de las campañas, sea para gubernaturas, diputaciones federales o locales y presidencias municipales, haya sustituciones de candidatos. ¿Cuánto desgaste puede ocasionar en todo el país esa estrategia? ¿Esta circunstancia es sólo reflejo de intereses no conciliados, son el “enemigo en casa”, o es sólo una mala dirección partidista, complementada con abierta obstinación desde Palacio Nacional? ¿O todo lo anterior? 

Si los regímenes gubernamentales y su piramidal estructura de mando son lo más parecido a las mafias, entonces los enemigos crecen más a partir de los errores internos, pues lo primero de los que se deshacen los líderes es de todos aquellos que les recuerdan su pasado; eso explicaría, hasta ahora, la no reelección de Porfirio Muñoz Ledo. Si no se integra al gabinete, el referente histórico de la izquierda mexicana –insiste el escribiente- será el líder del primer desgajamiento considerable de Morena que migrará a otros partidos políticos. Del centro del país al norte y sureste hay inconformes. Lo mismo en Quintana Roo que en Puebla o Jalisco. Lo mismo en Baja California que en Guerrero. 

Para efectos de lo local, no se trata de una visión reduccionista de pensar de manera aislada en las inconformidades y procesos abiertos por parte de Marybel Villegas Canché o Cristina Torres Gómez; no es que los aspirantes a las alcaldías y diputaciones federales del sur quintanarroense triunfen en sus impugnaciones, el mal ya está hecho. El escribiente no puede afirmar que el objetivo esté logrado, eso se verá a eso de las once de la noche del 06 de junio, cuando las primeras tendencias certeras sobre la elección comiencen a fluir, pero lo que sí afirma es que los “morenos” y sus aliados lucharán en dos frentes: contra sus adversarios de la coalición y partidos de “enfrente” y con el enemigo interno, que suele ser más letal, pues no ataca de frente, sino que desgasta lenta, pero consistentemente; el partido aún puede desandar el camino perdido, depende de eso la durabilidad del régimen; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima. 

Pd. Le deja el escribiente una de sus frases favoritas de El Arte de la Guerra, a propósito de la lucha por la gubernatura en Quintana Roo, para 2022: “Los guerreros victoriosos primero ganan, y luego van a la guerra…” Sun Tzu 

COMENTARIO MORBOSO 

Entre 2021 y 2022, habrá renovación de 21 de las 32 gubernaturas en México; es decir, dos terceras partes de todos los gobiernos locales. De las entidades a renovar gobierno el próximo 06 de junio, 9 de 15 heredan graves problemas de inseguridad; desde delitos de alto impacto a la criminalidad del fuero común, destacan este fin de semana, medios nacionales, esas entidades son: Michoacán, Querétaro, Zacatecas, Nayarit, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Baja California Sur y Baja California. 

Sin embargo, de las 6 que se renovarán en el 2022 (Oaxaca, Colima, Hidalgo, Durango, Aguascalientes y Quintana Roo), la que peores indicadores tiene en materia de seguridad es la capital turística de Latinoamérica, la entidad federativa más importante turísticamente hablando de México, tiene además de una escalada de violencia desde que el gobierno de Carlos Joaquín González inició, una impunidad del 99.3 por ciento. Así que, además de que la criminalidad no se combate en este sureste mexicano, cuando algún delincuente llega a tribunales, tiene el 99.3 por ciento de probabilidades de salir libre. ¿de qué resultados presumen entonces? 

Ah, pero hay un dato, como los poderes del Estado son corresponsables de gobernar, tanto el Poder Judicial del Estado como el Legislativo –junto con el Ejecutivo- “heredarán” un gobierno en peores condiciones de lo que lo recibieron ¿eso es incapacidad, complicidad o ambas? Además de Carlos Joaquín González ¿Antonio León Ruiz y Gustavo Miranda García (hasta ahora, este último) tienen algo que decir? Lo dicho, en Quintana Roo el turismo funciona, a pesar de los gobiernos, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima. 

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