Guillermo Robles Ramírez

Yo también estoy en mi casa

Por Guillermo Robles Ramírez

En las últimas semanas se ha incrementado las quejas de vecinos ruidosos o fiesteros. Un problema que, para la cabecera municipal del país, se empieza a salir de control y bajo el argumento de los ruidosos de estar en su casa y que nadie puede decirles qué hacer dentro de su propiedad o domicilio, parece la justificación suficiente para continuar contaminando el medio auditivo.

Lo anterior me hiso recordar una anécdota de uno de mis hermanos cuando estaba haciendo sus estudios profesionales en la University of California, Riverside; en los Estados Unidos, y en una plática de hermanos me comentaba que en el país de los “güeros”, sí que las leyes eran duras y realmente sí se aplicaban, pero sobre todo no se andaban con rodeos.

Al cuestionarlo del por qué me dijo lo anterior, su respuesta fue; que en alguna ocasión durante la mañana mientras estaba en la regadera de su departamento, empezó a cantar de alegría a grito abierto mientras se bañaba y tras pasando unos minutos llegó una patrulla de policía a su vivienda para advertirle que un vecino se quejó del ruido provocado de su canto, siendo esto una interferencia al derecho de la tranquilidad en su entorno para el quejoso.

Extrañado y al muy clásico mexicano con cierto tono de burla, les contestó a los policías que se encontraba dentro de su casa y que nadie podía decirle qué hacer mientras todo fuera dentro del interior de su departamento.

Los policías estadounidenses, le hicieron saber que estaba en un total error, muy a pesar de encontrarse dentro de sus cuatro paredes, si alguno de sus vecinos cercano a su vivienda era afectado podía ser sancionado conforme a la ley de los Estados Unidos. Por lo pronto ya había sido notificado de advertencia o primer aviso preventivo para dejar de estar haciendo ruido, aunque fuera su propio canto y la próxima se le ordenaría su comparecencia ante la Corte de Riverside.

En aquel tiempo, mientras mi hermano menor era estudiante y recuerdo que mientras me platicaba lo anterior se observaba, extrañado por la acusación injusta y continuaba justificándose dentro de la misma plática que estaba en su casa y que era improcedente e injusto que le llamara la atención una autoridad local.

Por desgracia para aquellos que dan por hecho en México que pueden hacer dentro de su vivienda lo que más les “repeguen” sus ganas, están totalmente equivocados, porque aquí en nuestras tierras aztecas como en las del Tío Sam, el respeto al derecho del tercero o prójimo es sancionado, con la única diferencia de que en los Estados Unidos, sí se ejerce la Ley y en México, solo “dizque” hacemos que la ejecutamos y aplicamos, pero todo queda en buenos y frustrados deseos por falta de actitud y ganas de nuestras autoridades locales o bien, la apatía y flojera de la policía de estar atendiendo a unos borrachos o fiesteros que al final se ponen necios.

Tengo familiares en México, amigos y vecinos que siempre preguntan qué hacer, pues es molesto cuando se tiene a vecinos ruidosos y al momento de reclamarles su conducta la clásica frase es “estoy en mi casa y puedo hacer lo que quiera”.

Equivocadamente se piensa que la vivienda familiar o personal es un lugar de impunidad para violar las leyes, aunque es la clásica, y acostumbrada forma de pensar de nosotros los mexicas.

Hay no solo un mal entender y proceder, sino una desviación y falsa creencia del concepto de hacer lo que quiera o se pegue en gana porque estar dentro de “tu casa” y en todos esos casos la Dirección Local de Ecología o autoridad policíaca puede proceder conforme a la reglamentación y ley.

No porque estés en “tu” casa, puedes golpear impunemente a tu mujer, a la suegra, a los hijos, etc. como tampoco disparar con arma de fuego desde el interior de tu “hogar” hacia afuera porque como se pretende escudar o esconder el delito que se comete con el pretexto de que “estoy en mi casa” y puedo hacer lo que quiera.

Otra cosa es que los elementos de Ecología, cuyos departamentos apenas sobreviven con una secretaria o recepcionista para contestar el teléfono y el jefe, vaya a cumplir con su obligación y atender como lo marca la ley, la y las quejas o inconformidades que hay por esos desordenados y abusivos vecinos.

Así es que todo aquel que pretenda violentar nuestras leyes y reglamentos dizque porque está “dentro de su casa”, está fuera de la razón y de las leyes, como también hace mal aquel o aquellas víctimas de esos vecinos abusivos y ruidosos que no acuden ante las autoridades respectivas para denunciar lo que le afecta y perjudica.

Si, todos los que estemos dentro de nuestro hogar, podemos poner la radio, estéreo, bocinas ambientales, etc., para escuchar música, y alegrarnos el día o la noche, como igualmente para enterarnos de las noticias, o bien ver películas con las modernas bocinas conocidas como teatro en casa, pero bajando los decibeles para el área en donde están los aparatos para no causar molestias ajenas en las personas que buscan y quieren tranquilidad en su propio domicilio que también “están en su casa”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

Deja un comentario