Guillermo Robles Ramírez

¿Y de que murieron los ardidos…?

Por Guillermo Robles Ramírez

El pasado domingo fueron las votaciones para diputados locales en todo Coahuila, para el nuevo cambio de los ahora legisladores electos para el Congreso del Estado de Coahuila, que entrará en funciones a partir del 1 de enero 2021; en donde ahora sí como dicen en el argot político, el PRI se llevó el carro completo.

Para muchos, sobre todo para las otras entidades federativas, extraña la victoria y la incongruente respuesta ciudadana en donde la lógica rebasa más allá de la imaginación y contrario a los pronósticos políticos esperados, puesto que el que gobierna a México, es Andrés Manuel López Obrador, quien le dio el nacimiento al partido Morena y quien en teoría es que deberían de estar ganando ellos, carro completo de las diputaciones, en Coahuila.

Para la próxima cámara de diputados locales, el Congreso del Estado de Coahuila, el partido tricolor llevará mayoría, facilitando esto al Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, a llevar las reformas necesarias y modernas para  que los coahuilenses tengan una verdadera transformación en la economía, educación, salud e infraestructura, así como también retomar algunos programas y proyectos botados por el gobierno federal en donde los funcionarios públicos de Morena, han abandonado a los coahuilenses y les ha quitado el dinero que por derecho nos corresponde de nuestros impuestos.

El abuso de confianza de los demás partidos políticos generó el famoso “ya ganamos”, sin embargo, hubo varios factores que no contaron y que fueron olvidados con distractores absurdos como ha sido la crítica a sus opositores como lo único que ofrecer a la ciudadanía, como lo estuvo haciendo el diputado Marcelo de Jesús Torres Cofiño, representando al PAN, en la actual legislatura del Congreso de Coahuila, en la cual estuvo usando la misma estrategia que López Obrador, en donde él se la pasó nada más criticándolo, así como el Ejecutivo se la ha pasado viviendo en el pasado, culpando y criticando principalmente al PRI, y él ahora la tercera fuerza en Coahuila que es el Partido Acción Nacional.

Pero lo más importante de todo este proceso que se vivió en Coahuila en estas elecciones para diputados locales es la posición de la ciudadanía coahuilense en donde se puede interpretar la descalificación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, haciendo ejercer la libertad política y enmendar el error de emitir un voto de castigo, o con las vísceras e igualmente las consecuencias que puede tener el abstencionismo.

Lo que sí es preocupante es la posición de los coahuilenses que, a la falta de la creencia de los diputados locales, o cualquier funcionario público, es la irresponsabilidad de todos aquellos que fungen en cualquier esfera de gobierno en donde la actitud de indiferente y apática, son conceptos que la ciudadanía no piensa tolerar y más para nuestra entidad para no dejarnos de las falsas promesas.

La victoria para los actuales diputados electos no debe de dejar un buen sabor sabiendo que más del 60 por ciento de los coahuilenses no quisieron ir a votar y tendrán que hacer más que una labor de legislar o hacer leyes, sino tener un verdadero acercamiento con la ciudadanía para cobrar nuevamente su confianza.

Los coahuilenses tienen que sentir nuevamente que sí son escuchados y tomados en cuenta, pero sobre todo que puedan crear las condiciones necesarias para dejar de sobrevivir en una economía informal ante un gobierno federal, centralista y anarquista.

Habrá necesidad que los próximos diputados locales cambien su estilo de trabajar, haciendo una doble labor social para recuperar la confianza del 60.77 por ciento y reafirmar el 39.23 por ciento de quienes sí salieron a votar. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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