Guillermo Robles Ramírez

Una solución muy utópica

Por Guillermo Robles Ramírez

            Nadie ha dicho que sea fácil corregir problemas que están muy erradicadas. Lo estamos viendo en la actualidad en donde se dejó crecer el negocio ilícito del robo de combustible, hasta el grado de convertirse en todo un crimen organizado.

            En cuanto este último punto cabe hacer la aclaración que cuando se menciona crimen organizado, la mentalidad del mexicano viene la idea que se trata de aquellos grupos cuyo negocio proviene del narcotráfico, sin embargo, en esta ocasión no es así ya que se trata de “dizque empresarios” que no tiene nada que ver con el narcotráfico y quieren echarles la culpa a ellos pues es más fácil confundir a la sociedad.

            Pero aprovechando del tema del narcotráfico, siendo la fuente de su origen es el mismo consumismo, es decir, existe una demanda que cubre a millones de adictos a las drogas en donde se encuentra el mercado.

            Ahora sí que, si se trata de averiguar, ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?, en este caso podríamos decir, que la adicción porque de lo contrario no habría negocio; simple formula de economía: ley de oferta y demanda.

            Algunas de las estrategias por parte de nuestras autoridades para combatir al negocio del narcotráfico ha sido el intentar de erradicar de fondo este problema de la adicción a las drogas, que ha matado a millones de jóvenes en México.

            Ha resultado una verdadera misión imposible tanto para el Gobierno Federal y las entidades federativas, pero aún así también para otras instancias gubernamentales encontrados en instituciones de salud, así como la Fiscalía General de la República, mejor conocido a la desaparecida imagen de la Procuraduría General de la República o bien simplemente PGR.

            No hay una coordinación entre todos aquellos involucrados en la lucha contra la adicción de drogas a nivel nacional, es decir, en todos aquellos centros para recluir a los adictos, y un total desconocimiento en los programas

            Los mexicanos ya estamos convencidos que enfrentar a los criminales generadores de la adicción fue una mala estrategia durante años, pues solo en presencia del Ejercito mexicano bajaba radicalmente la violencia generada en las ciudades en la pelea que había entre los carteles, pero eso no significó una baja en el negocio, sino todo lo contrario.

            Sería bueno apostarle atacando con la adicción de millones de jóvenes, así como también de adultos ya que no se trata de un problema de un solo sector y edad entre la población mexicana.

            El Gobierno Federal en coordinación con los gobiernos estatales y municipales, así como la Secretaría de Salud y con el apoyo de la Fiscalía General de la República, deberían de trabajar no solamente juntos sino en sinergia para tener un control perfecto de la rehabilitación de la juventud con esos centros.

            Serían espacios en las que confinarían a pacientes por periodos cortos o largos según el grado de adicción y con el apoyo de médicos especializados de la misma Secretaria de Salud.

            Entre todos los ciudadanos con ayuda de sus diputados que los representen deberían de solidarizarse para que sean el canal correcto de hacer gestiones al Gobierno Federal para así que sea labor del Gobierno Federal la construcción de esos centros, así como también el enviar recursos a las entidades federativas para su propia edificación y gastos de funcionamiento.

            En esos lugares de aislamiento o rehabilitación y para poder atacar a fondo el problema habría que crear talleres de carpintería, plomería, mecánica, albañilería, entre otros más talleres útiles que en la práctica sean oficios funcionales y reales a las necesidades de cualquier comunidad tengan una oportunidad laboral ejerciendo una profesión.

            Una realidad es que la Fiscalía General de la República tiene el control de 32 entidades federativas en donde se encargan en erradicar los conflictos relacionados con las adicciones y las drogas, cada vez que la policía municipal o estatal consignan a jóvenes adictos.

            El problema es que todos aquellos detenidos o bien, más del 90 por ciento de ellos no han permanecido ni 24 horas en prisión porque en sus declaraciones ante los agentes del Ministerio Público o bien Unidad de Atención Inmediata tenían que dejarlos bajo libertad bajo el argumento de los implicados era que se trataba para consumo personal.

            En toda esta idea tan utópica, sería necesario que también tanto Diputados federales y Senadores deberían de diseñar un programa en el que involucraran a los padres de familia para que vigilen estrictamente a los jóvenes y no se desvíen por el mal camino o lado oscuro de las drogas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org