Guillermo Robles Ramírez

Un día que solo ganan el comercio

Por Guillermo Robles Ramírez

            El primer domingo del mes de marzo, es considerado como un día ordinario del que no hay mucho que celebrar. La concientización sobre los valores familiares no cae del cielo por sí solas como lluvia, sino hay que trabajar en ello por medio de una campaña permanente para poder lograr el objetivo de ello.

            Pero como todo en el 2005 cuando se instituyó el Día de la Familia en el país, era algo novedoso y una justificación perfecta para tener un día del año de tregua familiar.

            Instituido por el expresidente de México, Vicente Fox, junto con empresarios, el gobierno federal tuvo la idea de festejar el Día de la Familia en México; cuyo principal objetivo fue para poder mitigar desde el núcleo de la sociedad el combate contra el crimen organizado. Bajo el concepto de fomentar la unión familiar y rescatar los valores familiares sería una de las principales herramientas para desalentar el uso de drogas a temprana edad, así como desmotivar en la participación de las filas de la delincuencia.

            Pero el concepto que se tiene aquí en México sobre el Dia de la Familia en México, es la famosa reunión familiar para poder comer todos juntos, invitando a los no deseados o deseadas dependiendo del caso para compartir los alimentos entre el núcleo familiar. Muchos lo hicieron en sus hogares; otros como se observó el día domingo pasado en los diferentes restaurantes de la localidad, al igual que a nivel nacional.

            Pero realmente se está logrando el objetivo de la conciencia familiar, o bien los únicos que están ganando sobre el Día de la Familia, es el sector empresarial principalmente el comercio restaurantero.

            El domingo fue muy común observar mesas llenas de familias donde, pero a su vez muy distante de la reflexión con respecto al Día de la Familia, es decir, las personas de la tercera edad allá abandonados aislados de toda platica.

            Por otra parte, los jóvenes todos en calidad de bulto ocupados con sus dispositivos inteligentes, y divirtiéndose con las redes sociales, al igual que los padres de familia. Y otros menores de edad como de 4 a 7 años de edad con sus tables viendo caricaturas o películas infantiles.

            Pero lo más triste de todo fue, el ver esas mesas en donde las personas de la tercera edad fueron ignoradas por todos los miembros de las familias mientras éstos simplemente se mecían ligeramente con la vista perdida como si estuvieran soñando despiertos y no faltaba el yerno que le pusiera la mano en el hombro despertándolos con una ligera sacudida. ¿Acaso ese es el verdadero sentido del Día de la Familia en México?

            Muy evidente la respuesta, pero realmente sería muy fácil culpar a la tecnología y modernidad de los papás y mamás que así tienen educados a sus hijos, o bien la flojera de atender a los hijos resultando más fácil asumir como niñeras la tecnología pro simple comodidad e incompetencia de los mismos padres de familia.

            Pero eso haciendo la aclaración que, para solo un sector de la población en México, es decir, aquella clase social media que tiene el recurso para comprar esos dispositivos de tecnología.

            Por otro lado, también existe el sector más vulnerable del país, es decir, aquellas familias que viven en extrema pobreza, donde muchas de las veces todos los integrantes incluyendo a niños y niñas se ven a la necesidad de participar trabajando para ingresar un dinero dentro de sus hogares.

            Esas familias lo único que pudieron celebrar es un ingreso para poder comer literalmente al día, siendo un solo alimento, y eso en el mejor de los casos.

            Tiene que ser una labor conjunta del Gobierno Federal, Estatal y Municipal para que los valores familiares existan durante todo el año, a través de campañas o programas permanentes de lo que es la importancia de la cultura familiar. Así como sus valores, porque es precisamente en el núcleo familiar donde nacen grandes formadores de personas para el bien, o verdaderos caudillos que ingresan a las filas de la delincuencia organizada, convirtiéndose en líderes criminales con un gran resentimiento en contra de la política del país, así como de la misma sociedad.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013; Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org