Guillermo Robles Ramírez

Tacaños extremos

Por Guillermo Robles Ramírez

            Existen muchas personas que tienen dificultades para dormir. También hay diferentes recetas o recomendaciones para conciliar el sueño siendo la lectura la principal recomendación.

            En lo personal veo la televisión y aunque no es recomendado para dormir por considerarse un distractor; lo uso para ver programas que no son del gusto de mi esposa. Por lo general siempre estoy buscando algún canal novedoso o diferente, pero que no sea alguna película.

            Entre esos programas que mi esposa me dice que son para dormir, casualmente vi un canal estadounidense que trataba de un día conviviendo con alguien que lleva al exceso el ahorro, sin importar el impacto social de ser juzgados.       El programa cuenta con más de 4 temporadas terminadas, resultando un éxito entre los televidentes, dicha serie llamada en español “Tacaños Extremos”. Algo característico de este show es que los personajes en su mayoría se tratan de personas de la tercera edad que son capaces de hacer cualquier cosa para ahorrarse hasta el agua de su propia casa para lavar trastes de cocina pidiéndole a sus vecinos permiso de hacerlo en la casa de ellos y de pasadita lavan la vajilla de su vecino como agradecimiento.

            “Tacaños Extremos”, me hace recordar siempre al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como una persona que se comporta como una verdadera persona que lleva el ahorro a niveles realmente al extremo sin importarle el impacto social y económico.

            Declaraciones públicas como el sugerir que sea el director, los doctores, las enfermeras o la misma sociedad, quienes compren el medicamento faltante en las instituciones de salud pública.

            El problema de la escases de medicamento, así como equipamiento en las instituciones del IMSS e ISSSTE en el país, ha sido un tema que lleva más de un año y bajo el argumento de abatir la corrupción con esos ahorros la gente no se explica el cómo antes habiendo corruptelas en estas instituciones la carencia de algunas medicinas siempre se había presentado pero ahora están peor que nunca.

            El cuestionamiento de los mexicanos es, dónde está el dinero y los ahorros que dice el Gobierno federal tener con el cierre de dependencias federales, trabajadores, así como la cancelación de programas sociales. ¿Acaso tiene todo ese dinero debajo del colchón? Al menos ese es el sentir de la gente.

            Una persona tacaña lo explicó el padre del psicoanálisis, Signmud Freud, en la fase anal en la infancia, y bajo esta teoría algunos psicólogos de tiempos contemporáneos canalizan a la explicación de la gente tacaña cuando han tenido algún conflicto durante esta etapa, siempre el niño tiende a vengarse del autoritarismo de los padres reteniendo lo único sobre lo que se tiene poder a esa edad y cuando llegan a una edad adulta no se trata de contener desechos biológicos sino el dinero, los objetos o el afecto.

            Bajo esta teoría hace suponer que Andrés Manuel López Obrador, tiene esta característica de ser una persona tacaña que tiene el poder del dinero que lo controla a su gusto sin importar el impacto social y económico del país.

            En el caso de México podemos observar que este tacañísimo del Gobierno federal en las instituciones de salud pública, es el epicentro de la propagación del coronavirus entre la población de la nación. La falta de equipo, medicamentos y protocolo para detectar y atender a los pacientes con el Covid-19, llevó a que doctores, enfermeras se contagiara y a su vez a los pacientes que asistieron a estas instituciones de salud pública.

            Tan solo en la cabecera municipal de Monclova, Coahuila; a principio de abril ya sumaban 32 trabajadores infectados y uno muerto por coronavirus en el hospital del IMSS, siendo la Clínica 7 del Seguro Social en donde inició el contagio. Y todo porque el Gobierno federal, es decir, en la Administración de López Obrador no quisieron invertir equipo, medicamento y protocolos para cuidar primeramente al personal médico del Covid-19 y luego a los pacientes.

            Ahora bien, lo peor que puede pasar es que alguien se enferme y se vea obligado a tener que asistir a estos centros de salud pública que pertenecen al Gobierno federal, en donde el Gobierno federal se ha visto muy tacaño en su posición para abastecer de medicamentos y equipamiento, así como la contratación de médicos y enfermeras, pero no como empleo temporal sino de base. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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