Sueños guajiros

Por Guillermo Robles Ramírez

Soñar no cuesta, pero es distinto a tener sueños guajiros como ocurre con políticos coahuilenses que no se miden en sus aspiraciones de convertirse en gobernadores de su partido, cuando éste escasamente alcanza a oficializar su registro por su escasa membresía, que por cierto, sus líderes buscan más que el reconocimiento de la autoridad electoral y de la ciudadanía, los recursos económicos que reciben por ser precisamente organismo político siendo ese dinero para apoyo a sus candidatos postulados, aunque sobran los manoteos de sus dirigentes en los recursos públicos que no son otra cosa que impuestos del pueblo en general.

En Coahuila tenemos ejemplos vivientes y uno de ellos es Unidad Democrática de Coahuila, organismo conocido solo en Ciudad Acuña, y escasamente en Piedras Negras y Jiménez, por su cercanía a dicho puerto fronterizo que los visitantes lo ven cada vez más abandonado y olvidado por quienes han tenido la oportunidad de gobernarlo.

Unidad Democrática de Coahuila, para las próximas elecciones, está echando al aire sus sueños guajiros al asegurar, desde antes de llevarse a cabo los comicios que ocupará, la silla del Palacio Rosa.

En las anteriores elecciones, UDC hizo Alianza con el Partido Acción Nacional y se obtuvieron algunas posiciones, aunque el blanquiazul no le dio importancia y muestra de ello es que en aquellos triunfos logrados dentro del esquema de alianza, las plazas y algunas áreas recreativas que fueron pintadas con los colores de blanco y azul, escasamente Acción Nacional se dignó a pintar color naranja uno que otro recipiente para la basura, demostrando con ello que fue mínima la aportación dada por la UDC, por lo que el color naranja que idéntifica a los “udecistas” brilla por su ausencia.

Evaristo Lenin Pérez Rivera, sigue con sus sueños guajiros al gritar a los cuatro vientos y con los pocos que creen en su palabra, que podría llegar a la silla de gobernador, muy a pesar de que las encuestas no lo favorecen y prácticamente la ciudad en donde saben quién es precisamente es en la Ciudad Acuña.

A Pérez Rivera, escasamente se le reconoce su militancia en la UDC, al menos a los eventos que concurre, siendo normalmente identificado como el “hijo del Vale” o sea de Evaristo, su padre, quien obtuvo en vida llena de méritos más que sobrados por lo que hizo en beneficio de los grupos más desanparados que habitaron dicho puerto fronterizo.

Los actuales adeptos de la UDC son herencia del inolvidable Evaristo Pérez Arreola, quien por cierto sigue siendo recordado gratamente por su trabajo a colonias y sectores marginados con las que siempre se identificó y estuvo con ellos.

El joven Evaristo Lenin no tiene en lo personal capital político, pues es más suficiente reconocer que los que “jalan” o “arrastran” simpatizantes es por la participación de viejos udecistas como lo es Brígido Moreno, quien actualmente está como diputado federal para el PT.

Las futuras elecciones mostrarán la real fuerza de Unidad Democrática Coahuilense, ya que se da como un hecho que tendrá serias dificultades para alcanzar la mínima votación para lograr su reconocimiento como partido político, asumiendo de cierto todas las encuestas publicadas en diferentes medios de comunicación y plataformas en el Internet. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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