Solos se ahorcan

Por Guillermo Robles Ramírez

Por más que se pretenda y quiera respetar y darle estricto cumplimiento y aplicación a nuestros reglamentos y leyes, jamás se logrará eso sino hay voluntad y decisión de aquellos funcionarios que todo lo quieren arreglar desde el escritorio y teóricamente con oficios, al menos de que estén envueltos en las violaciones que se denuncian.

Expresamos lo anterior en razón de una irregular situación que se ha presentado en las orillas de Saltillo, como quien va a Monterrey, en las colindancias de una planta de gas que se instaló hace muchísimos años cuando todavía por allá andaban correteando de un lado a otro las liebres y topos. Es más, para visitar esa planta de gas por distintas circunstancias, la gente lo pensaba porque se decía ¨ está fuera de la ciudad ¨.

Pues bien, resulta que contiguo a esa planta de gas precisamente lo que se dice de pared a pared, se construyó viviendas, pese a que la ley de normativas fija y establece claramente que tratándose de una planta de gas no debe construirse nada que esté a menos de cien metros. Esto por seguridad y prevención de cualquier accidente.

Por parte de los propietarios de la gasera denunciaron en su momento los hechos, los oficios van y vienen ante las autoridades de los diferentes niveles gubernamentales para denunciar el permiso que la Dirección de Desarrollo Urbano Municipal dio a los dueños del terreno de lado para construir algo así como una central de servicios varios.

También en su momento la respuesta oficial Directo de Desarrollo Urbano, a través de oficios fue determinante, argumentando que la dependencia otorgó una licencia para la construcción de una barda perimetral, igual para realizar trabajos preliminares de limpieza, movimiento de tierra y compactación.

Una postura tajante por parte de la autoridad local en su año, y no molestándose en verificar en los hechos y terreno, si efectivamente se construye lo que no se autorizó, es decir, que, si bien es cierto que Desarrollo Urbano Municipal dio un permiso para una simple barda y limpieza del terreno, no dándose una asomadita por parte de su director o personal verificador para ver si era cierta o no la denuncia de la gasera o bien si es que no tiene tiempo, mande a uno de sus tantos empleados.

Un argumento más, dizque para dar la licencia de construcción es que, según el funcionario público, la gasera era que una estación de gas solamente se determina cuando tienen un tanque de almacenamiento de 90 mil kilos, ignorando o queriendo fingir no saberlo, que la gasera está calificada oficial y conforme a la ley de normas como una planta por tener un tanque de almacenamiento de 200 mil kilos y que es por ello que desde un principio se instaló a kilómetros de distancia de la zona urbana.

Esta anécdota es la misma historia que se continúa manejando en cada administración municipal a través de los años, algo que aparentemente se puede considerar como cosas que pasaban antes; la verdad de las cosas es que continúan sucediendo en la actualidad.

Esa historia fua la que narré cuando un buen amigo nieto de una de las gaseras más antiguas de la capital de Coahuila, me trató sobre el qué hacer a una situación similar en la que se proyectaba construir una colonia moderna de esas que se conoce como bardeada o cerradas en la que su acceso a ella es por medio de una caseta de vigilancia privada.

Mi mejor consejo fue que hiciera la queja ante las autoridades competentes y que hiciera un expediente y que lo guardara muy bien, para que se ampare el día de mañana cuando sucediera un accidente que nadie está pidiendo que suceda, pero al menos le quitaría un gran peso de encima como la responsabilidad de muertes inocentes y perdidas materiales.

El tiempo me dio la razón y actualmente existe esa colonia cerrada o privada, pero además también hay una bodega departamental a menos metros de la gasera que ya había llegado muchos años antes y que en aquel entonces solo habitaban topos y perritos de la pradera.

No entiendo esas posiciones gubernamentales en las que desde un principio se están denunciando violaciones al plano regulador, para luego después no saber cómo tapar el pozo. Definitivamente que nuestros funcionarios se ahorcan solos, al menos cuando hay en proteger intereses en los que se involucran muchos billetes. Una situación que sucede en la mayoría de las cabeceras municipales de Coahuila. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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