Solo hay justicia de un lado

Por Guillermo Robles Ramírez

En la Encuesta Nacional de Adicciones 2022, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, informa que existen 28 millones 526 mil 833 hombres y mujeres que al menos han fumado alguna vez tabaco, es decir, cigarros normales.

También de ese mismo informe se desprende que niños y niñas entre 5 a 14 años de edad que han consumido tabaco son de 5 millones 863 mil 956 menores de edad, muy a pesar de la prohibición que existe en México en la venta directa a niños y niñas.

Por otro lado, Coahuila figura entre los primeros lugares en donde hay más personas que fuman, aun considerando que en Coahuila entró en vigor la Ley para la Protección de los No Fumadores en el año 2007, sintiéndose los fumadores agredidos en los primeros dos o tres años.

No hay duda que el tabaco sea dañino para la salud comprobado por cientos de estudios científicos, y llegando todos a ellos a la misma conclusión, asegurando que las sustancias que más dañan tanto para quienes fuman, así como para los que están alrededor es la nicotina, monóxido de carbono, alquitrán y amoniaco. El primero es absorbido casi el 90 por ciento, por los pulmones. El segundo es toxico a partir de su combustión del tabaco y el papel. El alquitrán contiene sustancias tóxicas que dañan las células causando el cáncer, además es el que causa la mancha tanto en los dientes, así como en los pulmones porque se trata de un residuo negro y pegajoso. Y por último el amoniaco es el químico más utilizado para la limpieza de baños o manchas difíciles en diferentes superficies.  Por ello el consumo de tabaco es una de las principales causas de muerte y enfermedad en el mundo.

Pero no solo es peligroso para el ser humano sino también daña al medio ambienta ya que en el Día Mundial sin Tabaco 2022, la estadística que arroja la industria tabacalera fue la poda de 600 mil árboles para fabricar cigarrillos; 22,000,000,000 litros de agua utilizados para fabricar cigarrillos y 84 mil toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) emitidas a la atmósfera que aumentan la temperatura del planeta.

Ahora bien para quienes consumen los cigarrillos electrónicos, existe un comunicado emitido por la Secretaría de Salud de México, y notificado por CDC así como de la FDA, éstas últimas siglas de instituciones estadounidenses con un registro de 200 casos documentados de personas con lesión pulmonar en donde se confirma que el aerosol inhalado se encuentra en cantidades mucho menores que en el humo del cigarro, siendo que estos compuestos son volátiles provenientes del calentamiento del líquido y la batería del cigarrillo electrónico.

Aunque hay que decirlo que hasta el momento ninguno de ellos padece de cáncer y también es opcional el consumo de nicotina que es utilizado en el líquido para los cigarros electrónicos.

Todo esto viene al tema ya que en días recientes la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, publicó su reporte de enero del 2021 al mes de junio 2022, confiscaron más de 64 mil 400 vapeadores, mejor conocido como cigarrillos electrónicos, en todo el país. Se suspendieron establecimientos, así como de máquinas expendedoras. Además, rematando la alerta emitida el pasado 19 mayo, a la población en general sobre el daño que causa la inhalación de sustancias tóxicas encontradas en los vapeadores.

Y es aquí en donde siempre he estado en desacuerdo en ese combate tan disparejo por parte de las autoridades sanitarias porque muy a pesar de que el consumo del tabaco es más dañino que los vapeadores, existe esta incongruente lucha contra un producto que no daña tanto como las que hacen las compañías tabacaleras del país. Esa miopía ante estudios en donde se demuestra que mujeres embarazadas que fuman tienen el 33 por ciento de probabilidad de provocar un aborto además de enfermedades al neonato, así como otros efectos nocivos relacionados para quienes están alrededor de un fumador y evidentemente para el que fuma mencionando algunos como la leucemia mieloide aguda, cáncer de páncreas y cuello uterino, diabetes, osteoporosis, disfunción eréctil, entre otros.

Así que ante las diferencias que existe entre ambos productos, y dejando al lector el mejor criterio para determinar cuál de los dos es más dañino, todo apunta a que existen muchos intereses de por medio en un solo sector privado privilegiando a un mercado que tiene más de 500 años dentro de la industria. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México).  www.intersip.org

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