Guillermo Robles Ramírez

Sean o no, hay necesidad de ponerlos

Por Guillermo Robles Ramírez

“Paga el precio por ir rápido y furioso”, un encabezado muy oportuno, pero tampoco el último para los accidentes viales por el exceso de velocidad, lo anterior sucedido en una volcadura en el Boulevard Óscar Flores Tapia. “Usa de pista el bulevar Fundadores, acaba carrera ensartado”, “Horrenda muerta encuentra policía” …en colisión sobre carriles del bulevar Fundadores, “Vuleca conductor con pasajeros a bordo en colonia República…”, todos estos titulares en los principales periódicos de prensa escrita, en la capital de Coahuila, al menos en los recientes cinco días, habiendo muchos más accidentes viales.

El exceso de velocidad es el primer factor que ha causado las lamentables eventualidades porque además de los daños materiales y en muchos de ellos considerados como perdida total, vienen aunado con alguna perdida de vida.

Recuerdo años atrás que muchos grupos coahuilenses afirmaban que los retenes y verificaciones de exceso de velocidad en los principales bulevares, calzadas, avenidas y calles en general, tenían como único fin, ser recaudatorios para las autoridades quienes llevaban acabo este tipo de acciones.

También recuerdo que aquellos quejosos de afirmar que se trataba solo de un fin recaudatorio, nunca fueron para sugerir otras formas o manera de contener ese espíritu de ser un conductor “Rápido y Furioso”, haciendo referencia al titulo en español de la película estadounidense “Fast&Furious”.

Por algunos conductores irresponsables e idiotas, cosa que no estoy generalizando, que se creen intrépidos en el volante manejando a altas velocidades no solo por bulevares, calzadas y arterias en donde existen señalamientos de tráfico advirtiendo los límites de velocidad, zona de peatones, hospitales, reductores de velocidad o bien en zonas escolares que no respetan por la sencilla razón de la ausencia de las autoridades de tránsito y hasta en ocasiones por indiferencia o apatía de las mismas de no hacer respetar el reglamento de tránsito.

En lo personal defiendo la postura de las autoridades municipales y estatales que realizaban retenes o campañas para detener a los amantes de la velocidad, y hablo en pasado porque ya tienen muchos años que no se ha visto no solo en la capital de Coahuila, sino en el resto de los municipios de la Entidad este tipo de retenes aunque en Saltillo, se requieren más por considerarse una cabecera municipal que cuenta con más números de puentes y vías rápidas que no es sinónimo de meterle alta velocidad, pero insisto y persisto, en lo anterior porque de lo contrario cómo poner orden e instituir respeto a nuestras leyes o reglamentos.

Normas que en la actualidad están en una letra muerta que, disculpando la redundancia, si se hicieran respetar se evitaría muchas muertes en donde lamentablemente hay terceras personas que ni culpa tenían por la irresponsabilidad de estos conductores que les gusta la adrenalina de la alta velocidad.

Mientras no exista una mejor opción o propuesta para hacer cumplir las reglas de un buen conductor, hay necesidad de que, quienes piensen que estos tipos de acciones tomadas en el pasado eran considerados como “recaudatorias”, es necesario retomarlas porque cada vez el incremento de accidentes viales sigue en aumento. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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