Ruta del vandalismo

Mucho se habla de la gran crisis por la que está atravesando el país, pero no es algo que se dice, sino también se percibe a simple vista con el cierre de pequeños negocios del primer cuadro de la ciudad en diferentes ciudades del país.

También es notable en el abandono de diminutos locales en algunas tiendas departamentales en donde antes existían negocios como estéticas o aplicación de uñas acrílicas entre otros, pues ya no están y sin previo aviso se encuentran vacíos.

Estos síntomas no es más que algo anda mal en nuestra economía o bien mucho está apretando la nueva reforma fiscal que prefieren cerrar antes que quedarse sin comer.

Un indicador palpable de la falta de empleo, es evidentemente la ociosidad; mal de todos los vicios y trampa mortal para la juventud que ni estudia, no trabaja y tampoco se emplea en algo positivo.

El mejor termómetro para medirlo es el incremento desmedido de un simple acto que para quienes los cometen es una manera de expresión, otros una diversión pero no deja de ser una ruta más del vandalismo.

El graffiti ha sido considerado como uno de los males irremediables de nuestros tiempos. Problema reflejado en todo el país no solo en las principales ciudades sino hasta en comunidades pequeñas en donde al parecer tampoco se han escapado de las garras de la ociosidad provocado por la falta de trabajo.

Situación en donde la incongruencia ante la carencia de dinero para abastecerse de lo básico dentro de los hogares, pero sí se tiene liquidez para comprar un bote de aerosol para pintarrajear una pared porque ya ni nombres o firmas de pandillas ponen. Solo al pasar por su camino se ve en el uso de quien por hacer algo “divertido” simplemente dejó su marca.

Cualquier superficie es buen espacio porque en cualquier ciudad del país el sistema de transporte colectivo, propiedades particulares y hasta monumentos de algún personaje de la historia de México han sido víctimas del graffiti.

Los organismos de la sociedad civil y los organismos empresariales han presentado diversas propuestas que van desde la prohibición de la venta de aerosoles en las ferreteras hasta una penalización severa a los grafiteros.

Las diferentes Cámaras de Comercio del país se han quejado permanentemente que al menos en un 70 por ciento de los negocios comerciales son víctimas del graffiti y añaden que los daños económicos ocasionados son elevados, agravados por la circunstancia de que en la misma semana en que se pinta una barda para eliminarlo, simplemente reaparece el graffiti siendo esto motivo que sobre pasa la burla.

Aunque en diferentes municipios de las entidades estatales han intentado luchar en contra de este vandalismo con programas en donde jóvenes voluntariados acuden los fines de semana a reparar las bardas afectadas por el graffiti o hasta el mismo ayuntamiento se hace cargo con pintura dentro de su presupuesto y con respecto al Congreso de Coahuila haya modificado la ley en donde las multas a los grafiteros se incrementara y castigos corporales van desde un año a los seis años de privación de libertad. Pero la situación ha seguido igual.

Pero sorprender a un joven rayando una pared es difícil; cuando sucede resulta que se trata de menores de edad y por lo mismo no sujetos a los castigos penales. Además de ser sorprendido en acción, debe de tratarse de reincidentes, para poder proceder penalmente en su contra.

El paso del tiempo y el observar las bardas donde se acciona el aerosol ha permitido hacer una distinción. Por un lado se reconoce el “plaqueo” como una acción ilegal que afecta la armonía arquitectónica y la panorámica de las ciudades. Pero no ha podido pasarse por alto, que algunas de las bardas sujetas al aerosol, presentan verdaderos rasgos de obra de arte urbano popular de nuestros tiempos. Esas son las que conservan la denominación de Graffiti. Pero lamentablemente en México todavía estamos muy distantes a estos tipos de obras siendo muy contadas aquellas que sí porque el resto son simplemente rayas que conducen solamente a la ruta del vandalismo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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