Puro maquiladores de leyes

Para la mayoría de la gente las leyes son letra muerta y lo peor es cuando otra gran parte de la población no tiene idea de la existencia de ellas. Solamente aquellas a las cuales se les han dado mayor difusión en los medios, por considerarse controvertidas y escandalosas por los temas, cuando algún diputado busca sus diez minutos de fama para lograr la atención, pero al final con el pasar del tiempo son nuevamente olvidadas.

Un ejemplo de ello en nuestra entidad tenemos la más reciente ley antitaurina, que después de meses en donde el niño ecológico Refugio Sandoval, se quedó con las ganas, al quedar congelada el apartado para la corrida de toros y la pelea de gallos. Su frustración fue tan grande mordiéndose la lengua al gritarles a sus compañeros diputados que se pusieran a trabajar, cuando él no conoce ese concepto al tener su oportunidad en la administración pasada enla Secretaríadel Medio Ambiente del Estado de Coahuila, que por compromisos políticos ahí le inventaron una función para que se entretuviera porque nunca hizo algo a favor de la ecología y ni tampoco asistía a la oficina.

Otra de la ley que sonó mucho pero que cada vez está quedando en el olvido es la ley antitabaco, resumiendo su importancia en separar a los fumadores y no fumadores en edificios públicos e instituciones gubernamentales, obligando a los consumidores de tabaco tener que hacerlo en el exterior y el sector comercio hacer modificaciones estructurales para hacerles un espacio para su clientela fumadora. En un principio después de su vigencia todos se pusieron las pilas para hacer cumplir esta ley, pero con el pasar del tiempo cada vez se ha olvidado de la existencia de dicha obligación.  Para algunos comercios que en apariencia gozan de ciertos privilegios, pero la realidad es que ya no hay inspectores que obliguen el cumplimiento de ésta.

Y precisamente la razón principal del incumplimiento de las leyes es, su carencia de vigilancia lo que hace que los ciudadanos tenga ese sentir de falta de leyes y para otros oportunistas hacer de las suyas porque nunca hay quien les diga nada.

Nuestro país cuenta con suficientes leyes federales, estatales y municipales de las cuales nada más el 15 por ciento son ejecutadas por medio de un inspector para hacer cumplirlas y otro tanto por denuncias anónimas. No hay que confundir aquellas que son denunciados, ya sea por un procedimiento civil, penal o mercantil teniendo  sus propias características.

Una de las más comunes lo vemos a diario en pleno día y a todas horas. Son los dueños de perros que pasean al mejor amigo del hombre sin bozal para aquellas razas consideradas agresivas. También la falta de uso de correa para asegurar de que no reacciones contra un tercero y aquí se incluyen el de todas las razas, pero el más desagradable y muy lejos de la falta de cultura es el control sanitario porque van dejando todas sus “eses” en el camino y sus dueños no son capaces de limpiarlos como lo vemos en otras ciudades del mundo como en Nueva York. Es muy común ver éste tipo situaciones en los fines de semana en nuestra entidad principalmente en los municipios donde se ha implementado rutas recreativas como en Saltillo, Torreón  y Piedras Negras.

Circunstancias como esas y en otras totalmente diferentes que nada más son recordadas cuando algo nos molesta como el exceso de ruido causado por el vecino, la invasión de una cochera particular, etc., hacen pensar a ciudadanos de que no existen leyes; no obstante en nuestro país hay leyes para todo pero que no se hagan cumplir es otra cosa, o que no exista el mecanismo para hacerlas ejercer, es otro tema, es decir, no existen ticket de infracción para esas personas irresponsables de sus perros o una multa que los obligue a tener que pagar, como sucede con los automovilistas cuando se les retira una placa o licencia, ya que resultaría ridículo retener al perro como garantía del pago de la infracción.

Para casi todos por no decir en su totalidad de los diputados en el país les resulta muy fácil hacer leyes, reformas e iniciativas detrás de un escritorio donde viven un mundo de caramelo, olvidándose de la practicidad y logística para hacerse cumplir una vez que son aprobadas. La mayoría de ellas solamente salen por justificar su trabajo, aunque se fusilen una ya existente cambiándole solamente el nombre  y el otro motivo para crear iniciativas, es que son usadas como reflectores para los medios para la imagen política, sin buscar el bienestar de la sociedad.

El problema no es hacer más leyes sino hacer que cumplan las que ya existen, es decir, terminar aquellas que quedaron inclusas o imposibilitadas para ejercerse con los mecanismos indicados no teniendo que improvisar o dejárselo encargado a otra dependencia porque se les olvidó asignarla a una autoridad para hacerse cargo de que se cumpla.

Lo único que está produciendo México son leyes y reformas sin ninguna estructura logística. Tampoco se les asigna un presupuesto porque para hacer que se cumplan cuesta dinero. El país se ha convertido en un maquilador de leyes pero sin objetivos bien planteados llevándonos a una creación de derechos y obligaciones sin resultados. Cuando menos algo se está produciendo en el país aunque queden incompletos formando parte de las muchas letras muertas que son usadas con fines políticos más que beneficios.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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