PERSPECTIVAS DE LA ECONOMÍA MEXICANA

Por su importancia y profundas preocupaciones, insisto en el tema de la economía mexicana, la cual, en este inicio de año, no presenta sus mejores perspectivas.

Por el momento, el factor económico externo más importante para México es la fuerte caída de los precios del petróleo, que han descendido a niveles no observados desde seis años atrás.

El debilitamiento de la moneda mexicana tiene su origen, en gran medida, en la caída de los precios del petróleo y a una apreciación generalizada del dólar americano.

A diferencia de lo sucedido años atrás, en esta ocasión, el choque en el precio del petróleo refleja principalmente determinantes de oferta, incluyendo un importante auge en la producción petrolera de Estados Unidos, iniciado en 2008.

Los expertos esperan que los precios del energético continúen bajos por un tiempo, o incluso tengan niveles aún más bajos. Algunos especialistas consideran que los precios del petróleo relativamente bajos podrían ser una nueva normalidad para la economía mundial en los tiempos por venir.

En este inicio de año, muchos productores dedicados a la extracción no convencional de alto costo, están altamente apalancados, por lo que las inversiones en el sector estarán siendo detenidas.

Con este escenario, la reforma energética de México tendrá que esperar una buena temporada. Existen grandes intereses privados para ganar los espacios de contratación petrolera en México, pero por el momento solo será eso, tratar de ganar contratos, pero las inversiones se realizarán en el momento más adecuado que presente el mercado internacional del petróleo.

El escenario económico externo de México, empañado y sacudido por la debacle de los precios del petróleo, ve en la recuperación de la economía de los Estados Unidos un posible peldaño de donde sostenerse.

El crecimiento anual en los Estados Unidos, el socio comercial mayoritario de México, registrado desde mediados de 2011, ha sido en promedio de alrededor de 2 por ciento. Los datos disponibles para el cuarto trimestre de 2014 y algunos indicadores adelantados sugieren que el impulso es el adecuado para una mejoría en 2015.

Este escenario enfrenta algunos desafíos potenciales. Los principales riesgos a la baja se derivan de la posibilidad de una mayor desaceleración de la economía mundial, particularmente en la zona del euro, Japón y China y su impacto en la economía de los Estados Unidos y por ende en la economía mexicana.

Existen, afortunadamente, indicadores que señalan que la recuperación económica de Estados Unidos podría ganar más fuerza. Ello también podría generar beneficios a importantes sectores mexicanos, como por ejemplo, el impulso a la industria automotriz nacional que se está generando por la baja de los combustibles en el país del norte.

En México no se han registrado bajas en los precios de los combustibles, por lo que el mercado automotriz no tiene expectativas de crecimiento. Por el contrario, en este inicio de año, los mexicanos recibimos un desproporcionado aumento en los precios de los combustibles, por lo que es de esperarse que la confianza de los consumidores y productores nacionales siga estancada.

La expectativa de crecimiento de la economía nacional debe impactar en una real y sana mejoría en el empleo y el salario. Es la única salida posible para incrementar el consumo interno y dinamizar a todas las áreas económicas de este país.

Página Web “Letras Vivas” http://www.letrasvivas.com.mx/

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