Patriotismo o diversión

Por Guillermo Robles Ramírez

“El amor a la patria es para los pueblos lo que el amor de la vida al individuo; la patria forma la vida de las naciones. El amor a la patria fue, en todos los tiempos y países, origen de milagros, de inspiración, de abnegación y de actos heroicos. ¿Podría suceder otra cosa? Los actos son proporcionados a la energía del móvil que los produce. La pasión del hombre a su patria está formada por todas las demás pasiones nobles y desinteresadas de que Dios ha llenado el corazón humano: del amor de sí mismo y del derecho sagrado que gozamos al ocupar nuestro sitio sobre el globo; del amor de la familia, el cual no es más que la patria reducida y grupada en el corazón de los hijos…” Lo anterior es solo un extracto de un libro titulado Poesías Patrióticas Mexicanas”; de Editores Mexicanos Unidos, S.A.

Eso es lo que queda de nuestra celebración del 212 aniversario de la Independencia de México, es decir, en pura poesía, en libros, en declaraciones escolares, discursos políticos, pero ¿en realidad existe todavía ese patriotismo en la sangre de los mexicanos?.

Como si fuera un eslogan publicitario “septiembre, mes de la Patria”, es el único remanente que nos queda porque en la sangre de nuestro antepasado ya no hay nada más que ese espíritu moderno que para sentirnos mexicanos solo basta con gritar en las calles ¡Viva México!, sujetando una bandera que ni siquiera está hecha por la Unión Nacional de Productores Artesanales de nuestro país sino son importaciones chinas o producto pirata.

El protocolo en las escuelas es lo más cercano a lo que antes existía en materia de educación básica como la materia de civismo, que después de un buen tiempo dejó de impartirse regresó en el 2019, para posteriormente integrarse en una sola como Civismo y Humanismo en el presente año. Estas nuevas clases hablan de todo como es el aprender música, lenguas, y la convivencia, pero no menciona nada sobre la enseñanza de patriotismo.

Septiembre el mes de la Patria, pasó a ser simplemente como un tema comercial, un día más para ponerse borracho; un día más en el calendario del sector restaurantero para sacar sus platillos de comida mexicana; un día más para llenar la agenda de días festivos para los antros y sus promociones en donde se tiene que reservar y pasar el famoso “grito” acortándole el resto de la verdadera festividad: Día de la Independencia de México.

Poesías de nuestra Independencia es letra muerta, sin sentido patriótico recordado cada año para desempolvarla solamente algún acto político o cualquier institución educativa. La impresión que se tiene sobre el mes patrio es solo la fiesta, la reunión para tomar alcohol, y los grupos musicales contratados por los diferentes gobiernos estatales y/o autoridades municipales.

El amor de las fiestas patrias es todo aquello que lo relaciona como una parte de la vida social y eso hasta los políticos lo saben, por tal motivo a través de los años han ido modificando las maneras de celebrarlo con los mexicanos en donde, por una parte, su complejidad lo han convertido en todo un circo para evitar los escándalos públicos, por una parte, amortiguar o minimizar los problemas sociales.

Se puede hacer una encuesta sin tanta metodología, con la simple pregunta; ¿y usted qué espera el día del Grito?, y la respuesta obvia será la celebración posterior del día 15 de septiembre después de las 23 horas cuando inicia el Grito de Independencia haciendo sonar las campanas, aunque esto sucedió en realidad a las dos de la madrugada del día 16 de septiembre de 1810.

Su celebración por tradición ha sido por siempre en las plazas principales de cada localidad frente a las instituciones de gobierno, sin importar si se trata municipal, estatal o federal, pero el sentido del patriotismo mexicano por el Día de la Independencia de México, ha perdido su rostro de autenticidad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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