Guillermo Robles

No somos los únicos

Por Guillermo Robles Ramírez

Los “paisanos” llamados así los miembros de familias de origen mexicano radicadas en los Estados Unidos que en diciembre de cada año vienen a su país natal a saludar y pasar las fiestas navideñas y el Año Nuevo con sus allegados; no solo tienen que lidiar con la inseguridad que se viven en nuestro país,  sino también arreglárselas con los policías y agentes de tránsito o viales que los extorsionan al cruzar las entidades que lleva su trayecto y muchos de ellos van hasta Entidades del Sur como Chiapas y Oaxaca.

Han sido estériles los constantes llamados de las autoridades municipales y estatales para no hacer “cobro de paso” que no es otra cosa que chantaje, extorsión, embute o moche que con una serie de pretextos falsos son atemorizados por esos “servidores públicos” y al final de cuentas tanto por temor a que les detengan el vehículo como para no perder tiempo sueltan el dinero exigido abusivamente.

Por la colindancia con los Estados Unidos y por temor a la grave situación que existe en Tamaulipas, los “paisanos” optan por cruzar por Coahuila rumbo a su tierra de origen iniciándose la “pedidera” o extorsión que se convierte en todo un viacrucis, porque no solo los “genízaros” conocidos también como “cuicos” y los “tamarindos” que es equivalente a agentes viales o de tránsito de Coahuila exigen la “cuota de paso”, sino es el principio de lo que se repite por donde pasan estos visitantes como son San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes, Puebla y otras entidades más.

¿Cuánto costó a los “paisanos” su cruce por México?

Hay los que aseguran que solo de “mordidas” desembolsan de entre tres mil quinientos y cinco mil pesos, pero los hay que afirman de seis mil a ocho mil pesos.

La “cuota de paso” se ha extendido, por desgracia, a todos los Estados del país durante diciembre y los jefes superiores de estos corruptos, se desviven diciendo a los medios de información que “…pelao que pida o agarre dinero a los paisanos se les consignará a las autoridades judiciales…” y otras de las comunes amenazas es que será despedido de inmediato.

Ni despido ni tampoco consignación judicial se ha sabido se aplique a esos “pedigüeños”, quienes anteponen el argumento cuando extorsionan que “hay que llevarle su navidad al jefe”.

Esta corruptela lleva entre 20 a 35 años, sin que ningún Alcalde o Gobernador haya conseguido desterrarla, bromeando irónicamente los “paisanos” si son más peligrosos los asaltantes de carretera que es otro de los “tormentos” con el que tienen que lidiar o los policías y agentes de tránsito que los “interceptan” para exigirles documentación vehicular o les “notifican” una infracción “inventada”.

Los medios informativos se desviven por divulgar las “serias” medidas dizque implementadas para “atajar” estas conductas inmorales de sus agentes viales y policías y pese a que niegan que en ese torcido negocio llevan su parte o “moche” los jefes de esos sinvergüenzas, los largos años de esta práctica indican todo lo contrario.

Hay gobernantes locales y estatales que pretenden restar importancia a tanta inmoralidad con la frase de “no somos el único municipio o Estado donde se “sangra” a los paisanos”, lo que es toda una verdad, pero eso no justifica tanta corruptela de la que ya están hartas las mismas comunidades mexicanas, pues no son rateros los niveles inferiores, sino también los mandos de mayor rango. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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