Guillermo Robles

No se deje engañar ante la necesidad

Por Guillermo Robles Ramírez

Siempre habrá mexicanos que muy a pesar de las inclemencias que pase el país, el ingenio o el abuso crea oportunidades para las desgracias de otros. Lo que fue el 2020 no solo marcó a México, sino al mundo de algo que se estuvo anunciando, pero la negligencia de los gobernantes de cada país se hizo de la vista gorda. Fue precisamente la pandemia del Covid-19, que ya se había anunciado desde el año 2019.

En tan solo un corto tiempo se convirtió en la pandemia mortal que golpeó a todas las naciones y rincones del mundo, obligando a los gobernantes de cada nación tomar la medida de tener un confinamiento y aislándose toda la sociedad para salir únicamente para lo más indispensable.

Lo anterior obligó el cierre y la perdida de millones de trabajos que un país como el de nosotros, era demasiado peligroso para el quiebre de miles de familias mexicanas.

Muy a pesar de las declaraciones de las autoridades federales y estatales de salud, del llamado para el cierre obligatorio de miles de comerciantes, tiendas, negocios y fabricas para prevenir el contagio del Covid-19; hubo quienes aprovecharon la oportunidad para hacer caso omiso de ello como fueron las casas de empeño y préstamos.

Para el cierre del año anterior su repunte aumento en donde muchos clientes compraron televisiones de plasmas, y celulares como el artículo más vendido. Pero apenas iniciando el año hubo otros clientes que acudieron a las casas de empeño y préstamo para poder salir adelante en la cuesta de enero 2021.

Aunque en casos como el de Coahuila ya existe una legislación que establece normas y candados para evitar que en las casas de empeño se abuse del cliente que acude a empeñar sus cosas de valor, principalmente luego de la temporada decembrina y la cuesta de enero.

En el resto del país ese tipo de negocios se dedica a explotar a los más pobres, porque ofrecen un préstamo mayor por lo que se está entregando, pero un interés mucho más alto.

Este tipo de negocios están proliferando de manera importante en Coahuila y en el resto de país, obteniendo ganancias mensuales por el valor del objeto empeñado del orden del 6 al 8 por ciento, esto solo en el caso específico de la joyería.

Se trata de negocios que todo el año hacen su agosto, porque ante la desesperación de la gente por contar con dinero, luego de que lo gastaron todo en la navidad, predial entre otros impuestos, estatales y federales, es cuando estas casas de empeño se aprovechan, explotando a la gente como en aquellas viejas tiendas de raya que existían en la época de los hacendatarios.

La mayoría de las ocasiones ya saben los dueños de las casas de empeño que sus dueños ya no van a regresar a pagar o reclamar por aquellas piezas de joyería de las cuales fueron valuadas a muy bajo costo, pero es ahí donde está el negocio jugoso dejándoles grandes ganancias económicas, después de mandar fundir la pieza para poderlas vender a un precio más alto en el mercado.

Aprovechándose de la pobreza e inclusive en muchos de los casos de la ingenuidad de las personas, es como las casas de empeño son negocios con mucha prosperidad.

Tan seguro tienen su mercado que saben que a la gente le llega su aguinaldo, sus ahorros del año, teniendo dinero en las manos siendo fácil gastarlo en cosas que ni siquiera necesitan, y al poco tiempo se les acaba el poder adquisitivo y no tienen más a donde recurrir que a las casas de empeño.

El problema de esos establecimientos es que prácticamente ahorcan a las personas, porque la gente ya no puede recuperar lo empeñado por las altas tasas de interés y eso es lo que aprovechan los dueños de esos negocios.

Hoy en día las personas empeñan de todo, desde un teléfono celular hasta esa televisión de plasma que apenas disfrutaron unos cuantos meses y de la que estaban muy ilusionados.

Es importante mencionar que desde el año 2005 que en Coahuila se cuenta con la ley que regula las casas de empeño, y de acuerdo a la misma en materia de préstamos la legislación local solo autoriza el otorgar préstamos de hasta por 2 mil 500 salarios mínimos.

Así mismo, la legislación establece que ese tipo de negocios no podrá cobrar más del 2.5 por ciento mensual y en lo relacionado al contrato de prenda, esto está regulado por el Código Civil de la entidad. Así que ya lo sabe y no se deje engañar ante la necesidad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

Deja un comentario