Guillermo Robles Ramírez

Ni voz, ni voto Protección Civil

Por Guillermo Robles Ramírez

            El crecimiento de cualquier ciudad siempre será de manera desordenada y hasta sin planificación, es decir, el comercio simplemente crece según las necesidades de la misma comunidad.

            Lo mismo sucede con las viviendas siendo muy común aquellas zonas en los que se consideraban como terrenos alejados y en apariencia en abandono la gente simplemente se establecía en esos lugares y cuando menos se esperaba ya estaban dentro de la mancha urbana.

             Había personas que antes se les conocía como paracaídas por la sencilla razón de que se buscaban lugares desolados en apariencia y construían cuartos de cartón y tablas remachadas con fichas de refrescos o cervezas y en espera que el crecimiento de la ciudad llegara para posteriormente algún alcalde o gobernador regularizaba esos terrenos e incluirlos dentro de la planificación de la ciudad.

            Así como este ejemplo lo mismo con muchos negocios que simplemente se abrían sin ninguna medida de seguridad o mucho menos planificando un estacionamiento para su clientela.

            Existen muchas ciudades en nuestro país que el problema del espacio público es algo que ha pasado a la agenda política, pero a su vez no han podido solucionar ya que también representa un problema de años y sobre todo de gente influyente y/o familias que de alguna manera le dieron crecimiento a esa comunidad.

            La omisión de planificación y así como la vista gorda de muchas autoridades municipales principalmente, y así como estatales siguen permitiendo los favores para evitar la corrección de muchas reglamentaciones que hoy en día ya está comenzando a cobrar la factura de la irresponsabilidad.

            Un ejemplo de ello en el estado de Coahuila de Zaragoza, lo vivió hace aproximadamente 90 años atrás en la cabecera municipal de Torreón, cuando un incendio acabó con el noventa porciento del Mercado Juárez porque los hidrantes públicos ubicados sobre las principales calles estaban secos por su falta de verificación y confiados a que nunca sucedía un incendio de esa magnitud simplemente se abusó de confianza.

            Sin embargo, el incidente no sirvió de lección porque años posteriores sucedió lo mismo, aunque no hubo la perdida como en su primera vez.

            En la capital de Coahuila, ya ha empezado sus focos rojos y tal vez no de manera tan masiva, pero sí tuvo un incendio en el año 2000 en el mercado de Saltillo afectando a más de 250 comerciantes y reportes de intoxicaciones por el humo. Años después se repite en el mismo lugar causando perdidas y poniendo en riesgo la integridad de ciudadanos.

            En este año un negocio de mariscos y una perdida como emblema de la ciudad sufre el incendio la Casa Alameda de Saltillo daño por el fuego. Pero también ha sucedido otros incendios comerciales principalmente de comida.

            Esto es un indicador de que algo está mal y que existe una Protección Civil al que no se le está considerando importancia y relegando dentro de los permisos tanto para nuevos establecimientos comerciales, así como para la regularización de aquellos que tienen años en la ciudad y no se diga aquellos edificios que son considerados como emblemáticos por su registro historial en el crecimiento de la ciudad de Saltillo.

            Existe un reglamento que ha pasado simplemente a ser considerado letra muerta ya que en teoría aquellos planos para futuras construcciones deben de ir autorizado por Protección Civil precisamente para tener contemplado contingencia de incendios, rutas de evacuación, así como los hidrantes y entre una serie de medidas preventivas para la integridad de la gente y los negocios.

            Lo mismo sucede para la planificación de proyectos de colonias y fraccionamientos sobre todo estos últimos en la que el visto bueno por parte de Protección Civil debe de ser considerado sin embargo sucede todo lo contrario.

            La simulación de regularización por parte de Protección Civil, es el tener la señalización de ruta de evacuación, aunque este no sea funcional y la instalación de un extinguidor.

            Antes de que suceda otro incidente como lo que sucedió en Torreón hace 90 años, se le debería no solo de considerar a Protección Civil, sino de darle voz y voto en revisar lo que por años familias y comerciantes piden de favor la omisión de corregir la omisión de seguridad, hacerlo para evitar alguna tragedia que lamentar y no pasar a la historia con una desgracia sino con una gracia de regularización. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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