Guillermo Robles Ramírez

¿Negocio o comodidad?

Por Guillermo Robles Ramírez

Durante varios años reciente he observado matrimonios jóvenes que han tenido la bendición de tener una familia, es decir, un hijo o una hija, pero según el caso el tener su primer primogénito.

No existe duda alguna, que, en una generalidad de estos matrimonios en nuestro país, la mayoría de esos embarazos siempre querrán que sea lo más natural posible.

Pero como siempre dicen, que “el hombre propone y Dios dispone”, siempre existirá un posible riesgo que el parto no sea natural, es decir, que el médico que lo atienda decida a última hora el ser sometido a una cesaría.

Aunque se dice que las cesáreas se realizan por razones de salud, en años recientes el concepto de ello está cambiando ya que se está dejando a libre decisión de la paciente en donde la futura madre está optando cambiar el nacimiento natural del primogénito por la comodidad de la cesaría.

En una breve investigación hecha por la Agencia de Noticias InterSIP de Coahuila, realizó un sondeo en donde revela que, en clínicas particulares, más del 70 por ciento de los partos son cesárea; mientras que en el Seguro Social apenas se rebasa el 40 por ciento.

Entre las causas justificadas por practicar una cesárea son que tanto la madre como el bebé corran peligro de vida, ya sea por alguna complicación como es la desproporción cefalopélvica (pelvis de la madre más chica que el cráneo del producto) o el sufrimiento fetal, empero, también existen aquellas no justificadas donde influye la comodidad de la propia mujer o bien el del médico.

Todo ello ha traído como consecuencia que en los últimos años la práctica de la cesárea se haya incrementado tanto en los hospitales públicos como privados, pero es quizá en estos últimos donde se ha convertido en el instrumento más usado en los alumbramientos.

En Coahuila en uno de sus últimos reportes anuales en donde se llevaron a cabo en sus hospitales el 42.91 por ciento sumando por encima de 25 mil cesáreas desglosándose 56 de ellos entre 10 a 14 años de edad, 3,649 de 15 a 19 años de edad, 7,141 de 20 a 29 años de edad, 6,497 de 25 a 29 años de edad, 4,995 de 30 a 39 años de edad, 2,494 de 35 a 39 años de edad, 621 de 40 a 44 años de edad, 43 de 45ª 49 años de edad, 3 de 50 a 59 años de edad y 8 no especificado, y en el año y del 01 enero al 30 de septiembre se habían realizado un total de 18, 617 cesáreas de 44 mil 665 nacimientos, siendo esta la última información encontrada en la página oficial del INEGI.

Las cifras y porcentajes bastantes diferentes a los que se registran en hospitales privados cuya información sí proporcionaron, pero prefirieron su anonimato, pero siendo ésta la de mayor prestigio por su gran cadena nacional representa un 72 por ciento de sus nacimientos por el método de cesáreas.

Como se puede apreciar son muy disparejas las cifras entre un tipo de hospital y otro, aunque también para ser instituciones de salud pública los porcentajes que manejan son altos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se considera que el porcentaje ideal de cesárea debe oscilar entre el 10 por ciento y el 15 por ciento, aunque éste anda superior al 70 por ciento.

Para las delegaciones en Salud Maternal y Perinatal del IMSS, o bien, como ahora se llame en la no tan nueva Administración de AMLO; se justifica la utilización de una cesárea como causa principalmente cuando se presenta la desproporción cefalopélvica o el sufrimiento fetal agudo, y sobre todo como, indican los especialistas en psicoprofilaxis cuando realmente existe complicaciones que ponen en riesgo la vida de la madre o el producto.

No obstante, tanto los representantes de Salud Pública como quienes están a cargo de cursos psicoprofilácticos han señalado que no siempre los doctores se basan en esas causas para practicar una cesárea, a pesar de los riesgos que su realización trae consigo.

Entre ellos están los que presentan desde el punto de vista anestésico e infeccioso, además de que a veces trae como consecuencia que se tengan rechazos con la lactancia materna y para quienes tiene una en su haber, corren también con el peligro de que en un próximo embarazo o durante el trabajo de parto se presente una ruptura.

Las causas no justificadas son aquellas que están relacionadas con la comodidad de los médicos, los que estructuran su tiempo para así entrar a una hora y salir en otra ajustando sus tiempos para contabilizar más partos, pero dejan sin explicarle a las mamás que pueden dar a luz en forma natural.

Cada quien tendrá su razonamiento o la justificación, es decir, por comodidad del doctor, así como la libre decisión que por derecho tiene una mujer para hacer valer su derecho con respecto a la decisión de su propio cuerpo.

Las cifras revelan que la cesárea se ha convertido en una práctica muy recurrente sin necesidad de tener un motivo de salud o en donde peligre la integridad de la madre, así como el del bebé. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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