Nadie a la hora de defenderlos

Por Guillermo Robles Ramírez

Unos colonos que se quejaron con justa razón porque una constructora en la capital coahuilense realizó una tala de árboles sin aparentemente permiso de las autoridades municipales para poder ampliar el acceso a un fraccionamiento.

Molestos quienes viven alrededor reclamaron a las autoridades de ecología denunciándolos públicamente ante los medios de comunicación, aunque se desconoce si lo hicieron de manera formal. Su petición era la aplicación de una multa, así como la reparación del daño, ya que consideran que forma parte del pulmón de la ciudad de Saltillo.

Este hecho me recordó una denuncia formal que realicé junto con algunos vecinos ya algunos años atrás. Con una gran decepción porque los resultados fueron nulos, puesto que las autoridades locales hicieron todo lo que estaba en sus manos y turnándolo a la Secretaria del Medio Ambiente del Estado de Coahuila, ya que tenían el impedimento legal de poder aplicar un castigo económico o cualquier otro tipo de castigo administrativo, además por la alta gravedad del asunto consideraron que era lo mejor.

Posteriormente de estar navegando en dicha dependencia estatal, se me turnó a la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Coahuila, órgano a quien le corresponde frenar y poner un alto a quien atente en contra de un árbol siendo el titular en el año 2009-2011, José Refugio Sandoval Rodríguez, quien me atendió personalmente sobre las denuncias iniciadas en el año 2009 con el número de denuncia 001 y 170, sobre el maltrato de nogales en la colonia el Fraccionamiento La Rosaleda, cuya construcción de inmuebles realizadas por la constructora no cuidaron los nogales durante la edificación de las viviendas dejándolos enfermos, estresados por la construcción cortando las raíces de alrededor sin respetar los 2 metros de zapata de distancia desde el tronco, y el cambio del riego por inundación que tenían antes.

Recuerdo bien que me recibió el exfuncionario de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Coahuila, en su oficina y molesto, me cuestionó, qué era lo que quería. Una pregunta que nunca le entendí hacia donde iba encaminado y simplemente le respondí que atendiera lo que venía por escrito en la denuncia y volviéndome a hacer la misma pregunta; respondí lo mismo agregándole que hiciera su trabajo, pues, no pedía más o menos. Posteriormente saliendo de su oficina me alcanzó una señorita que laboraba ahí mismo y me dijo con tristeza que mi caso no iba a avanzar mucho, ya que a las constructoras saltillenses les sale más barato pagar una multa de 500 mil pesos o la reparación del daño que era plantar un árbol con un crecimiento no menor a los 2 o 3 metros de alto. Agregando al comentario que eso fue lo que pasó con el caso La Nogalera, también en Saltillo, en donde se encuentra una tienda departamental y la constructora prefirió pagar la multa a tener que cambiar el proyecto de construcción que evidentemente le dejó una millonaria ganancia.

Actualmente, los pocos nogales del Fraccionamiento La Rosaleda, están muriendo y muchos de ellos ya están secos por la falta de riego, ya que es insuficiente el agua que los mismos colonos han intentado regarlos con recursos propios.

Una experiencia que me quedó con un gran sabor amargo en donde ni siquiera las autoridades locales y estatales pudieron hacer nada al respecto, aunque se tratara del nogal que representa, solo en nombre, el símbolo del estado de Coahuila, porque a la hora que se trata de cuidarlos o defenderlos nadie responde.

Así que comparto esta experiencia para los ciudadanos saltillenses que se encuentran molestos por la tala que realizó la constructora en el bulevar Venustiano Carranza, esperando que tengan una mayor suerte que yo. A lo que a mí respecta no vuelvo a perder mi tiempo en hacer ninguna denuncia porque se hacen ojo de hormiga; se echan la culpa de falta de competencia; no tener jurisdicción o facultades legales, y al final nadie hace nada.

Son muchos los intereses económicos que representan algunos de este tipo de viviendas tanto en Torreón como en Saltillo, independientemente de la protección que se les brinda por sus influencias, pero, sobre todo, por las “atenciones” que tienen con quien, y quienes están obligados a defender y detener la desaparición de las pocas áreas verdes o los pulmones, que quedan dentro de las manchas urbanas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México).  www.intersip.org

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