Las entrañas del poder: Minucias del año que se fue

El buen año 2015 dejó a conocidos y desconocidos temas de interés  en el tintero; interrogantes cual rompecabezas de 10 mil piezas, asuntos de cuestionable trato como lo es el consumo, transportación y producción legal de la cannabis sativa, mejor conocida en el bajo y alto mundo como: mota, chabela, hojita de lumbre, juanita, aceite, café, jerez seco y cientos de sobrenombres,  lo más controvertido en este pequeño debate son los solicitantes de dicha licencia: ¡ellos no fuman! ni son consumidores constantes de dicha planta ponedora, pero las autoridades,  se aferran a debatir y proponer reformas y formas de atizar legalmente. ¿Acaso desconocen los medios y lugares donde le queman las patitas al chamuco?

Para dejarles claro los lugares y evitar decir personajes, pueden checar desde escuelas secundarias pasando por oficinas gubernamentales hasta llegar a la catedral o a la presidencia, así que no sean ingenuos y cortos de ideas, ¿se vale o no? Lo digo por la satanización del cigarro, en la ciudad progresista, lugar donde puedes abortar, fumar hierba, apostar en varios templos dedicados a San Birjan, comprar drogas por doquier… ¡no se puede fumar en una cantina!, es de locos tener reglas de esta índole, tratan a la sociedad cual multitud de idiotas, diciéndoles como deben de actuar. Recuerdo perfectamente cuando había ceniceros en los bancos y grifos en la cárcel, vivíamos muy bien.

Me queda claro, después de refinar y consumir un poco de piloncillo bajado con alguna bebida etílica, tener ideas simples, es normal no se puede esperar más. Señores representantes de la autoridad desde un escritorio, me gustaría preguntarles algo muy simple ¿No tienen trabajo?

Ocúpense de temas verdaderos, de interés general, no de unos cuantos. Ya se la respuesta, y recordaré la última encuesta para subir la tarifa del metro: con sólo cuatro mil entrevistados dieron el sí para una ciudad de más de 9 millones de habitantes, y aún no veo el beneficio en el sistema colectivo metro, las escaleras colapsan, los vagoneros, vendedores y locales pululan por todos los pasillos, trenes descompuestos, etcétera.

Otro asunto de interés general y que nos dejó un profundo hueco de amargura es la verdad histórica sobre los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, un crimen sin resolver y sin respuesta de las autoridades correspondientes, con más de 100 detenidos todos confesos aún no sabemos la ¡VERDAD!.

Es un asunto delicado que ha raspado las esferas más altas, con un Murillo Karam al cual sacaron por la puerta trasera, un secretario de gobernación tratando de controlar los daños colaterales, la realidad, no sabe cómo salir ya del embrollo.

En la otra esquina, padres, amigos y familiares marchando día con día en busca de respuestas, no les importa tocar las puertas del infierno o del vaticano, buscan afanosamente dar con el paradero de sus retoños, al precio que sea necesario.

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