Laberintos del Poder: Unos funcionarios se le van; a otros los humilla

Por Emilio Trinidad Zaldivar

Sí miente el Presidente. Dijo días previos a aceptar la renuncia de Javier Jiménez Espriú, que no sabía con precisión sobre el tema, que tenía alguna información pero no del todo clara, sin embargo, la renuncia que le fue entregada y leyó está fechada el 17 de este mes.

Le gusta engañar. Manipular.

Así ha mentido en diversas ocasiones y con distintos temas y no es de esa forma como va a obtener respeto, credibilidad y apoyo, sobre todo cuando requerimos de un gobernante serio, equilibrado, sensato y que se conduzca con verdad y transparencia, en los momentos más oscuros de nuestra historia.

Le gusta enredar, decir una cosa y hacer otra. Sólo en su mundo de fantasías México ha aplanado la curva del virus; sólo en su mundo se ha domado esa pandemia que ha asesinado a más de 40 mil mexicanos. Sólo en su mundo hay menos contagios de los reales. En su mundo de engaños, el respeto de Donald Trump hacia nosotros es colosal, inmejorable, único.

En ese terreno de verdadera ficción en el que se conduce, él sigue creyendo o pretende hacernos creer, que sí es mejor el abrazos, no balazos, pero las bandas de criminales siguen asesinando, secuestrando, tomando vidas. Y hoy, esos delincuentes, se adueñan del territorio nacional a sus anchas. Hasta difunden la clase de armamento y equipos de guerra que han acumulado, financiados por el lucrativo negocio de las drogas, y por quién sabe qué poderosos que quieren ver a nuestro país más humillado.

En su México de cuento, pretende seguir machacando con que estamos ya en la etapa de mejora salarial y recuperación de empleos; esos que en plena crisis generalizada, afirmó que se crearían más de dos millones, de los que se han perdido casi esa misma cantidad.

Miente al afirmar que sus giras de trabajo por diversos estados son para avanzar en sus programas, para iniciar obras y para resolver diferencias con gobernadores que para él son rebeldes.

Sus giras al interior del país, son para promover a su partido y a sus muy probables candidatos a los diversos cargos de elección popular que estarán en disputa en año que viene. No puede perder el control del Congreso ni de estados y municipios. Él ya está en campaña. Siempre lo ha estado.

En el México en el que él se mueve, no hay pobreza. No hay crisis; no hay contagios. Vive en un Palacio. Quizás debió remodelar el Castillo de Chapultepec para desde su imponente estructura y ubicación en lo alto del cerro, pudiera ver a esos pobres compatriotas que por un lado lo adulan y por otro lo aborrecen.

Le gusta el pleito. La confrontación. Es el mejor en ese terreno y se le da la pelea callejera. No le preocupa tener tantos fierros sobre la lumbre ni le importa que sus colaboradores se le vayan enojados, decepcionados de él.

Es engreído, soberbio. Ya lo dijo: o están conmigo o en contra. No hay medias coincidencias.

Primero fue Germán Martínez Cáceres, luego, Carlos Urzúa; le siguieron el titular del Instituto Nacional de Migración, de Aduanas, Subsecretarias y ahora otro secretario, el de Comunicaciones y Transportes.

A Arturo Herrera Gutiérrez, de Hacienda -donde siempre había figurones de las finanzas y la política-, lo trae en calidad de trapo y un día sí y otro también, le da sus arrastradas; lo regaña, lo exhibe en público. Habla de humildad pero se comporta como rey o emperador frente a súbditos y lacayos.

Herrera ha sido humillado, ofendido, ridiculizado, golpeado por el tabasqueño y debilitado ante los demás integrantes del gabinete que hoy lo ven más pequeño que a un jefe de departamento, pero para el Presidente todo es miel sobre hojuelas.

Así es López Obrador, denigra al que se le sale tantito del control total y los hace perder su dignidad personal y profesional, pero eso

Sí, vuelve a engañar diciendo que todos van “re que te bien” y muy contentos.

Miente con su Reforma para Fortalecer el Sistema de Pensiones, porque lo que busca son votos para el seis de junio del año próximo, pero quiere hacer creer que su administración ve por los pobres o marginados.

Se trata en esa tan cacareada propuesta o iniciativa, de las pensiones que tienen como soporte el Sistema de Ahorro para el Retiro, o de las cuentas individuales.

Se le pretende agregar las “pensiones” de adultos mayores, pero eso no es una pensión, es una dádiva, un apoyo en efectivo por parte del gobierno federal a personas de la tercera edad. Por lo tanto engaña. Abusa de la buena fe del mexicano común.

¿Y las verdaderas pensiones que tienen trabajadores por parte del IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE, los gobiernos estatales, universidades públicas o municipios?

¿Seguirá mintiendo?

Repito, él anda en campaña. Así era, así decía cuando buscaba por tercera vez la Presidencia de la República. Ahí se confrontaba verbalmente con el pelirrojo del vecino del norte, y fue de rodillas a dar gracias por tanto insulto, tanto repudio a los latinos y mexicanos.

Ahí, en campaña, decía que castigaría a los corruptos del pasado con todo el peso de la ley, y sabe sus nombres, donde viven y qué hacen, pero mientras nos da atole con el dedo, ellos se pasean de lo lindo con su impunidad a cuestas.

Tenemos en suma hasta hoy, a un Pinocho en la Presidencia.Y las mentiras que nos faltan.

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