La “prole” no habla el mismo idioma

En medio de querer forzar las reformas fiscales y muy a pesar de haber anunciado que el gobierno se “apretará” el cinturón para ahora el próximo 2016, la desconfianza de los mexicanos no mejora sino va empeorando de acuerdo a la nueva encuesta realizada por Pew Research Center en donde las calificaciones negativas hacia el presidente de este país, Enrique Peña Nieto, han aumentado en nueve puntos porcentuales en el último año a 47 por ciento.

A la par sucede lo mismo con el gobierno federal y el Congreso del país. No es para menos cuando la economía de México continúa a su ritmo desacelerado con un crecimiento del PIB del 1 por ciento en el 2013, y menos del 3 por ciento de crecimiento proyectado para el 2014 siendo como insatisfactorio para una gran parte de la población que al final del día son quienes resienten en su bolsillo el impacto negativo sobre la mala toma de decisiones en donde para muchos expertos en la materia de economía opinan que México está a punto de llegar a un 50 por ciento de la población en extrema pobreza aunque esto difiere para quienes analizan las reformas aisladas de otras variables apostándole que tendrán resultado a mediano o largo plazo.

Ese rango de tiempo no lo tienen muchos mexicanos que han pasado sexenios bajo la misma lupa y cuento en donde todos quienes han sido Presidente de la República parece haber descubierto el hilo negro para sacar a nuestro país de la lacerante pobreza en que vive. Cada generación tiene una historia que contar en donde todas se resumen a lo mismo.

El mexicano ya no es aquel indio de hace más de 200 años a inicio de la guerra de la Independencia que se le podía decir una sola causa por su lucha y el cómo solucionarlo.

Ahora el mexicano tiene una lucha peor que antes. La de nosotros mismos en donde el dialogo del gobierno federal o hasta el más sencillo como el de un político nunca será el mismo idioma que el de un civil.

Todos sabemos que cuando se habla de que el gobierno se “aprieta” el cinturón es sinónimo de que a la “people” nos van a joder más. Como una historieta de Robin Hood en donde el Sheriff de Norringham, es decir, Secretaría de Hacienda recaudará más impuestos para que los contribuyentes puedan pagar su monto record de 2.4 billones de pesos para que el Príncipe Juan, o sea Peña Nieto, junto con sus Sir Hiss sus concejales y demás personajes burócratas puedan seguir viviendo con sus lujos y robando de mil maneras.

Bajo el pretexto de apretar el cinturón y con la bandera muy levantada funcionarios de todo nivel tanto locales, municipales, estatales y federales se han encargado de redistribuir los recursos asignados con quienes pueden hacer negocios dejándoles la mayor parte de los dineros para posteriormente decirles al resto de los proveedores el argumento político de que “estamos en un gobierno en abstinencias” mientras por otro lado, las comisiones del 20 por ciento por obra asignada y realizada son la condición para el pronto pago, misma situación que ha generado que dichas obras se les triplique sus costos reales para que deje ganancias para todos.

Este panorama ya se vislumbraba por el mismo sector político y evidentemente los asesores de Enrique Peña Nieto, estaban bien informados a través de sus diferentes recursos humanos y secretarías. Sin embargo, nunca hicieron nada al respecto sino todo lo contrario en donde fuera de lo inexplicable para los mexicanos e injustificable sobre la “casa blanca”, viajes ostentosos al extranjero entre otros más señalamientos hechos públicos, el cuerpo administrativo de la federación en lugar de hacerlo chico lo mantuvo grande a tal grado que en su primer año pidieron un préstamo para pagar los sueldos a los burócratas siendo un endeudamiento que no benefició a ningún mexicano.

Por otro lado, la tan cuestionada cantidad de Diputados, Senadores y Legisladores en donde observadores extranjeros no se explican la justificación del por qué tantos cuando ni siquiera eso sucede en el país considerado como la potencia mundial, es decir, Estados Unidos y no se diga de los sueldos además de otras asignaturas como gastos de representación, salud, viáticos, etc.

Cabe recordar que a finales de enero del 2015 el Secretario de Hacienda anunció un recorte presupuestal de arriba de 124 mil millones de pesos para estabilizar las finanzas públicas y la caída del precio del petróleo más esto no fue un freno para la tan polémica compra millonaria del avión Boeing 787 presidencial y su comitiva. Miles de mexicanos consideraron innecesaria la compra y nos salió caro “José María Morelos y Pavón” en donde no se ha visto reflejada la erogación en alguna inversión del extranjero en nuestro país

Mientras continúen moviendo como ajedrez el dinero como si fuera un juego indeciso y acorralado de donde no sale adelante y si atrás las piezas, la economía de México no va a mejorar así muevan las asignaciones de los recursos y el combate del crimen organizado se fortalezca en la medida que la economía cae.

Datos arrojados en el estudio de Pew Research Center habla de dos tercios de la población mexicana no están satisfechos con la forma en que van las cosas en el México de hoy, esto quiere decir, sin cambios desde el año pasado y en aumento el malestar general. El mismo gobierno federal mejor que nadie sabe que el principal clúster industrial es el mismo gobierno con la reactivación de obras bien etiquetadas para proveedores y prestadores de servicios nacionales, es el mejor camino. Somos mexicanos y no hablamos el mismo idioma entre políticos y la “people” o como diría la hija del presidente la clase “prole”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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