La golondrina

Por Guillermo Robles Ramírez

Cada que tenemos un proceso electoral en Coahuila, aparecen las golondrinas, los redentores, los que toda su vida han vivido fuera de su terruño y que siempre han anhelado a su tierra, pero a la que nunca vienen y la recuerdan solo como al nopal, cuando hay elecciones.

A pocos días de iniciarse el proceso para cambio a Gobernador de Coahuila, empezaron a llegar a la Entidad las eternas golondrinas de siempre.

Al terminar el proceso y no logran nada, regresan de donde vinieron y ni siquiera tienen la sensibilidad de anidar, aunque sea un poco.

En semanas pasadas, llegó el “El Felino” Ricardo Mejía Berdeja, como un servidor público que al llegar a Coahuila no se sabe si es coahuilense o acapulqueño por haber vivido allá por un poco más de diez años y quien viene a visitarnos cada venida de Obispo, aunque son más periódicas las de estos últimos.

Mejía “El tigrillo”, ha dicho a sus amigos y amenazado a sus enemigos, que viene a conquistar a los coahuilenses y afirma tener muchos derechos para pelear y disputar la candidatura para gobernador a Coahuila. Ricardo Mejía Berdeja, después de años y años de no visitarnos, se registró como candidato a gobernador, primero para un partido y luego cambió de rumbo a otro como las veletas del puerto donde práctica el buceo, allá en Acapulco.

La Golondrina, calificativo con el que ya se conoce en Coahuila, inició con el pie izquierdo con su pre campaña para Morena para posteriormente cambiarse de partido al Partido del Trabajo (PT), después de ser exiliado de Morena, y con estos antecedentes lo único que perciben muchos coahuilenses así como está demostrado en las encuestas, que en lugar de contender como candidato a la gobernatura y por sus antecedentes que se encargará de pretender camorra y desestabilizar el proceso para que los coahuilenses voten por él, el próximo 4 de junio, al que va a ser Gobernador de Coahuila, algo que por cierto ha sido muy evidente frente a las transmisiones estatales realizadas en los dos pasados debates en donde predomina la provocación a sus adversarios que propuestas.

De sus 55 años de edad en sus últimos diez años vivió en Guerrero, otros años en la CDMX y sus visitas a Torreón han sido esporádicas y de doctor. No fue apenas meses recientes cuando esta golondrina apareció principalmente en la cabecera municipal de Piedras Negras, y Monclova, en sus “ratos libres”, cuando fungía como subsecretario de la Secretaría de Seguridad Pública.

Muy pocas personas de Torreón se acuerdan de él de donde es originario, ya que lo ubican más como acapulqueño, que como lagunero. Por lo que no hay que quitarle los ojos de encima y cuidar que por una simple golondrina se tenga un proceso desorganizado y desunido. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

Deja un comentario