Por Guillermo Robles Ramírez

            La desesperación del diputado local Marcelo Torres Cofiño, de llamar la atención y/o robar cinco minutos de fama en los medios de comunicación, ha sido muy evidente en el Congreso del Estado de Coahuila. Su manera de trabajar fue más en hacer críticas al Presidente Andrés Manuel López Obrador, que el legislar para los coahuilenses.

            Su estrategia para darse a notar es un claro ejemplo de la deficiente capacidad como funcionario público. Y aunque nunca tuvo cuidado con lo que deseó en esta ocasión se le cumplió el sobresalir en los noticieros locales y nacionales.

            Este fin de semana por diferentes redes sociales se “filtró” un video de la boda del hijo del diputado Marcelo Torres Cofiño, en la cabecera municipal de Torreón.

            No siendo suficientes todas las redes sociales, en donde exhibía la boda de su pequeño querubín, en donde se mostraba una reunión que no respetaba los lineamientos de prevención del Covid-19, establecidos por el Gobierno de Coahuila, el Gobierno Federal, y autoridades locales de salud. Periódicos de la entidad, así como nacionales dieron a conocer la noticia haciéndose famoso el diputado Marcelo Torres Cofiño por participar en un evento masivo.

            Para el diputado si su excusa cobarde se trata de asegurar que no se trataba de él, sino es responsabilidad de su hijo se puede deducir fácilmente que es el reflejo de la educación, ya que como dicen algunas abuelas la educación no se hereda, pero sí se mama en casa.

            El mensaje es muy claro que hubo enseñanzas de egoísmo, estar por encima de la ley, engañar y hasta por que no el sobornar aplicando aquello que popularmente se dice, “con dinero baila el perro”.

            Los coahuilenses tenemos que estar muy al pendiente de este tipo de comportamientos tanto de funcionarios públicos o políticos, así como de su familia, porque al final se trata de la imagen de los principios familiares que estarán representando a nuestra sociedad.

            En el caso de que alguno de estos políticos aspire alguna alcaldía o gobernatura, la familia influye mucho como para hacer o deshacer a su antojo o “valemadrista”.

            Ahí tenemos el ejemplo más claro con López Obrador, su actitud desdeñosa y haciendo como que la Virgen le habla con el escándalo de las imágenes en video de su hermano recibiendo dinero. Y la reciente rescisión de contratos en Pemex de su prima Felipa Guadalupe Obrador Olán.

            No se debe de dejar pasar muy a ligera el comportamiento de familia de políticos y más tratándose de sus hijos o hijas. Y los laguneros tienen que tener presente la gran posibilidad de que en caso de aspiraciones políticas de Marcelo Torres Cofiño, siempre estará por delante las negligencias que haga su familia, y más en esta ocasión en donde no es posible la falta de respeto que se tiene ante el Congreso de Coahuila, cuando se aprueban iniciativas del Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solis, para crear los lineamientos sanitarios para prevenir el contagio del Covid-19 y también para reactivar la economía.

            Mientras que se predica una cosa dentro del Congreso del Estado, en practica hace todo lo contrario, aunque se trate de la responsabilidad de su hijo, pero bien que participó también en ella y mucho menos hiso algo para prevenir la reunión masiva. Y ni qué esperanza el reportarlo, muy a pesar de estar por encima de la ley de salud local y coahuilense. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org