La amenaza terrorista en el centro del debate político en EE.UU.

La Habana, 7 dic (PL) La posibilidad de nuevas acciones terroristas en territorio estadounidense está hoy en el centro de los debates en ese país, días después del tiroteo en San Bernardino, California, que dejó 14 muertos y una veintena de heridos.
Uno de los blancos principales de esta controversia es la estrategia del presidente Barack Obama para combatir al Estado Islámico (EI), grupo que desde hace semanas amenaza con realizar incursiones directas en territorio norteamericano y de otros países aliados.
El tema desató este fin de semana una controversia que presagia una nueva fase en la amenaza global del terrorismo, según el secretario del Departamento de Seguridad Interior, Jeh Johnson, quien anunció un reforzamiento de las medidas de seguridad en el país.
La polémica amenaza con desatar una cacería de brujas y aumentar la vigilancia contra comunidades islámicas que residen en la nación norteña.
En ese sentido, el precandidato republicano a las presidenciales de 2016 Donald Trump exigió tomar medidas represivas contra los familiares de Syed Farook y Tashfeen Malik, los sospechosos del ataque en California, ultimados por la policía, porque según él sus más allegados debían conocer los planes del crimen.
Por otra parte, en una poco usual intervención pública desde la Oficina Oval, Obama prometió anoche que su país enfrentará al terrorismo con la convicción de que los fundamentalistas serán derrotados.
Estas palabras coincidieron con los crecientes cuestionamientos a su estrategia de lucha contra el EI, basada en la campaña aérea que Washington y sus aliados iniciaron en agosto de 2014 en suelo iraquí y que expandieron en septiembre de ese año a territorio sirio, sin permiso de las autoridades de Damasco.
Al respecto, el senador y precandidato republicano Marco Rubio, en el programa Face the Nation de la cadena CNN sugirió ayer la necesidad de incrementar la presencia de tropas terrestres como complemento indispensable de la guerra aérea.
Sin embargo, señaló que el grueso de esas unidades deberían proporcionarlas los aliados de Washington en la región.
Este senador por Florida acusó a Obama de debilitar las capacidades de las agencias de espionaje estadounidenses para obtener datos que ayuden a evitar las acciones como la de este miércoles en Carlifornia.
Por su parte, el exgobernador por Florida y también aspirante a la jefatura de la Casa Blanca Jeb Bush, dijo el domingo a la cadena ABC que el país necesita una estrategia más firme para enfrentar la guerra declarada por el EI.
Bush lamentó el supuesto exceso de precaución del Pentágono en la dirección de los bombardeos contra los fundamentalistas en Siria e Iraq, debido al temor por posibles bajas civiles, lo que según él impide lanzar las bombas necesarias para cumplir las misiones combativas.
Entretanto, el diario The New York Times recordó ayer que el 25 de noviembre, víspera del Día de Acción de Gracias, Obama garantizó a los estadounidenses que no había ningún indicio específico y creíble de inteligencia sobre un complot extremista en territorio norteamericano.
Sin embargo, siete días después tuvo lugar el ataque terrorista más letal en Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, sobre el cual los servicios de inteligencia no tenían ninguna información, señaló el rotativo.
Expertos advierten que la masacre en San Bernardino se incorporó al debate político con vista a las presidenciales de noviembre de 2016 y puede impactar la dinámica del último año del mandatario en la Casa Blanca, en momentos en que los republicanos le exigen una postura más fuerte contra el EI.
El jueves el senador del partido rojo Lindsey Graham presentó una propuesta de Autorización del Uso de la Fuerza Militar que daría a Obama todas las opciones de empleo del poderío bélico para combatir a los fundamentalistas y a la vez pide el envío de unos 10 mil efectivos de las fuerzas terrestres a Iraq y Siria.
Al respecto, el jefe de la Casa Blanca reiteró en los últimos meses su oposición al despliegue masivo de tropas de combate al Medio Oriente y se limitó a autorizar el traslado allí de 50 efectivos de fuerzas especiales a territorio sirio, contra la voluntad del Gobierno de ese país, y otro centenar a Iraq.
De cualquier manera, esta semana se vaticinan fuertes enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Congreso sobre este asunto y otros de similar importancia, en los pocos días que faltan para que los legisladores inicien su prolongado receso navideño.

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