Guillermo Robles

La alegría, debe de ir acompañado con la ciencia

Por Guillermo Robles Ramírez

Las elecciones recientes en nuestra entidad pudieron haber opacado un poco una lucha que desde 1991, el color rosa y un listón se convirtió en el símbolo más importante para la mujer. Me refiero al Día Internacional del Cáncer de Mama en donde es recordado cada 19 de octubre. Un listón color rosa utilizado por primera vez cuando la fundación Susan G. Komen, los regaló a sus participantes en la Carrera de Nueva York.

Y muy a pesar de que hay una fecha en especial se ha hecho costumbre que durante todo el mes de octubre se esté haciendo esta cultura de sensibilización para esta enfermedad silenciosa, es decir, el cáncer de mama.

Estas campañas se intensifican por parte de organismos, instituciones privadas y también de gobierno, así como de organizaciones internacionales y en nuestro país desde el año 2006 se registró como la primera causa de muerte entre la población femenina de 25 años.

El Instituto Nacional de Geografía y Estadística, revela que entre el año 2010 y 2018, aumentó la muerte relacionado con el cáncer, y/o tumores malignos, de 70, 240 a 85,754, es decir, un aumento de 15,514. Y desde el año 2000 su aumento de mortandad sobre el mismo padecimiento aumentó a un 20 por ciento.

Nuestro país tiene un serio problema y mucho que reflexionar primeramente por la sociedad del sector femenino, ya que tabaquismo, la ingesta de alcohol, alimentos calóricos, bebidas azucaras, el sedentarismo y falta de ejercicio son tan solo el 30 por ciento de las variables asociadas con el cáncer en la mujer de acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología.

Es por esta razón que se le da más importancia a esta enfermedad en las mujeres que a los varones y no es una cuestión de marcar diferencias, sino se trata de un problema de salud pública que hay que atender.

Su propósito de campañas publicitarias y programas gubernamentales para la prevención de ésta, es la sensibilización sobre el cáncer de mama. Sobre éste último punto a manera personal considero que esta sensibilidad sobre el cáncer de mama no tiene que ser exclusivo de octubre sino de todos los meses del año al igual que cualquier otro tipo de enfermedad cancerosa, ya que los pacientes quienes lo padecen tienen que luchar diariamente con esta enfermedad terminal comenzando por ellos mismos emocionalmente desde la aceptación.

Por otro lado, falta mucho por hacer en cuanto a la culturalización de ésta enfermedad no solo para el paciente sino también para familiares y la misma sociedad en donde se les tiene que enseñar a no sentir lástima para aquellos que padecen cáncer.

Hay que aprender a similar que se trata de una enfermedad terminal más no que los maten en vida por la incomprensión y desconocimiento del problema del cáncer o sus consecuencias colaterales causados por los medicamentos para controlar la enfermedad.

Los Estados Unidos se preocupa más que México por el estado de salud de sus ciudadanos. Temas como la obesidad, el cáncer, el sida, la artritis, el autismo, la infertilidad, el estrés y muchos otros males, son parte del lenguaje coloquial de esta población norteamericana. Con una frecuencia hipocondríaca, los medios de comunicación abordan los preocupantes índices de prevalencia de enfermedades en las personas.

En México, la cultura de la prevención no llega a estos extremos de angustia, pero el uso de los conocimientos ajenos y la muy buena aplicación de los especialistas mexicanos, han logrado hacer de la salud de los mexicanos un tema que muchos envidiarían.

Aquí podemos vivir con estrés y un nivel de vida inferior al de los estadounidenses, pero vaya que somos más felices. Nuestras costumbres y tradiciones hacen de los mexicanos, un entregado a la experiencia de las emociones y sentimientos; algo mucho más apegado al espíritu del ser humano y creemos que esta puede ser una de las mejores medicinas que usamos, es decir, la alegría de nuestra gente.

Pero siempre es bueno acompañar esa alegría con la ayuda del conocimiento de la ciencia y sobre todo la prevención como la mejor herramienta para empezar a bajar esos índices que conforme pasan los años van incrementando y no es por la falta de campañas publicitarias de salud pública locales y estales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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