Guillermo Robles

Inseguro para conductores, peatones y ciclistas

Por Guillermo Robles Ramírez

            El exceso de velocidad y el no hacer caso al rojo de los semáforos en los cruceros de las calles de las ciudades de Coahuila, está causando la muerte de inocentes de la irresponsabilidad de sus mamás, papás y otros familiares por no respetar dos fundamentales obligaciones vehiculares como es bajar la velocidad de sus unidades motrices y no respetar la luz roja.

            Aunque estaré de acuerdo que en algunas cabeceras municipales es más recurrente esta falta de la administración del Reglamento de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad; casualmente son aquellos municipios de mayor población en donde se observa la ausencia de este departamento de seguridad municipal, en especifico la policía de tránsito.

            Antes los accidentes de mayor peligrosidad en donde incluso la vida se ha perdido eran los fines de semana. Pero cada vez se observa que lo misma da en viernes, sábado o domingo que entre semana.

            La capital de Coahuila, he sido testigo innumerable veces no solo la ausencia de la policía de transito en los principales sectores de la ciudad, sino también la apatía de estos agentes que los mismos ciudadanos los retan pasándose los semáforos en rojo o manejando a alta velocidad hasta el grado de rebasarlos sin que estos hagan nada al respecto.

            Para gente conocedora, la única forma de que se respeten los señalamientos de los semáforos, al igual que la reducción de velocidad, es aplicando sin contemplaciones las sanciones económicas que marca el Reglamento de Tránsito de cada municipio y de ser posible, endurecer la medida con mayores multas económicas.

            Coahuila no sería la primera entidad que lo hiciera, pues ya en nuestros vecinos de Nuevo León, se endurecieron las sanciones económicas en la gran mayoría de sus artículos, aunque en lo principal figuran los abusos al no respetar el alto obligatorio en los cruceros en donde se marca esa medida, en el exceso de velocidad, en violaciones a la luz roja de los semáforos, el conducir en estado de embriaguez y otras violaciones más.

            Por lo pronto, podemos decirle que Nuevo León ya marcó multas económicas ejemplares para aquellos conductores que se atrevan a conducir no solo en determinado nivel de embriaguez, sino con aliento alcohólico.

            Conocedores aseveran que si en México queremos tener comunidades ordenadas y con mayor participación ciudadana para tener ciudades con calidad para vivir, no hay de otra más que aplicar la macana o sea multar por las violaciones que se cometan, advirtiendo que no se trata de soltar infracciones por doquier, no solo aplicándolas, sino cobrarlas en verdad sea su pago con dinero o servicio social en instituciones públicas que bien pueden ser escuelas, iglesias, etc. y que consistiría en labores de limpieza, como instructoras en grupos escolares sea para deporte, lectura, etc.

            Ejemplos los tenemos, al menos Coahuila, que está tan cerca de los Estados Unidos y como Entidad fronteriza, estamos acostumbrados ciertos sectores a visitar frecuentemente Eagle Pass, por el lado de Piedras Negras o Del Río, por Ciudad Acuña, Coahuila.

            Una situación en la que casualmente cuando los conductores coahuilenses cruzan el charco, sucede que se enciende de manera automática el chip del buen conductor y respetando la velocidad mínima y máxima, así como todos los señalamientos viales porque se sabe que los agentes estadounidenses que cuidan el orden del tráfico, no se andan con rodeos para aplicar las sanciones ante cualquier falta administrativa del reglamento de tránsito.

            Es una tristeza como los mexicanos faltan al respeto a las autoridades de tránsito en la que son ninguneados, y también es lamentable que cada vez los coahuilenses se están deshumanizando y acostumbrando al leer cada vez más seguido los accidentes viales en donde la imprudencia de alta velocidad y respeto a los señalamientos mueren personas inocentes. Tanto sociedad como autoridades locales están perdiendo esta sensibilidad hacia los demás.

            Hay que recordar que el concepto de seguridad no solo abarca evitar el robo común, o aquellos delitos del crimen organizado sino también es el velar la seguridad de los conductores, peatones y ciclistas. Sería todo un récord y algo sin precedente que la capital de Coahuila fuera una de las mejores ciudades para manejar, así como la de Cuernavaca, Toluca y Querétaro.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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