Claudio Montaño

HERRAR ES DE HERREROS, ERRAR ES DE HUMANOS

“La incapacidad para tolerar la ambigüedad es la raíz de todas las neurosis.”

Sigmund Freud

Hace un par de semanas, en medio de la pandemia cerca del día numero 60, compartí en mi muro de Facebook una publicación donde aparecía Don Ramón, un personaje del programa “El Chavo del 8”, en una pose ridícula y hacia mención de cómo se veía un adulto en la red social Tik Tok. En un comentario a esta publicación, mi prima Mariana, argumentó en contra, me cuestionaba como podía pensar eso y llamar así a un gran porcentaje de los beneficiarios de mi trabajo (los adolescentes). Le expliqué que la intención compartir esa imagen era mostrar como nos ven los jóvenes al invadir una red social que estaba pensada para ellos y que últimamente se ha visto inundada de adultos haciendo las acciones mas descabelladas para cumplir con los “retos” Tik Tok.

Realicé una pequeña encuesta donde preguntaba a los jóvenes a los que tengo acceso en las redes sociales y los resultados me sorprendieron:

De un total de 636 participantes, en un intervalo de edad de 12 a 18 años, el 97% cursaban la educación secundaria. Las tres redes sociales preferidas de mayo a menor frecuencia son Facebook, Instagram y Tik Tok. El 50.7% señala a Tik Tok como una red social enfocada para los jóvenes seguida de Facebook y Snapchat.

De los encuestados, el 60.3% tiene cuenta en Tik Tok y sin embargo el 76% declara no haber publicado en dicha red social.

Lo mas interesante de la encuesta es que el 64% acepta la solicitud de amistad de sus padres en las redes sociales, al 66.4% le gusta que sus papas reaccionen a sus publicaciones y al 78.5% le agrada ser etiquetado por sus familiares en fotografías.

El análisis que obtuve de todo lo anterior, es que al momento de compartir la publicación a la que hacia referencia al inicio, estaba en un estado de neurosis que me hizo exagerar y juzgar a los demás por algo que en estos momentos puede constituir una válvula de escape.

Dice Norman Vincent Peale “Vive la vida y olvida tu edad”, y en medio de este confinamiento, el estrés, la angustia, el miedo, la falta de contacto humano, la limitación de nuestras actividades y el sedentario lo que han hecho es generar un efecto de envejecimiento en nuestro pensamiento.

Los jóvenes parecen haberse adaptado mejor al encierro y han encontrado en un ambiente digital, que no tiene que ver con saber hacer los deberes, el escape perfecto y la interconexión con otras personas diferentes a su familia, encontrar cierto equilibrio que les permita convivir con relativa calma, por el contrario los adultos encontrados en las redes sociales el desfogue a nuestras frustraciones, ya sea atacando al gobierno o a todos aquellos con los que podemos iniciar un conflicto, una confrontación que culmine en desahogo de nuestras emociones contenidas.

Claro que los jóvenes requieren su espacio, que era lo que trataba de decir en la publicación, pero todo lo anterior me enseña que los jóvenes son los que deben reclamar su espacio y no tener el espacio que los adultos queremos darles. Para esto es fundamental establecer dos puntos de partida, primero el adulto que aprende a escuchar sin juzgar y, segundo permitir a los niños, niñas y jóvenes exigir sus espacios de forma responsable e informada.

Para ir concluyendo tengo que aceptar algo: me equivoqué. Sí, me equivoque al emitir un juicio, sin aplicar la empatía o identificar el contexto (el contexto siempre es importante) y Teo que a este mundo llegamos a equivocarnos, porque no hay otra forma de aprendizaje que nos lleve a obtener un aprendizaje tan significativo que no pueda conducir a la felicidad. Después de todo en la ciencia no hay errores, los científicos les llamamos experiencias.

“Cuando culpamos a otra persona, estamos siendo irresponsables de nuestros actos.” Facundo Cabral

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1 thought on “HERRAR ES DE HERREROS, ERRAR ES DE HUMANOS”

  • Me gustó dice cosas muy ciertas que hoy en día es nuestra realidad con los jóvenes y en éste encierro las redes sociales están siendo su línea de desahogo para olvidar lo que pasa en su entorno social (familia)..