¿Hacía a dónde vamos con esta pandemia?

Por Arom Leamsi.

La situación en curso que se está viviendo en el mundo en general, y en México en particular, nos lleva inexorablemente a una situación de profunda meditación y reflexión, y en ella habrá que evaluar la situación en la que nos encontramos, sin perder de vista que hubo quienes nos arrastraron hasta el camino que nos ha traído hasta aquí.

Es muy preocupante ver cómo todavía hay quienes ponen la economía al nivel de la vida, y a mi juicio, a estas alturas y por el grado de desgaste en que nos encontramos, ya no debería caber la menor duda de que el modelo económico que nos trajo a este callejón sin salida, hay que repensarlo para desecharlo. Jamás debió haberse puesto el nivel de la vida al nivel de los mercados, al nivel de los negocios.

Frente a este falso dilema, no se puede conceder un solo milímetro y pensar que esto se pueda poner a discusión, esto es totalmente inaceptable, nada puede estar por encima de la vida, y mucho menos de la vida humana. Dentro de ciertos límites, se puede entender que no sea fácil abandonar el modelo económico que nos condujo a vivir en modo de sobrevivencia: todos habíamos dependido exclusivamente de ese modelo, nos guste o no. ¿Cómo es posible que un precio del petróleo a – $40 USD por barril ponga a temblar al mundo entero? Algo está mal en ese modelo, y eso es lo que hay que repensar.

El objetivo de cualquier encargado de dirigir los destinos de nuestro nación, es por mandato constitucional (y siempre debió y debe seguir siendo), encontrar un modelo económico que ponga la vida de los mexicanos por encima del nivel de los intereses puramente económicos de fortunas de extraños enemigos. De continuar con la ruta del modelo neoliberal, muy pronto nos estaremos preguntando ¿cuál es el sentido de la vida humana en un mundo dónde lo primordial es la acumulación de capital?

“Los males llegan volando y se alejan renqueando.”

VOLTAIRE

A nadie debería extrañar que debido al estado tan lamentable de nuestra economía —que nos heredaron administraciones pasadas, cualquier movimiento que se hiciera en cualquiera de las esferas de la administración pública, tendría pocas posibilidades de que  las cosas  salieran bien. La situación de la pandemia mundial, sin lugar a dudas, sorprendió fuera de lugar a la actual administración federal. Después de 35 años de privatizaciones y desmantelamiento de la infraestructura de salud pública y equipamiento hospitalario ¿Qué se podíamos esperar en materia de salud pública? ¿Milagros?

Desde luego que hay culpables de este debacle, pero no es momento de señalarlos para estigmatizarlos. Pero tenemos que reconocer que hoy, debido a esas políticas del pasado, tenemos un sistema médico totalmente colapsado, y en este desastre los primeros afectados han sido los médicos, pero sobre todo, los que tienen la vocación de servicio y han permanecido fieles a su juramento hipocrático. Estos héroes, a pesar de estar mal pagados, han permanecido en el sistema de salud pública por convicción, lo mismo hay que decir de las enfermeras y todo el personal del área de la salud.

Es una verdad que los hospitales carecen de equipamiento para cumplir sus funciones. También es cierto que el gobierno se ha equivocado en muchas cosas, pero también sabemos que no podemos fiarnos de las estadísticas, las cifras se han sub-reportado y politizado. Existe la duda razonable para considerar que las medidas no se tomaron a tiempo, pero en descargo del gobierno, hay que mencionar que lo mismo ha sucedido en todo el mundo ¿Qué país estaba preparado para enfrentar esta pandemia? ¿Recuerdan el fracaso y la gran equivocación con el N1H1 de Felipe Calderón? Es de sabios reconocer los errores, hay que señalarlos y no olvidarnos, de ellos algo aprenderemos, sin embargo, eso no significa que debemos tolerar la corrupción. ¿Cómo explicar que en el sexenio de Vicente Fox se hayan inaugurado 300 hospitales que estaban en obra negra? ¿Cómo se explica que un equipo de respiradores, mismo modelo y misma marca, se consiga con un precio en el mercado, mientras que en el IMSS del estado de Hidalgo 3 veces más caro y en el de México a un sobre precio 5 veces mayor? Los mexicanos ya deberíamos haber entendido que el virus que más daños nos está haciendo, es el de la corrupción, y para ese virus, la vacuna está en nuestras manos.

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