Es mayor el ingreso por “mordidas”

Por Guillermo Robles Ramírez

La ciudad capital coahuilense, Saltillo, cuenta con un agrupamiento policiaco municipal aproximadamente de mil doscientos elementos, de los que la mitad descansa una vez terminado su turno y el otro 50 por ciento cumple con su servicio diario.

Se estima que alrededor de 300 policías se destinan a la vigilancia de cruceros por diferentes partes de la ciudad, mientras que al resto lo destinan para la vigilancia de los diversos sectores.

Se estima que en Saltillo existe un poco más de un millón 200 de población, con un promedio de 370 mil vehículos y considerando el número de habitantes, así como de unidades de transporte; en verdad, son pocos los policías para las distintas áreas, pero también debemos tomar en cuenta que su rendimiento es muy limitado y reducido.

Por ejemplo, diariamente se “producen” o levantan 220 infracciones por diferentes faltas al reglamento de tránsito o vialidad. Eso significa que los policías de vialidad no levantan tan siquiera una infracción diaria, por elemento lo que, en honor a la verdad, es demasiado poco o casi nada, tomando en cuenta que los conductores capitalinos coahuilenses no cantan mal las rancheras tratándose de violar las leyes de tránsito o vialidad.

Saltillo, en lo personal, la considero una ciudad desordenada hablando de vialidad. Porque los conductores se estacionan en sentido contrario, sea avenida, calle, bulevar o periférico, en doble sentido, arriba de las banquetas peatonales, se pasan los rojos de los semáforos, exceso de velocidad, encima de las rayas o cajones peatonales, ocupan las paradas oficiales para autobuses de pasajeros urbanos, son muchos los que no portan licencia, tarjeta de circulación o placas de circulación. Además de todo esto, no respetan generalmente las zonas escolares y el paso peatonal siempre está invadida como si no existieran, teniendo los saltillenses que cruzar las calles entre los vehículos.

Total que hay violaciones al reglamento de tránsito para que se surta cada uno de los agentes de vialidad, por lo que en realidad es poco el rendimiento diario de cada uno de los policías, lo que quiere decir que no sudan la camiseta o que es mayor el ingreso de las mordidas que las infracciones a pagarse en la tesorería local.

Un alcalde saltillense de años atrás, cuando le comenté que eran pocas las infracciones que se levantaban diariamente, me aclaró y justificó ese bajo rendimiento, diciéndome “la policía no es recaudatoria, es para mantener el orden de la ciudad”.

Puede que tenga o no razón ese ahora expresidente Municipal, pero el caso es que Saltillo está lleno de infracciones y es un hecho que, si a los infractores no les importa tener una ciudad desordenada, tampoco a las autoridades locales.

Bajo esas circunstancias, si no cambiamos, dudo que logremos tener la ciudad más ordenada y moderna del mundo cada vez que es anunciado por un alcalde en turno y más en su primer año de inicio, o segundo y tercero.

No hay que olvidar que la vialidad no se trata solamente de tener un rápido acceso, calles anchas, o avenidas, así como periféricos, si no es el mantener el orden, y respeto al Reglamento de Tránsito Municipal para evitar los congestionamientos, así como accidentes viales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org

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