Enfrentar el hambre y la pobreza: retos de la Cumbre de la Celac

La Habana (PL) Pobreza, hambre y desigualdades son desafíos que debe enfrentar la región latinoamericana y caribeña, de manera unida y cohesionada, en un contexto mundial cada vez más globalizado e inmerso en una crisis económica con fuertes impactos sociales.

Hacia ahí mirarán los Jefes de Estado y de Gobierno de las 33 naciones integrantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuando ellos -o sus representantes- se sienten a debatir acerca de esos temas durante la II Cumbre del organismo regional, que tendrá lugar en esta capital el 28 y 29 de este mes de enero.

Los mandatarios irán en busca de soluciones conjuntas ※y particularizadas※ a estas problemáticas que afectan a una región extendida entre el río Bravo y la Patagonia, y poblada por más de 500 millones de personas.

Una zona poseedora de numerosos atractivos turísticos, la mayor diversidad biológica, más del 30 por ciento de las reservas de agua dulce y la quinta parte del petróleo del mundo, pero que, paradójicamente, perfila como la más desigual del planeta.

Según el anuario estadístico elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región concluyó 2013 con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,6 por ciento.

Un menor dinamismo de la demanda externa, mayor volatilidad financiera internacional y una caída en el consumo fueron los factores que incidieron en un desempeño económico más modesto, aseguraron los expertos.

En tanto, en ese período la tasa de desempleo se mantuvo prácticamente estable, en 6,3 por ciento, frente a 6,4 en el año precedente.

La inflación, por su parte, se mantuvo en niveles menores a cinco puntos porcentuales en la mayor parte de las naciones.

Ante un panorama de menor inflación, de desaceleración del crecimiento económico y de inestabilidad financiera, numerosos países aplicaron políticas moderadamente contracíclicas dirigidas a sostener la demanda interna y a enfrentar la volatilidad financiera internacional.

En este entorno, informes de la Cepal dan cuenta de que el número de latinoamericanos en situación de pobreza en 2013 ascendió a unos 164 millones de personas (27,9 por ciento de la población).

De ellos, 68 millones se encuentran en la extrema pobreza o indigencia, cifra que constituye el 11,5 por ciento de los habitantes de la región.

En términos absolutos, la pobreza se mantuvo estable en 2013 con respecto a 2012, cuando los pobres también sumaron 164 millones de personas, aunque bajó levemente (en 0,3 puntos) el porcentaje de la población que se encuentra en esta situación.

En cambio, los indigentes, que en 2012 totalizaron 66 millones, subieron a 68 millones en 2013 (un aumento de 0,2 puntos porcentuales).

Expertos de la Cepal afirmaron que estos resultados están estrechamente relacionados con el desempeño macroeconómico de la región.

En tanto, remarcaron, el aumento en la indigencia ha sido causado, esencialmente, por el incremento del costo de los alimentos por encima de la inflación general.

El organismo regional prevé que para 2014 las economías latinoamericanas y caribeñas anotarán una expansión de 3,2 por ciento.

Espera que un entorno externo moderadamente más favorable contribuya a aumentar la demanda externa y, por lo tanto, las exportaciones de la región.

Asimismo, pronostica que el consumo privado continuará expandiéndose, aunque a tasas inferiores que en períodos anteriores, mientras se mantiene el desafío de aumentar la inversión en la región.

A juicio de la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, el escenario de la economía mundial en 2014 le plantea a América Latina y el Caribe oportunidades y amenazas.

Entre las oportunidades mencionó un aumento en el comercio internacional y la posibilidad de aprovechar las depreciaciones cambiarias que se están dando para asegurar cambios sostenidos de los precios relativos.

Entre las amenazas que la región deberá enfrentar, dijo, se encuentran una persistente volatilidad en la economía global y un mayor costo del financiamiento externo, así como un menor aporte del consumo al crecimiento del PIB y un deterioro de la cuenta corriente regional.

De acuerdo con la Cepal, el desafío principal para los gobiernos de América Latina y el Caribe es fomentar pactos sociales para la inversión que estimulen la productividad e impulsen un crecimiento con igualdad.

En opinión de Bárcena, «el ciclo económico de América Latina y el Caribe está llegando a su límite» y se requiere ahora de Estados sólidos para evitar que se evaporen los progresos de la última década.

Alertó de que el débil crecimiento de la economía global puede crear dificultades a las principales economías emergentes y, en especial, a todos los países de América Latina y el Caribe.

La funcionaria explicó que aunque la economía del área «crece más que la media mundial», aún no basta para superar «una deuda histórica impresionante», que se expresa en «la peor distribución del ingreso del mundo», con muy bajas tasas de inversión y de ahorro.

«Somos la región más desigual del mundo. No la más pobre, pero sí la más desigual», recién apuntó Bárcena, quien argumentó que la zona latinoamericana y caribeña es rica en recursos naturales, pero tiene una escasa gobernanza sobre ellos en cuanto a propiedad y distribución se refiere.

En la XIII Conferencia de ministros y jefes de Planificación celebrada a finales de noviembre pasado en Brasil, la funcionaria resaltó que en las últimas dos décadas la región ha mostrado una evolución favorable en materia de crecimiento, creación de empleos y reducción de la pobreza.

Sin embargo, dijo, la heterogeneidad estructural y las brechas del desarrollo que subyacen a la profunda desigualdad social de América Latina y el Caribe continúan presentes, y el nivel de inversión pública y privada no da pie a un desarrollo sostenible y acelerado.

De ahí que en 2014 la región tiene el reto de transformar el crecimiento observado en los últimos años en un proceso duradero e incluyente, fortalecer la integración regional, elevar las tasas de inversión y la productividad, y buscar una mayor inserción en la escena internacional.

Estos son desafíos que tiene ante sí la Celac, organismo constituido en 2011 en Caracas, un suceso considerado como el más importante de la región y que tuvo su primera cumbre el pasado año en Santiago de Chile, donde Cuba asumió la presidencia pro témpore, la cual traspasa este año a Costa Rica.

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