Guillermo Robles

En efecto los pobres son primero

Por Guillermo Robles Ramírez

Una promesa no cumplida, el desabasto en medicamento más grande de todos los tiempos, una carencia de reglas e información, omisiones, y ocurrencias ha sido el resultado de la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, conocido como el Insabi; ante la eliminación del Seguro Popular.

            Transcurrido hace más de un año de la nueva reforma del gobierno lopezobradorista a la Ley General de Salud y la eliminación del Seguro Popular, desde el año del 2002 ya había iniciado como un programa piloto, siendo su aprobación en 2003 a la Ley General de Salud.

            Un Seguro Popular que en definitiva arrancó con muchas deficiencias.  Mismas que se fueron corrigiendo con el paso del tiempo, logrando aumentar la inversión pública en el sector salud.

            Un beneficio para aquellas y aquellos mexicanos que a la falta de ser derechohabiente del IMSS o ISSSTE, por cualquier motivo, razón o circunstancia que fuera, estos ciudadanos tenían una oportunidad de tener un derecho a la atención médica, sin que le generara una erogación fuerte de sus bolsillos o imposible para poder pagar los gastos generados ante una emergencia de salud.

            Un Seguro Popular, que nació pensando en reducir el gasto o erogación de los bolsillos de miles de familias mexiquenses y poder acabar con los gastos catastróficos de familias que han podido representar para hacer frente ante la carecía de enfrentar gastos médicos.

            Una campaña política constante son las ruedas de prensa del Ejecutivo, mejor conocido como las mañaneras que en lugar de informar objetivamente solo ha representado una tribuna para mentir, desinformar y confundir a la sociedad mexicana, siendo lo peor de esto que utiliza espacios transmitidos en televisión que pagamos con nuestros impuestos.

            Acusaciones de corrupción sin fundamentos, comprobación y sin una averiguación previa conforme a Derecho, fue la justificación para eliminar el Seguro Popular. Un programa estructurado y que beneficiaba a mucha gente que con pruebas publicadas en algunos periódicos atestiguan mexicanos el calvario que viven sin el Seguro Popular.

            Un ejemplo de ello es una madre soltera de un niño de cuatro meses de nombre Sharon Rodríguez, en la capital de Coahuila, que ante la desesperación de no tener más dinero para hacer frente a su bebe internado en el Hospital del Niño acudió a los medios de comunicación; a principios del mes en curso para pedirle al Gobierno Federal que regrese el programa Seguro Popular, porque ya no sabía a quién recurrir para poder hacer frente al gasto generado para pagar la cuentas médicas y todo lo que ha conllevado el padecimiento de su bebe. Ella es solo una de las 700 mil coahuilenses que estaban antes afiliados al Seguro Popular.

            Campesinos coahuilenses se sienten castigados y discriminados por el gobierno de López Obrador, ante la falta de acceso a un servicio de salud, culpando a la Cuarta Transformación por la eliminación del Seguro Popular. Un testigo de ello fue el campesino Gregorio González Navejar, ex comisariado ejidal en Guadalupe Victoria. Tan solo para que esa comunidad pueda tener acceso a la institución de salud pública más cercana se encuentra a más de 50 kilómetros de la ciudad representando un gasto arriba de $1,500.00 pesos sin tomar en cuenta los honorarios médicos, así como medicina o cualquier otro tipo de estudios que se requiera.

            Un tema que se ha camuflajeado, durante el gran distractor político en Las Mañaneras, en donde omisiones y corrupción sin alguna prueba es lo que se usa como cortina de humo, así como ocurrencias y ataques al “dizque”, neoliberalismo que al final del día no ayuda y ni aporta nada a los mexicanos, ni tampoco ayuda la carencia de medicamento y atención médica a los padres de niños y niñas con cáncer, pacientes con VIH.

            Tampoco el Instituto Nacional de Salud y Bienestar ha sido incapaz de resolver la carencia de personal médico y enfermeras en hospitales públicos que le pertenecen al gobierno federal en todo el país; para poder atender al menos enfermedades básicas o como las mencionadas anteriormente y sin tomar en cuenta a los pacientes del Coronavirus.

            Algo que sí ha mantenido su palabra López Obrador, es que primero son los pobres. Y en efecto a cada medida que tanto Morena, AMLO, y Cuarta Transformación manejan al país es pensando en los más pobres para dejarlos cada vez más desprotegidos y vulnerables. Ellos son los primeros en sentir la ausencia de un Presidente de México, en sector salud, y en economía.

(Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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