El hombre y los árboles

La Habana (PL) Sin lugar a dudas, los árboles son vitales para el equilibrio del ecosistema y la cotidianidad de los seres humanos. No solo por sus funciones ornamentales, sino también porque humedecen el ambiente y aminoran el ruido.
Quizás, su más conocido atributo es que proporcionan oxígeno al ser humano. Por ejemplo, una encina, característica del clima mediterráneo, produce cada día oxígeno para diez personas; sin contar que también contribuye a disminuir la contaminación reteniendo el polvo y las partículas en el aire cuando se quedan en sus hojas.
Un estudio publicado en el número más reciente de la revista Nature revela que sobre la Tierra existen tres billones de árboles, lo que supone 422 árboles por persona.
La cantidad es ocho veces superior a los cálculos anteriores, que consideraban existían 61 por cada ser humano; sin embargo, el número total de árboles cayó en 46 por ciento desde el comienzo de la civilización.
«En la actualidad, la tasa de pérdida forestal -provocada por la deforestación, el cambio en el uso de la tierra y la gestión forestal- es de 15 mil millones de árboles cada año», señaló el líder de ese estudio, Thomas Crowther.
El también investigador de la Yale School of Forestry & Environmental Studies, en Estados Unidos, subrayó que esto repercute en las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera terrestre, así como en los miles de otros servicios que proporcionan los bosques, y expresó su preocupación de que la densidad boscosa baja cuando crece la población humana.
Hasta ahora, la estimación global de bosques se obtenía a partir de imágenes por satélite de las áreas forestales, pero la información que se generaba no era del todo precisa; por ello el grupo creó un mapa de la distribución mundial de los árboles por kilómetro cuadrado.
Los resultados del estudio indican que el número de árboles en el mundo varía en función de la actividad humana; y para los expertos, el impacto negativo de las personas en los ecosistemas naturales es claramente visible en pequeñas áreas, como demuestra el nuevo mapa. «Las decisiones históricas del uso de la tierra han dado forma a los entornos actuales», añadió Crowther.
La novedad, obtenida a partir de imágenes satelitales, inventarios a pie de campo y tecnologías de supercomputación, por un equipo de investigadores de 15 países, describe el estado actual de las zonas verdes; y podría ser muy útil para que los ecologistas y políticos tomen medidas.
El novedoso planisferio permitió a los estudiosos obtener una distribución de los árboles en función de cada paisaje.
El texto asevera que las masas forestales con mayor densidad de árboles son los bosques boreales de las regiones subárticas de Rusia, Escandinavia y Norteamérica; pero las mayores zonas boscosas se encuentran, con diferencia, en los trópicos, donde habitan cerca del 43 por ciento de las especies.