Ejidos en manos de “cuicos”

Por Guillermo Robles Ramírez

   Los elementos de la corporación policiaca de Arteaga, Coahuila, traen muy afilados los dientes, por las mordidas moches, embutes y disimulos económicos para no levantar la infracción que están más que “pesadas”, sobre todo tratándose de aliento alcohólico y peor si el conductor anda bien briago, siendo lo peor de lo peor, disculpando la redundancia, que se están ensañando con los campesinos de la sierra de este “Pueblo Mágico”.

            Donde los “cuicos” o uniformados recalan más son otros ejidos Nuncio, Artecillas, Oyameles, Mesa de las Tablas, Escobedo, Santa Rita y Ciruela y en otras que se encuentran más alejadas de la cabecera municipal que es donde se ubican las oficinas de la Presidencia Municipal, lo que a las comunidades les resulta más problemático acudir para quejarse y no precisamente de la aplicación de las sanciones, sino que los gendarmes además de cometer abusos al llevarse a gente que no trae ni siquiera aliento etílico, son muy groseros y arbitrarios, siendo irrespetuosos con los comisariados ejidales que se supone son la máxima autoridad de esos lugares.

            Dan por hecho que la actuación de los policías es meramente recaudatoria, pues generalmente se colocan en las cercanías de los lugares en donde se dan permiso para algún baile o bien una fiesta del pueblo, esperando y manteniéndose durante todo el convivio para estar “cazando” a quienes van saliendo de la fiesta.

            Cuando algún familiar confronta a los policías porque no dan un recibo, además de molestarse los polis, de inmediato responden que si quieren recibo son cuatro mil pesos y no los dos mil que ya dieron en efectivo a los agentes de la patrulla.

            Califican de incongruente la actuación de los policías municipales arteaguenses, ya que cuando sorprenden a grupos de jóvenes del ejido, reunidos en alguna calle y bebiendo, solamente los saludan, aunque no falta que en una segunda vuelta “estiran” la mano para que le “aflojen” los chavos que se están  embriagando en la vía pública, dando por hecho con esas actitudes de que están de común acuerdo en el sentido de que con una “feria” se arreglan las cosas, lo que es lógico ha motivado el alcoholismo, lamentablemente, entre los jóvenes del campo, pues, por una parte, hay mucho disimulo en la venta de cerveza y vino y, por la otra, la impunidad y ojos ciegos y oídos sordos de los polis, es demasiado grande y ancha.

            Por otra parte, los dizques guardianes del orden público, no acuden cuando son requeridos en caso de pleitos en las comunidades del campo, afirman los inconformes, quienes aseveran que su queja la han presentado en ocasiones con el Alcalde; sin embargo, las cosas siguen no igual, sino cada vez más grave por el crecimiento en la problemática del alcoholismo en el campo.

            En repetidas ocasiones han entregado escritos en las oficinas de la Presidencia Municipal dando a conocer estas anomalías situaciones, pero solo se les dice que le será informado de ellas al presidente municipal, dando por hecho que al no tomarse medida alguna, es que no se le hace del conocimiento de lo que ocurre en las comunidades del campo.

            Piden igualmente que se haga una real vigilancia policiaca cuando se autoriza la realización de eventos en las comunidades rurales como se ha hecho en un pasado, aun cuando dejan movimiento positivo económico en los ejidos por la derrama económica, ya que no faltan las riñas y escándalos que motivan incertidumbre entre las familias de las comunidades en donde se aprueban esas reuniones de grupos foráneos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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