Economía latinoamericana: visiones diferentes

Panamá (PL) Desde la escuela neoliberal hasta enfoques basados en los clásicos del marxismo, economistas del continente y otras regiones proponen soluciones diversas a partir de la óptica del mercado o de las políticas públicas.
En el XIII Encuentro Internacional de Economistas sobre Integración, Globalización y Problemas del Desarrollo que tuvo lugar del 23 al 25 de noviembre aquí, expertos de disímiles partes del mundo debatieron sobre estos temas.
Friederike Koehler-Geib, del Banco Mundial, realizó un diagnóstico de Panamá a partir de datos macroeconómicos y elogió el desempeño del país en la reducción de la pobreza expresada en los indicadores, aunque hizo algunos tímidos señalamientos en la necesidad de mayor inclusión.
Pronosticó que continuarán esos avances apoyados en altas tasas de crecimiento económico, pero señaló que la nación necesita velar por algunos elementos estructurales, porque el desarrollo deberá ser más inclusivo con algunos segmentos de la población que requieren atención especial.
Tales apreciaciones se contradicen con voceros de los sectores empobrecidos, principalmente de zonas indígenas, quienes ponen en duda las estadísticas cuando tienen comarcas como la habitada por los NgÃñbes Buglé, donde desnutrición, mortalidad infantil y enfermedades poco reflejan tales cifras.
Sobre la economía del país anfitrión, Fernando Aramburu, quien preside la comisión Visión País de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas, aseveró que la proyección creada por ellos pretende construir un consenso a nivel de toda la sociedad, más allá del partidismo.
En un enfoque clásico de la escuela neoliberal, quien dijo no ser economista lanzó lo que llamó una hipótesis acerca de un grupo de naciones latinoamericanas que siguieron algunas recetas comunes.
Tales aspectos compartidos son: mayor apertura económica, competencia e inversión nacional y extranjera, señales claras en sus políticas económicas y permitir la diversidad, entre otras. Estos países crecieron con un dinamismo superior al resto del continente, afirmó.
Para respaldar su teoría, dijo que esas condiciones las cumplieron Panamá, Perú y Colombia, quienes encabezan el crecimiento en Latinoamérica, lo que contrapuso a Venezuela, Argentina y Brasil, y llamó «una excepción» al desempeño de Ecuador.
Tal vez con toda intención olvidó mencionar a Bolivia, el segundo país que más crecerá en la región en el presente año, porque sería entonces «otra excepción».
Al particularizar el caso de su país, señaló que la debilidad principal es la educación y posteriormente en diálogo con Prensa Latina, aseguró que la solución sería una gestión público-privada de las escuelas con una suerte de organización no gubernamental, que negó sea una propuesta de privatización.
A este discurso, donde subyace la defensa a la economía de mercado, se enfrentan las opiniones vertidas a Prensa Latina por otro economista, Hugo Varski, asesor de la Cancillería de Argentina, quien refirió que la integración continental nació con perfil económico, pero incorporó aspectos sociales, educativos y culturales.
Esto hizo que tales procesos fuesen más inclusivos que el propósito original, porque se trata de la búsqueda de sumar capacidades para poder negociar con el mundo en mejores condiciones, explicó.

CRECIMIENTO Y CRISIS EN AMERICA LATINA
Mientras, el economista cubano José Luis Rodríguez, asesor del Centro de Estudios de la Economía Mundial de La Habana, propuso un enfoque diferente al hacer una lectura a la situación de la comunidad regional, la cual «logró neutralizar hasta cierto punto el impacto de la crisis de 2008-2009», aseguró a Prensa Latina.
Varios factores permitieron ese desempeño, según el experto, entre ellos el alza de precios de las materias primas, particularmente el petróleo, también la fuerte demanda china en esos años, cuando era ya el primer socio comercial de Brasil, Chile y Argentina.
El gigante asiático atrajo muchas exportaciones latinoamericanas en un momento en que se contraía la economía mundial, precisó.
Rodríguezl señaló como elemento a tener en cuenta los gobiernos de orientación socialista como Bolivia, Ecuador y Venezuela, acompañados de progresistas como Brasil y Argentina.
El economista consideró que esas naciones realizaron políticas de redistribución de ingresos y apoyo social, las cuales junto a un crecimiento económico favorable, cambió el panorama de la pobreza en el continente.
Pero China transformó su esquema de desarrollo y el crecimiento ahora lo impulsa la demanda interna, lo que redujo su capacidad de importación y por tanto la demanda de los exportadores latinoamericanos, explicó Rodríguez sobre la situación actual.
También los precios empezaron a bajar, primero los alimentos más lentamente, pero la caída del petróleo fue espectacular, con serias afectaciones a economías importantes como Venezuela y Ecuador.
A esto se suma -dijo- que la cierta recuperación de la economía de Estados Unidos amenaza el flujo financiero regional por la elevación de las tasas de interés en ese país, los cuales anteriormente emigraron a la región, y ese capital está refluyendo al país norteño procedente de América Latina.
Tal escenario influye en el decrecimiento de Brasil en casi un cuatro por ciento, hay pronósticos igualmente desfavorables para Venezuela; y la región, según el estimado de octubre de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, crece este año solo un 0,3 por ciento.
Los análisis justificaron la validez de retomar este tipo de encuentros surgidos en La Habana en 1999, con el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro como principal impulsor y que hasta 2010 crearon un escenario propicio para buscar consensos sobre los complejos problemas de las relaciones económicas mundiales.

*Corresponsal de Prensa Latina en Panamá.

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