Por Pacx Villamil

@locutorx

Para reconocer el trabajo de los locutores se decidió tener un día dedicado a estos en la República Mexicana, el cual fue instituido en 1957 por Francisco Neri Cano y que se celebra cada 14 de septiembre desde ese año.

Durante la primera celebración, en 1957, los integrantes del gremio de profesionales del micrófono instituyeron también la elección de la reina de los locutores. Elsa Aguirre fue la primera en ser condecorada con ese título.

En la década de los 60s, el entonces presidente Adolfo López Mateos instituyó el día oficialmente como festividad nacional, para dar honor a quienes día a día se entregan a su público.

En otros países latinoamericanos se recuerda el día del locutor pero en diferente fecha.

El 27 de julio: Día del Locutor Hispanoamericano

Se aprobó por unanimidad a propuesta de Cuba, durante el Primer Encuentro Iberoamericano de Locución, en Varadero, Cuba; porque la fecha corresponde con el día en que se celebró el Primer Congreso Interamericano de Locutores en México (1952).  [Wikipedia]

Hoy en día, la Asociación Nacional de Locutores de México  conmemora y celebra el 14 DE SEPTIEMBRE como “DÍA DEL LOCUTOR, con una “Guardia de Honor” en la Columna de la Independencia y luego con una comida o cena para reunir a los trabajadores del micrófono quienes emiten sus voces con entusiasmo para hacer sentir emoción a su auditorio con información o comentarios de entretenimiento, cultura, noticias entre otros temas de interés.

En el tiempo de Ernesto Zedillo como «secretario de educación» en México, se eliminó el examen para ser locutor, por lo que ser certificado para trabajar en las estaciones de Radio y Televisión del país ya no es realmente necesario, se le otorga a solicitud de estación emisora concesionaria o permisionaria.

Además con el adelanto de la tecnología las personas que trasmiten en Internet no tienen ni interés en conseguir o hacer o tener que ser autorizados en modo alguno.

Aun así enviamos abrazos fraternos para aquellas personas que siguen preparándose en el maravilloso mundo de la locución en lo general y particular.