Desafío: La Inercia del PAN

*Las Naciones Rotas
*Versión Sustentada
*La Inercia del PAN

Durante la llamada “DIADA” –o día de Cataluña, su fecha “nacional”-, millones marcharon por las calles de Barcelona, enfundados en camisetas con la señera –bandera-, de las franjas verdes y amarillas –como la camiseta de visitante del Barsa-, exigiendo la independencia de España y, primero, la realización del referéndum soberanista que el Tribunal Supremo de España –siempre corto de visión-, ha censurado negándole toda posible legalidad para beneplácito del franquista Mariano Rajoy Brey, el gallego quien ahora es presidente dl gobierno como consecuencia de la pésima administración del falso socialista José Luis González Zapatero.
En lo particular, y lo he mencionado muchas veces, el desbordado nacionalismo de Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, no sólo es molesta sino igualmente extemporánea. Quiere separarse de España para adherirse después a la Unión Europea en donde ya se encuentra la primera. Un absurdo monumental guiado por traumas históricos exaltados, por lo general, por la intolerancia mutua y la persecución del tirano Franco, durante treinta y seis años durante los cuales se prohibió a los catalanes hasta la posibilidad de hablar en su idioma so pretexto que ello podía romper la unidad hispana como ocurrió, irremisiblemente, con Portugal cuya independencia se decretó hace ochocientos setenta años si bien la República, que tanto incómoda a los monárquicos españoles, comenzó el 5 de octubre de 1910, un mes y días antes del estallido de nuestra Revolución.
Cuando murió Franco, en su cama, con la única reacción de loe etarras vascos quienes habían asesinado, en las calles de Madrid, al Almirante Luis Carrera Blanco, designado por el “caudillo” como presidente mientras el gallego conservaba la jefatura del Estado y el poder, no fue posible evitar, en cuestión de meses, la llegada del “destape”, no sólo el de las señoritas inquietas sino igualmente el de cada uno de los políticos quienes veían el final de la dictadura sea como oportunidad democrática o como el inicio de un suplicio por cuanto significaban los riesgos incubados por la permanente separación de los bandos republicano y realista, hasta la fecha irreconciliables. Desde luego, no hay dolor histórico mayor que el hecho de la permanencia de Franco, hasta su fallecimiento rodeado de fervor fanático, sin el menor intento serio de derrocarlo tras sus crímenes atroces y sus juicios sumarios.
Dense cuenta de la tontería: si en vez de la confrontación, el gobierno de Rajoy hubiese optado por la naturalidad, concediendo a la autonomía catalana un referéndum en el cual –de acuerdo a lo dicho por el propio presidente del gobierno español-, se verificaría que “son muchos más” quienes quieren permanecer dentro de España, ¿por qué no aceptar el desafío y acabar con el mito del soberanismo? Pero no; el miedo no anda en burro. Y, por supuesto, en Madrid más de uno se puso a temblar ante la posibilidad de una escisión en los momentos más caóticos para la economía peninsular. ¿Podría sostenerse Cataluña sin el cruce de divisas?¿Y España? El daño sería más grave para la primera aunque la segunda también temblaría, sumando la controversia al hecho de que de cada cuatro españoles uno está “en el paro”.
Pero tampoco puede negarse que el conflicto entre Escocia e Inglaterra será un aliciente para los catalanes y los vascos, deseosos de hundir a España aun cuando no definen si, con ello, pretenderían igualmente sabotear a la monarquía ya sin sostenes populares a pesar de la reciente abdicación de Juan Carlos quien sigue siendo una carga pesada: sus inminentes divorcio y casamiento dan la medida de la ausencia de autoridad personal no sólo del padre del actual Rey, Felipe VI, sino de toda la aristocracia holgazana que ha vivido a expensas de los españoles y sus recursos, cada vez con menos poder adquisitivo tras la “burbuja” generada, con insólita torpeza, en la primera década del tercer milenio.
Los escoceses, al parecer, están muy divididos, sobre todo porque, de triunfar el “sí” a favor de la independencia, impondrían su propia sucesión monárquica con un retorno espectacular a las gestas de Wallace, el caudillo que lanzó a los suyos contra el soberbio ejército inglés –como también lo hicieron los colonos americanos a la hora de romper con su “madre patria” en 1776-, llenando de sangre las interrelaciones con el consiguiente rencor de los vencidos por causa de la diferencia abismal en pertrechos y capacidad bélica. No siempre el valor, el coraje y la determinación –como en Puebla en 1862, para orgullo nuestro-, triunfan sobre el poderío y la fuerza bruta.
El virus del separatismo se extiende. Desde hace ya varios años, en la pequeña Bélgica, tan dulce en sus románticos escenarios, se da una encarnizada batalla por el poder entre los flamencos –aglutinados en Brujas, que en su idioma quiere decir “puentes” sin referencia a las de las escobas aun cuando, sin remedio, han debido asimilar las leyendas para fines turísticos-, y los valones quienes dominan Bruselas y a los monarcas. Por cierto, como en España, el rey Alberto abdicó, por motivos de salud pero bajo el peso de una frenética crisis económica, a favor de su hijo Felipe, en julio de 2013, como un antecedente de los movimientos de las grandes aristocracias europeas para preservarse con espejismos como éste. Sobreviven jugando al ajedrez entre reinas y reyes, pese a la falta de moral, los escándalos y las voces multiduinarias que reclaman igualdad entre todos sin considerar la falacia del “derecho divino de los reyes”. Ya va siendo hora de abrir los ojos luego de largo tiempo de penumbras.
Pese a ello, hay muchos, como en México, temerosos de los cambios porque perciben que ellos pueden llevar a la catástrofe si ya se está mal. El refranero popular, por ejemplo exalta una sentencia que resume esta condición: “más vale malo por conocido”; también podríamos agregar aquello de que “no hay mal que dure cien años”, pero en el caso de Gran Bretaña, por ejemplo, la casa Windsor ya lleva varios siglos ante el glamour que no es sólo atractivo turístico sino presencia real en las determinaciones políticas fundamentales, con o sin primer ministro de por medio.
Acaso Walt Disney, el genio de la imaginación, previó lo que eras y podrían ser las monarquías: en la multitudinaria atracción del “Este es un pequeño Mundo”, una de las más visitadas en cada uno de sus parques temáticos, los monarcas aparecen en un tablero de ajedrez, tambaleantes e inseguros. Fue la última creación, digamos el legado, del estadounidense que más fama y dinero logró con los sueños infantiles que tanto atraen a los adultos. Les confieso que no me he podido resistir a visitar las instalaciones de Disney, hasta en París, so pretexto de que siempre tengo a unos chiquitines al lado quienes me lo reclaman; y cuanto tengo algunos ahorros –no como ahora-, me los llevo allá y sus carillas se iluminan.
El hecho es que la utopía del mundo sin fronteras va en sentido contrario: las naciones tienden a pulverizarse, sobre todo aquellas que se convierten en satélites o ya lo son, mientras las potencias se consolidan gastando, por ejemplo, las reservas petroleras de los demás y guardando las propias para la hora en que realicen la ilusión de dominar al mundo al completo, sin fundamentalismos que son hijos –y eso no lo entienden los estadounidenses-, del hondo rencor sembrado en ellos a causa de las intervenciones y la ruindad de la Casa Blanca, la gran regente universal de quien ya todos están cansados. No es Bush ni Obama… es el esquema que nos imponen.
No olvidemos, finalmente, la máxima romana: “divide y vencerás”, atribuida a Julio César, en la hora de su gloria y como práctica política para apoderarse del Senado. Al parecer, en el ámbito nacional, a lo mismo juegan las dirigencias partidistas en el Congreso. Sólo que, cuando se descubre el engaño, los males suelen revertirse peligrosamente. Y es eso lo que puede ocurrir en España, Inglaterra, Bélgica y, desde luego, algunas regiones del Este europeo.
Nunca será para bien.
Debate
Me da la impresión, no pocas veces, que nuestra historia es una concatenación de contradicciones a causa de los intereses pasajeros de quienes han ido modificándola a su gusto. Lo mismo sucede con la Iglesia en donde desde el reinado de Constantino, trescientos años después de la Crucifixión, se dio la versión definitiva de los Evangelios que son, en mucho, repetición de otros libros sagrados ero adaptados a aquella época.
De este precedente me agarro para contarles que, de un tiempo atrás, el colega Felipe Moreno, ha sostenido, con vehemencia, que el nombre del “subcomandante Marcos” no tiene relación alguna con el tampiqueño Rafael Sebastián Guillén Vicente, lo que me causa cierta tristeza por las similitudes que guardo con él: soy tampiqueño, me llamo Rafael y fumo pipa cuando escribo estas barbaridades.
Para Moreno, el perfil inicial de “Marcos” es el del inteligente poblano, procastrista, Jorge Martínez Rosillo, funcionario que fue, durante la administración de Manuel Camacho Solís en el Distrito Federal, y muy cercano a quien sucedió a éste, Manuel Aguilera Gómez. Pero, igualmente, el personaje siempre estuvo ligado a tres de los políticos más conocidos –desde polos opuestos- de la década de los setenta y los ochenta del siglo anterior, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, luis echeverría… y carlos salinas de gortari.
Incluso, el ingeniero Cárdenas lo cita, en el contexto de 1988 y tras el escandaloso fraude comicial, como quien medió en el encuentro que sostuvo el primero con salinas para exigirle “limpiar las elecciones”, asunto que por supuesto jamás ocurriría. De allí que Martínez Rosillo resultara pieza clave, en su momento, para colocarse el pasamontañas y encabezar la única “guerrilla pacifista” de la historia con enormes daños no sólo a la región chiapaneca sino a la imagen del país en el mundo. ¿Será esta la razón por la cual Camacho Solís fue el primer comisionado “para la paz” mientras Luis Donaldo Colosio se creía en el papel de “futuro presidente” hasta que una bala asesina le cortó las alas?¿Y qué Salinas, negociador, decretara un cese al fuego unilateral para dejar la conflictiva, completa, a su sucesor, ernesto zedillo, acaso como arma permanente de chantaje?¿Hasta dónde llegaron los acuerdos soterrados?
Mientras dilucidamos lo anterior, sigo recibiendo mensajes del colega Moreno. Y cabe la aclaración de que Martínez Rosillo murió como consecuencia de un cáncer cerebral. Hay testimonios, durante su funeral, que parecen coligarse con la versión. ¿Por esto, se optó por despedir a “Marcos” substituyéndolo con “Galeano” quien no ha dado señales de existencia?
La Anécdota
Una de las principales características del PAN es su inercia. Por eso no se atrevió a abrir, durante doce años en el poder presidencial, ninguna de las casas de Pandora: ni respecto al asesinato de Colosio, ni en cuanto al EZLN, ni sobre las muertes extrañas de sus partidarios, no digamos Mouriño y Blake, sino Cluthier y Conchello, entre otros célebres.
Tampoco hubo una revisión de la historia ni la menor voluntad de enfrentar a los grupos fácticos que fueron y son cómplices del priísmo hegemónico. ¿No explicará ello la razón por la cual sólo le quedan doscientos setenta y siete mil militantes? No me cabe la menor duda.
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Web: Próxima apertura.
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
DIVIDIR, EN ESTOS TIEMPOS, ES UNA PARADOJA. OTRA COSA HUBIERA SIDO PARA MÉXICO SI, EN VEZ DE PRETENDER SENTIRNOS PARTE DEL PRIMER MUNDO SIGNANDO EL TLC CON LAS POTENCIAS DE NORTEAMÉRICA, HUBIÉSEMOS VISTO HACIA EL SUR HASTA FORMAR UN MERCOMÚN PARA DEFENDERNOS DEL AGIO INTERNACIONAL. NOS PULVERIZARON Y VENCIERON LOS DEL NORTE.

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