Desafío: Fobias Universales

*Fobias Universales
*Juegos Peligrosos
*Salarios de “Lujo”

Hay temas tabúes por doquier. Por esta razón, en más de una ocasión reciente, algunos crímenes fueron prohijados por los silencios cómplices, incluidos los de los comunicadores que conocían las historias. Cuando el maniqueísmo –los términos absolutos entre el bien y el mal-, suelen imponerse sólo podemos ser rescatados por el estudio sólido de las cuestiones –lo que en el periodismo, bajo la presión del día a día, no siempre es posible-, y una visión de prospectiva –hacia el futuro- basada en la evolución de los hechos. No es nada sencillo, de verdad, menos en un mundo convulsionado como el actual, resolver cuáles son las noticias que deben salir de la redacción de cada periódico; pero, por lo general, no es difícil encontrar los hilos conductores entre ellos y confiar en aquellos libres de maridajes enfermos con el poder público. 
También este columnista es pecador y bien vale la pena el acto de contrición. Hace años, mi maestro de segundo grado de primaria, Saúl Barrales, me encontró, por casualidad, rondando la calle de Parroquia con rumbo a la avenida Universidad de la ciudad de México; luego de los emotivos saludos y recuerdos me contó una historia que me pareció turbia y descabellada: la del sujeto aquel que se hacía nombrar “Mi Padre”, fundador de la Legión de Cristo y favorecido por varios Pontífices de Roma, Marcial Maciel Degollado, visto como un pederasta irredento que mentía sobre una supuesta disculpa de la Santa Sede para practicar la masturbación con ayuda de los seminaristas de menor edad. Y era lo de menos: en varios casos, los chicos eran llevados hasta su lecho como si con ello se colocaran una medalla de santidad en una eclosión de perversidad manipuladora. 
Escuché el relato y me pareció tan sórdido que esperé corroborarlo debidamente. Por supuesto busqué fuentes religiosas, incluyendo al entonces Nuncio Girolamo Prigione, y me negaron todo por supuesto. No cesó mi sospecha pero tampoco ahondé por falta de información que refrendara lo dicho por mi antiguo mentor quien, sin ambages –y es esto lo que más me duele-, me había confesado haber sido uno de los niños abusados sexualmente por el infame prelado. ¡Y se me fue un libro de denuncia, en demanda de justicia para cientos de jóvenes y otros ya adultos ultrajados, de las manos! Creo que, profesionalmente, no he cometido pecado mayor. 
Por fortuna, para mí, luego del escándalo me vindiqué investigando el caso y exhibiéndolo en varias de mis obras como ejemplo siniestro de impunidad. No gané la nota pero no cedí en cuanto a sumar mi voz a las de quienes clamaban justicia plena de acuerdo al Derecho Canónigo y no un simple retiro alejado de los ministerios como ordenó Juan Pablo II quien, por supuesto, abonó este error al lado oscuro de su brillante periodo papal, junto a la displicencia sobre el crimen contra el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de 1993, con tan de saludar, eufórico, la reanudación de relaciones diplomáticas entre México y El Vaticano. 
No se puede observar la realidad en blanco o en negro, sin los matices necesarios. Pero se persiste en el error cuando se trata de examinar los actos bélicos de Israel contra los despojados palestinos, dueños originales de las tierras en conflicto en Medio Oriente y masacrados sin piedad en la Franja de Gaza por considerarse que es nido de terroristas. Cualquier comentario negativo respecto a las decisiones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, así se observe la disparidad brutal entre las víctimas de un lado y otro con la ayuda estadounidense a los hebreos, es motivo suficiente para ser calificado como antisemita y, con ello, condenado por rabinos y demás poderosos miembros de la copiosa comunidad judía en México… a la que, por cierto, hemos defendido en otras ocasiones. 
Pero pocos entienden que el periodismo, cuando es libre de verdad –y espero haber dado pruebas suficientes de ello en mi caso-, se trata precisamente de evitar que las inclinaciones personales, o las simpatías y antipatías, delineen el contexto de la información. Y mucho menos cuando se trata de cuestiones cuyo debate ofrece claroscuros de una parte y otra, como sucede con el derecho de las mujeres a abortar por cuanto alegan ser dueñas de su propio cuerpo sin detenerse a pensar que no lo son del feto que comienza a vivir. Sí, estoy a favor del aborto, como desde hace muchos años concede la legislación mexicana, cuando se trata del terapéutico –esto es para evitar la muerte de la madre-, o como producto de una violación que estigmatizará siempre a quien engendró a la criatura y a ésta misma; pero, claro, en tales cuestiones debiera aumentarse, en serio, la coerción a los padres irresponsables que se desentienden de sus hijos, huyendo por cobardía o comodidad. Para ellos es necesario elevar las penas, incluso la de la privación de la libertad. 
Por ello, es imposible asumir el bien o el mal absolutos, además porque podemos caer en posturas irreconciliables que lleven a la confrontación y al descrédito en el caso de los periodistas señalados por supuestos “ismos” vistos desde la perspectiva de los cuestionados. Sucede lo mismo en el caso de Cuba cuando se niegan todas las virtudes de la Revolución, excepcional por sacudirse las ataduras yanquis, y agigantan los defectos de la dictadura de los Castro quienes cometieron el error de hacer de la bella isla del caribe una especie de feudo suyo, ni siquiera socialista, como si de infalibles se tratara. ¿O han reconocido algunos de sus graves pecados? Las financiadas guerrillas en Centro y Sudamérica, por ejemplo, desestabilizadoras del continente sin destino factible.
Sucede otro tanto hoy, en este mundo vulnerable y brutal en los albores del tercer milenio –desde que se fijó el nacimiento de Cristo como referente-, al enterarnos de las atrocidades de Israel y de Netanyahu, su premier, quien justifica la matanza de cientos, miles de civiles –entre ellos cientos de mujeres y niños cuyos decesos encienden más las hogueras de la venganza-, por considerarlas “proporcionales” a las amenazas del grupo Hamas que adoctrina a los “escuadrones de la muerte”.
Las cifras primeras son dramáticamente desproporcionadas: mil 867 palestinos muertos por sólo sesenta y cuatro soldados israelíes de baja. No hay punto de equidad alguno al revisarlas y se evidencia el dolor inmenso únicamente del lado de quienes sufrieron el embate de ciento treinta misiles sobre Gaza, devastándola. ¿Y qué dicen los dirigentes de las Naciones Unidas? Muy simple: que será la última vez que la reconstruyan. ¡Cuán grande penitencia!
Ante la obviedad no hay posibilidad de réplica salvo la proveniente de los fanatismos encendidos, sobre todo en un pueblo que impuso condiciones luego del monstruoso holocausto encendido por el nazismo… que ahora algunos retoman olvidándose de los horrores. Lo peor es que quienes lo fustigaron en la década de los treinta en el siglo pasado, parecen haber absorbido la maldad del fascismo. Incluso en México.
Debate
El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, quien fuera procurador en el Estado de México y es sólido aliado de su jefe, el presidente peña nieto, insistió en una advertencia que se explica por sí sola: “jugar” con el tema de los salarios mínimos –los más exiguos de Latinoamericana e incluso por debajo del umbral de la pobreza-, podría resultar muy peligroso… considerando, y esto lo decimos nosotros, los elevados niveles de crispación y la paulatina caída del poder adquisitivo mucho peor que las retenciones de los ingresos. ¿Se animarían, los amables lectores, a vivir unos días con un ingreso de sesenta y siete pesos tras cada jornada laboral en la zona “A”, que incluye al Distrito Federal, supuestamente la de mayores niveles pecuniarios? 
El asunto se ha vuelto controversial por las rectificaciones constantes, más parecen demagógicas, de quienes primero aprietan y luego, temerosos por las reacciones populares, sueltan las riendas. Digamos, Miguel Mancera Espinosa, jefe de gobierno del Distrito Federal, quien ahora habla de un alza gradual cuando su propuesta inicial era tan miserable como las pesquisas en torno a los responsables del gran fraude en la línea 12 del Metro o sus sinuosidades con relación al programa “Hoy no Circula” gracias al cual pagamos tenencia, verificaciones, además de la depreciación natural del vehículo, para poderlo circular cuatro días a la semana. ¿Acaso la tenencia, volvemos sobre el punto, no era un tributo perentorio para cubrir los gastos extras de los Juegos Olímpicos de 1968? Nos engañaron como a los brasileños… aunque nosotros no teníamos la expectativa de ganar cien medallas de oro. 
Por el momento, Mancera y demás elementos de la cúpula gobernante, no asisten a actos masivos en auditorios semi-oscuros; van a los oficiales, plenamente controlados por el Estado Mayor Presidencial y han reducido sus agendas a la mínima expresión. Al presidente peña se le observa poco para que no sea fotografiado de cerca por obvias razones –la enfermedad ya no se oculta por más que pretenda vivir un romance con su bella esposa quien lo ha desafiado abiertamente-, y a los presidenciables se les cuida de más incluso si se trata de figuras de la izquierda que puedan contrarrestar al icono de MORENA, en otro nivel de apreciación pública. 
¿Y con todo esto, deteniendo los ingresos mínimos en un umbral tan devastador, puede aspirarse a avanzar en la consolidación de la democracia en 2015? Ni Lorenzo Córdova Vianello, presidente consejero del flamante INE, sin cambio estructural alguno, se lo cree. 
La Anécdota
En los hoteles de lujo, sobre todo los llamados de “all inclusive” –todo incluido-, suele cobrarse, por noche, entre tres mil quinientos y seis mil pesos en el “plan” más modesto. Lo que se cobra no justifica los servicios dados, salvo si se trata de turismo extranjero con enorme capacidad de compra, muy alejada de la de los mexicanos. Pero, en ausencia de criterios para valorar a los hoteles y sus estrellas, la secretaría del ramo, encabezada por la heredera de sangre, Claudita Ruiz Massieu, ni siquiera se preocupa por establecer un tabulador razonable y digno para reanimar a los viajeros nacionales y no convertirnos en esclavos de los foráneos.
Una de las “amas de llave” del Grupo Posadas me explicó, sin recovecos, su situación:
–Tengo que “hacer” entre doce y quince habitaciones al día. Y muchas veces, en temporada alta, pueden ser más pero no me aumentan el sueldo ni me cubren las horas extras. Aquí eso no existe.
–¿Y cuánto gana usted?
–Siete mil pesos al mes. Póngale. Claro nos van a buscar a las seis de la mañana y nos regresan a las siete de la tarde. Trece horas. 
¿Ya entendemos porqué se abre el surco entre los multimillonarios, como Gastón Azcárraga Andrade, protegido por el gobierno federal, y el resto de los mexicanos asalariados? 
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Web: En reconstrucción.
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
LOS EXTREMOS SE TOCAN DE ACUERDO A LAS REGLAS FÍSICAS; NO ASÍ CUANDO ESTÁN DE POR MEDIO LOS FUNDAMENTALISMOS DE UN LADO Y OTRO. POR DESGRACIA, EN EL MUNDO MODERNO LA TOLERANCIA CESA Y LA XENOFOBIA AUMENTA… SOBRE TODO DENTRO DE LAS NACIONES CON ESTIGMA DE HABER SIDO CONQUISTADAS.

 

 

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