¿De qué sabor quieres tu victoria?

El pasado domingo fueron las votaciones para diputados locales en todo Coahuila, para el nuevo cambio de los ahora legisladores electos para el Congreso del Estado de Coahuila, en donde ahora sí como dicen en el argot político, el PRI se llevó el carro completo.

Un reconocimiento para el presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional, David  Aguillón Rosales, a quien en lo particular lo he visto crecer en su carrera política en donde muchos llegaron a dudar de sus habilidades, pues muy independientemente de ser militante de esa bancada, profesionalmente se inició en el sector oficial estatal, para luego pasar ocupar la jefatura de comunicación social del Ayuntamiento de Saltillo, escalando poco a poco para llegar a ocupar la dirección estatal de comunicación social del Gobierno del Estado y pasar de ahí a Secretario de Gobierno del Estado de Coahuila en donde muy pocas personas le tuvieron fe, pero contario a ello desempeñó una excelente labor para luego ser designado Presidente Estatal del PRI demostrando una vez más nuevas facetas como un excelente estratega y operador político avalándolo los resultados positivos que ha dado al tricolor.

Para muchos, sobre todo para los otros Estados dela República, extraña la victoria y la incongruente respuesta ciudadana en donde la lógica rebasa más allá de la imaginación y contrario a los pronósticos esperados por una sociedad lastimada, decepcionada y traicionada por la mega deuda generada para los próximos 30 años producto de un fraude entre banqueros, funcionarios federales y estatales lo menos esperado era que los candidatos del PRI fueran a ganar.

El abuso de confianza de los demás partidos políticos generó el famoso “ya ganamos”, sin embargo, hubo varios factores que no contaron y fueron olvidados hasta ni si quiera le dieron importancia como aquellos distractores del cómo estaban gobernando las administraciones municipales actuales en donde en la región sureste estuvieron más preocupados con el asunto de la víctima del espionaje y errores de asesores sin experiencia al servicio como funcionario público y en otros del norte más preocupados en cómo un alcalde golpea como niña a unos manifestantes en donde en ambas situaciones no aporta nada bueno a la sociedad y ni se logra visualizar lo más importante de todo que es el rumbo de la administración, es decir, no se sabe qué es lo que está haciendola Presidencia Municipal, cuáles son sus objetivos y metas para la ciudadanía. Lo único que se ve son conflictos entre los mismos funcionarios e intereses de los medios de comunicación en donde sobre estimaron su efecto del golpeteo y en lugar de llegar a un acercamiento se sintieron deidades e intocables y en una posición “valemadrista” en donde la vacuna de la inmunidad periodística cobró su factura a un costo político muy caro y éste será el mismo comportamiento para cuando llegue las votaciones a la gubernatura.

Pero lo más importante de todo éste proceso que se vivió en Coahuila en éstas elecciones para diputados locales y su fenómeno para expertos en análisis políticos que hay quienes la consideran que ganó el abstencionismo y otros como el presidente del Consejo Lagunero dela Iniciativa Privada, Eduardo Castañeda, textualmente calificó de “irresponsable” la  actitud ciudadana por su poca participación en donde hace décadas no se veía solamente una participación de la población del 30 por ciento, es decir, más del 60 por ciento entre los que manifestaron su inconformidad invalidando su boleta con la leyenda “No fue penal” y “No era penal”, contrario a la molestia de Eduardo Castañeda, es más que preocupante la posición de los coahuilenses que la falta de creencia a los diputados o cualquier funcionario público, es la irresponsabilidad de todos aquellos que fungen en cualquier esfera de gobierno en donde en una actitud cada vez más indiferente y apática en donde se puede robar sin castigos, en una mentalidad de “prometer no empobrece”, el “debo no niego, pago no tengo”, ésa es la respuesta de los coahuilenses.

Una actitud de impotencia, de la búsqueda por otra opción y deseo de encontrar un partido de convicción fue el éxito para quienes buscaron las candidaturas independientes. Los mismos funcionarios de gobierno están haciendo de la democracia un retroceso en la imagen de ellos mismos en donde nada más piensan para sí mismo y su lucha a favor de sociedad fue intercambiada a la de sus propios intereses personales y familiares. La imagen de quienes dicen que nos representan al ciudadano está teniendo un retroceso peor a las que salían en el programa de Héctor Suárez en su programa “¿Qué nos pasa?” en los años ochenta cuando caracterizaba: “El Lic. Buitrón”, “El tá difícil”, “el ministerio público”, “El Político”, entre otros personajes.

La victoria para los actuales diputados electos no debe de dejar un buen sabor sabiendo que más del 60 por ciento de los coahuilenses no quisieron ir a votar y tendrán que hacer más que una labor de legislar o hacer leyes, sino tener un verdadero acercamiento con la ciudadanía para cobrar nuevamente su confianza, para que sientan su sentir que es escuchado y no pisoteado o imposiciones como la reforma fiscal que ha sido la peor decisión y aprobación sin consentimiento de un pueblo que pretende salir adelante y solamente está buscando sobrevivir a través de una economía informal. Aquí a cada diputado local triunfador en la entidad sabrá a que le supo la victoria al saber que no todos los que tenían contabilizados fueron a votar y será la manera en que tendrán que cambiar su estilo de trabajar con una doble labor social de recuperación en la confianza en aquel 60 por ciento que no creen en los políticos y en reafirmar en el 30 por ciento quienes sí votaron. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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