CONGELADOS E IRRESPONSABLES

Los 38 municipios de Coahuila iniciaron impacientes su administración este 2014, todos llenos de preocupaciones y expectativas sobre cómo comenzar y sacar  adelante la deuda que dejaron sus antecesores a excepción de Saltillo, otros de los puntos que todavía no se sabe son aquellos recortes presupuestales por parte del Gobierno Federal.

En esta ocasión los38 alos nuevos alcaldes coahuilenses se les vieron muy entusiasmados e impacientes contando cada segundo para empezar cada quién su administración, sin embargo, al igual que el clima meteorológico que predomina la zona noreste del país se le vio, es decir, muy fríos. Cero acciones para el beneficio de la ciudadanía haciendo el ritual de cada comenzar de año el pago del predial pero de ahí a algo más en visitar colonias o comunidades vulnerables al frio nadie dijo: “Yo”.

Posiblemente será porque todos comenzaron con las arcas heladas, vacías,  terriblemente atestadas con deudas públicas y con un gran pasivo por ende con un incumplimiento de obligaciones fiscales y lo que es más grave la disposición que hicieron varios de ellos de dineros que retuvieron para entregarlos ala Secretaríade Hacienda y Crédito Público.

Por cuanto hace a Coahuila, que por cierto no es la primera ocasión, hay ediles que terminaron su administración que al no completar con presupuestos propios, se fueron encima del dinero correspondiente a Hacienda del impuesto sobre el trabajo, que como retenedores deben reintegrar los patrones, lo que para obligaciones fiscales se descuenta del salario que se paga a todo empleado metido a nómina.

La pesada carga de la deuda va a ser un grave lastre para los ediles que heredaron esa irregularidad y ahora se pretende que el SAT o sea el Sistema Administrativo Tributario, brazo fuerte de Lolita la de Hacienda, les condone las multas, intereses, recargos y además conceda un plazo mediano y largo, según sea el caso, para cubrir los impuestos que fueron retenidos y que indebidamente se dispusieron de ellos.

Qué bueno que las peticiones de los Alcaldes, sean aceptadas por Hacienda o el SAT, pero más positivo que se dé un ejemplo procediendo conforme a la ley contra aquellos ex alcaldes que sin recato ni vergüenza alguna, faltaron a su compromiso y obligación contraída legalmente como retenedores de impuestos federales.

Tenemos exalcaldes como el de Torreón, Eduardo Olmos Castro y Ramos Arizpe, Ramón Oceguera, que después de que todavía no logran cuadrar los números antela Secretaríadela Contraloría Generaldel Estado de Coahuila de Zaragoza, por quedar pendientes con muchos proveedores y también dejando pasivos a diferentes instituciones bancarias.

La inconformidad de muchos proveedores de estos 38 municipios a excepción del Atenas de México hicieron ver las mismas viejas prácticas de toda la vida en donde sus exigencias de las devoluciones de facturas en blanco que dieron condicionadas para el moche y otras facturas que nunca fueron entregados al departamento de tesorerías municipales se quedaron guardadas en los cajones de los diferentes departamentos dejando en un estado de indefensión jurídica para su cobro.

La cultura no nace, se hace y la única forma que se conoce universalmente, es aplicando castigos a los que no cumplan con las normativas y las leyes, siendo precisamente el caso registrado entre Presidentes Municipales que se fueron de Coahuila.

Es indispensable y necesario aplicar y ejercer algunos escarmientos, pues en la actualidad se dejan pasar estas irregularidades como si nada hubiese pasado y se convierten en malos ejemplos a seguir por quienes llegar al poder municipal.

No se pretende ni se buscan acciones represivas como tampoco vengativas, simples y sencillamente ir acabando con conductas que dañan el futuro de las comunidades reduciéndose el gasto a obras públicas para cubrir obligaciones y compromisos.

Después de transcurridos más de 25 años en que se creó esa figura decorativa de Auditor Superior del Estado, éste continúa siendo un cero a la izquierda y sus amenazas de que se actuará por las observaciones económicas hechas en los manejos de los presupuestos y que en la mayoría de los casos ascienden a varios millones de pesos, no dejan de ser como en los viejos tiempos a los pequeños de ese entonces de “hay viene el coco”, y nada que llegó ni nunca llegará.

No hay forma de explicar la existencia y el supuesto trabajo de ciertas instituciones cuando son no solo un alto costo para los gobiernos estatales, sino entes buenos para nada a cargo de los impuestos de todos (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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