Guillermo Robles Ramírez

Colecta anual de la Cruz Roja Mexicana en línea

Por Guillermo Robles Ramírez

            Cada uno lleva el agua a su molino; es una expresión coloquial que en esta difícil transición de salud y economía golpea el coronavirus, han hecho que los mexicanos se olviden de una de las instituciones más nobles de México.

            Una organización que está presente en los momentos más difíciles, la Cruz Roja Mexicana consolidado como el más generoso que existe al servicio de la ciudadanía.

            Ante la pandemia del coronavirus, tanto la institución de la Cruz Roja, así como todo el personal que lo integran siguen ahí al pie del cañón, para atender a miles de mexicanos que no solamente están sufriendo con síntomas del coronavirus, sino además continúan con sus labores de atender cualquier emergencia como accidentes viales y aquellos que suceden en casa, siendo éste último el más frecuente y hasta por estadística como el lugar en donde pasan más eventualidades lamentables así como muertes.

            Retomando la expresión coloquial del primer párrafo he observado que se han creado diferentes grupos ciudadanos en el estado de Coahuila, siendo mayor en su capital de esta entidad, para ayudar a la economía local de negocios esenciales con servicio a domicilio, hay médicos con asesoría sobre el tema del Covid-19, y hasta el sector educación sobre el mismo tema. Pero tanto en este grupo como en algunos otros el tema de la Cruz Roja esta fuera, es decir, nadie está velando por ellos.

            Cada quien está llevando agua a su molino, cuando esta benemérita organización, es decir, la Cruz Roja Mexicana, tuvo que suspender su colecta anual 2020, por la contingencia por el coronavirus; motivo por el cual no se ha visto en las principales calles y avenidas de cada cabecera municipal de Coahuila los uniformados blancos para la colecta anual.

            Los coahuilenses no podemos pedirle ayuda al Gobernador, Miguel Ángel Riquelme Solís, porque en estos momentos él y su equipo de trabajo están haciendo una labor titánica para reforzar las medidas del Covid-19, brindando equipamiento a todas las instituciones de salud, incluyendo aquellas que pertenecen al gobierno federal porque López Obrador les dio la espalda a los mexicanos, así como al IMSS e ISSSTE.

            La Cruz Roja Mexicana siempre ha estado presente con nosotros en los peores momentos, y aunque su origen data desde el año 1863, no fue hasta el año de 1898 cuando La Cruz Roja Española solicitó al gobierno mexicano información acerca de las relaciones entre las instituciones y asociaciones de asistencia pública con las unidades de sanidad.

            Años más tarde, el Presidente en ese entonces, Porfirio Díaz, expidió un decreto en el cual México se adhiere a la Convención de Ginebra para el mejoramiento de la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en campaña.

            Desde entonces, la institución comenzó a trabajar, cuando en el año de 1909, la ciudad de Monterrey se ve afectada por una tromba que afectó a más del 50 por ciento de la población, dejando a su paso un gran número de heridos y damnificados.

            De esta manera, un grupo de voluntariados liderados por el doctor Fernando López y la señora Luz González, se trasladaron hacia el norte de México, constituyendo la primera brigada de auxilio que abanderó el emblema de la Cruz Roja Mexicana.

            Siendo el parteaguas para meses después el 21 de febrero de 1910, el general Porfirio Díaz expidió el Decreto Presidencial en el que se le da reconocimiento oficial a la Cruz Roja Mexicana.

            Considerada como única por su noble labor a nivel mundial, fue en el desastre natural más trágico en todo el mundo, el terremoto de México en 1985, que representó para la Cruz Roja, la prueba más dura que había que enfrentar, hasta entonces.

            La magnitud del siniestro fue tal, que a su paso solo se podían observar edificios caídos, gente clamando ayuda, desesperada ante lo que había pasado, sin poder creer lo que observaban.

            De inmediato, la institución se coordinó para trabajar en labores de rescate, a pico y pala, ya que en ese entonces el equipamiento era nulo, sin embargo, pese a las dificultades, se logró apoyar y ayudar por días, sacando gente que yacía entre los escombros.

            Luego del suceso ocurrido en el año de 1985, una nueva tragedia sacudió al pueblo mexicano, esta vez se trató del huracán Gilberto, que se abatió en las costas mexicanas, desde Yucatán hasta Nuevo León, dejando a sus paso miles de damnificados a quienes se les brindó toda la atención.

            Sin embargo, para 1992, un nuevo reto llegaría a la institución, un huracán afectando a Florida, Estados Unidos, por lo que la Cruz Roja se activó, apoyando en los servicios de socorro a los damnificados hispanos.

            Estas tareas se realizaron no solo en EU, sino en Cuba, Haití y en otras partes del mundo.

            Hablar de la Cruz Roja Mexicana, es hablar de una institución que más allá de las tragedias, ha hecho una labor destacada por los demás, sin importar el día, hora y lugar.

            Es bueno recordar su historia en México, y sus logros que han dejado huella de admiración ante los ojos internacionales, pues es más que necesario sino urgente que los mexicanos seamos solidarios con la Cruz Roja Mexicana en ayudarles con donaciones económicas en línea en su página oficial https://www.cruzrojamexicana.org.mx/

            Al menos en lo personal estoy registrado como usuario donador y ya doné dinero que es la mejor manera de solidarse con la Cruz Roja Mexicana y ayudar en la lucha contra el coronavirus, y dentro de su página viene la opción de tu zona donde habitas para aportar a las instituciones de este organismo que se encuentra en Coahuila. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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