Beber sin llegar a la embriaguez, esa es la diferencia

La Habana (PL) El consumo de alcohol en Cuba, como en América Latina, está vinculado a fenómenos socioculturales más que a aspectos puramente comerciales o hedonistas.
No se trata simplemente de alcanzar el placer o la autoconfianza a través de las bebidas alcohólicas, sino de que expresiones como «bebe para que seas hombre» están profundamente arraigadas en la idiosincrasia de la población masculina cubana desde la niñez, y ese es solo un ejemplo.
Este 26 de junio se celebró el Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, y la mayor isla de las Antillas realizó diversas actividades con motivo de esa fecha, entre ellas, paneles con reconocidos especialistas del sector.
En ese sentido, el especialista de segundo grado en Psiquiatría, Doctor Ricardo González, cree que el problema del alcoholismo en Cuba no debe verse sólo como una patología, pues la génesis radica en el uso indebido de las denominadas sustancias psicoactivas.
En entrevista concedida a Prensa Latina, el profesor consultante y titular del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana dijo que se trata de un fenómeno mundial, y tiene que ver principalmente con el estado de embriaguez de la persona.
Estadísticas oficiales refieren que cada 12 meses se pierden 120 millones de años de vida productiva a nivel global por el consumo de alcohol; y los únicos que escapan a ese problema son los países islámicos, cuya religión les impide beber, puntualizó González.
El especialista, quien durante muchos años presidió la Sociedad Cubana de Psiquiatría, señaló que la lucha principal debe centrarse en la creación de conciencia para evitar la embriaguez.
Se pueden consumir bebidas alcohólicas, primero porque forma parte de la cultura del cubano y segundo porque se trata de una droga lícita; pero no es necesario llegar a los extremos, compartió González.
El doctor ejemplificó con Israel, pues mientras que en Cuba el consumo ocasional de alcohol por parte de la población mayor de 15 años ronda el 50 por ciento, en esa nación del Oriente Medio la cifra se eleva al 95 por ciento.
Sin embargo, Israel destaca como uno de los países a nivel mundial con menos incidencia en cuanto a problemas vinculados al alcoholismo y la diferencia radica en que todos beben pero ninguno se embriaga, agregó.
González explicó que la embriaguez es la transformación de la conducta y, desgraciadamente, la isla caribeña se está convirtiendo en una sociedad tolerante en ese sentido, una tendencia presente en toda América Latina.
Yo no comparto la idea de implantar una Ley Seca, solo tenemos que trabajar para llegar a una tolerancia condicionada por buenas prácticas personales, familiares y sociales, subrayó el especialista.
Insisto en que el camino es promover la práctica de consumo moderado, así como ganar conciencia sobre los problemas sociales y clínicos provocados por la embriaguez repetida, que en consecuencia conduce al alcoholismo, concluyó.
El doctor Ricardo González, presidente de la Comisión de Ética Médica del ministerio cubano de Salud Pública, ha publicado 37 libros sobre alcoholismo y adicción a las drogas en general, algunos de los cuales constituyen hoy libros de consulta docente en la enseñanza superior.
Los patrones de consumo de alcohol en Cuba se han disparado en los últimos años; ahora no solo se bebe más, sino que es mayor el número de mujeres y jóvenes bebedores.
De acuerdo con un estudio realizado en 2011, por cada 10 mil habitantes, 18 son bebedores de riesgo y 12 ya se registran como alcohólicos; y esa cifra, a decir del doctor González, no hacho sino aumentar.

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