Arturo Ríos

Alcalde se disfraza de mendigo

Por Arturo Ríos Ruiz 

*Recorrió oficinas de la alcaldía 

*Comprobó malos tratos 

Carlos Tena, alcalde de Cuauhtémoc, Chihuahua, puso a prueba a los empleados de la Dirección de Desarrollo Social municipal para comprobar denuncias de mal trato que le dan a las personas que piden apoyos en el área. 

El edil se colocó unas gafas oscuras, un parche cerca del ojo izquierdo, ropas sucias y en silla de ruedas en mal estado para pedir una despensa al ayuntamiento. 

El político de Morena explicó en entrevista con Milenio Tv, que “el propósito de esta caracterización fue mostrar la realidad que viven los ciudadanos a diario, la indiferencia y desatención por parte de los servidores públicos. 

Decidió hacer hacerlo por varias quejas denunciando la mala atención que recibían las personas por parte de los funcionarios de su gobierno. No se equivocó. 

Desde hace dos meses planeó esto, que, aunque admitió que podría ser vergonzoso para algunos que en un alcalde Lo hiciera por la duda a quién creerle si al ciudadano o al compañero de trabajo. 

La actitud de los empleados hacia el alcalde disfrazado no fue grata. Carlos Tena confesó que hasta un nudo se le hizo en la garganta al comprobar cómo los funcionarios públicos de un municipio tratan a los pobladores. 

Confesó haberse sentido discriminado, rechazado e ignorado, por ello al quitarse el disfraz fuera de su despacho y ante el asombro de sus empleados, rojos de vergüenza, anunció que tomaría medidas contundentes

Al día siguiente, en conferencia de prensa, Carlos Tena afirmó que tres servidores públicos serían despedidos por el mal trato y actitudes que tomaron durante este experimento. 

«La sorpresa más desagradable que me llevé fue el trato que me dio mi propia gente de mi oficina cuando me pidieron que me retirara porque olía mal…pero también, aunque huelan mal tienen dignidad», aseveró. 

«Expresó que fue una lección para presidentes municipales y gobernadores para que de vez en cuando uno se den una vuelta para darse cuenta de lo que está sucediendo en sus oficinas», dijo. Un mensaje que los aludidos, no todos tomarán en cuenta y sobrarán los que piensen que exageró, o, que lo hizo por notoriedad. 

¿Cuántos gobernadores estarán dispuestos a bajarse el pedestal y hacerlo mismo? La verdad creemos que ninguno, abundan los superfluos, sobran los triviales, son muchos los áridos y a la mayoría, se los come la estulticia. 

Lo cierto es que este servidor público elegido por el voto ciudadano, sí es digno de admirar y reconocer, sólo así se lucharía por dignificar la atención ciudadana en todos los rubros donde impera la indiferencia, la soberbia y la prepotencia ¿A poco no?  

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