Julian Santiesteban

A tiro de piedra: Tulum ¿Caballo que alcanza?

Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador.  

Todos los demás son perdedores 

Winston Churchill

Por Julian Santiesteban 

Si la tendencia sigue como ha sido en las últimas dos semanas, Víctor Mas Tah será reelecto en Tulum y, con ello, se habrá confirmado una de las más cerradas proyecciones en cuanto a resultados se refiere, pues la diferencia será mínima, pero suficiente para amarrar otros tres años de gobierno del PAN, PRD y PRI; a pesar de que las expectativas al inicio del proceso electoral no eran positivas para el alcalde con licencia. Caballo que alcanza, gana. Reza el dicho popular. 

Una medición realizada para utilización interna de uno de los partidos de reciente creación, muestra a Víctor Mas Tah con una intención de voto del 29.5 por ciento, contra 28.5 por ciento en favor de Marciano Dzul Caamal. Ciertamente, se trata de un empate técnico, y por la competencia tan cerrada para inclinar los resultados, el día de la jornada electoral se convertirá en una carrera de movilizaciones también del electorado, con toda la fuerza que da el manejo de estructuras…y los recursos, también hay que decirlo. Por ello se conjuntan toda una serie de factores que, por ahora, operan más en favor del candidato a la reelección que al retador. 

A lo largo del proceso electoral, se ha destacado el interés del régimen local por mantener el gobierno de Tulum y hacerse del de Solidaridad, como prioridad por encima de cualquier otro municipio. Hace exactamente dos meses (el 25 de marzo, https://www.contracorriente.net/2021/03/26/tulum-cimentar-el-futuro/

) el escribiente destacó que, en estricta objetividad, el interés debía centrarse precisamente en el municipio que gobierna Víctor Mas Tah, no sólo por las mayores probabilidades de mantenerse en el gobierno, sino porque esta demarcación es la que tendrá un mayor crecimiento a futuro; cuenta con las reservas territoriales más grandes y aquí confluyen dos proyectos presidenciales emblemáticos: El Tren Maya y el anunciado aeropuerto de Tulum. Esta región, ha adelantado, el redactor adelantó que este será el nuevo Cancún en pocos años, muy por encima de Solidaridad y Puerto Morelos. 

Ahora bien, la candidatura de Marciano Dzul Caamal creció a grado tal que, por momentos, parecía hubiera ventaja con respecto al alcalde con licencia, precisamente porque el poder desgasta y la administración de Víctor Mas no ha sido ajena al escándalo: la operación del crimen organizado, la perniciosa presencia de personajes impresentables como Jamil Elías Hindi y Jorge “El Venezolano” Brizuela, sin duda pegaron duro en la imagen; pero también es cierto que personajes “oscuros” están presentes en las campañas del Partido Verde y Morena, como el ex gobernador Félix González Canto y, sobre todo, Jorge Emilio González Martínez. La peor ralea de la clase política nacional y local; lo cual puso a los contendientes, a una semana de concluir las campañas, prácticamente en empate y, se reitera, con los intereses externos, con más posibilidades de que la actual administración se amplíe tres años. Por cierto, algo ocurrió particularmente después  del debate, pues el retador se replegó de manera extraña, sin que logre remontar. 

No pierde de vista el escribiente que, siendo gobierno, Mas Tah debiera llevar ventaja en posicionamiento, pero si se sigue la lógica de los adversarios en Tulum, la contienda era una lucha prácticamente perdida, por ello se hace notar que, con todo, la campaña del buscador de la reelección creció hasta rebasar ligeramente. Por cierto, negativos altos tienen los alcaldes y alcaldesas Benito Juárez, Solidaridad, Cozumel, José María Morelos y Lázaro Cárdenas, en el caso de las candidatas de Morena, si algo las mantiene competitivas es precisamente la “marca”; en el caso de los alcaldes del cambio con probabilidades de triunfo es porque compiten sin adversarios que hayan logrado crecer mucho, pero el caso de Tulum es emblemático por el nivel de competencia y la dinámica que se tornó por momentos violenta. El escribiente recalca: si el retador no utiliza la experiencia de estar tantos años en el poder o no moviliza atinadamente las estructuras que dice tener; el triunfo será para Víctor Mas, con la mínima diferencia y el litigio respectivo de por medio, pero triunfo al final. 

La administración de Víctor Mas Tah tiene enormes carencias y pendientes, como los restantes diez en la entidad, unos se arroparán en el pretexto de la pandemia y otros tantos reconocerán lo que no se ha hecho, y tal vez esa sea justamente la lección, porque si el triunfo es tan cerrado no es precisamente porque haya un convencimiento amplio de dar una segunda oportunidad, eso es aplicable tanto a Tulum como a las demás demarcaciones en donde los alcaldes pretenden reelegirse –independientemente del partido en el poder-; por ello es que la nueva administración deberá liberarse de personajes indeseables, trabajar realmente por lograr un clima de paz y para que la recaudación llegue de manera efectiva a las arcas públicas y no pase por “oficinas alternas.” 

Será tiempo de mostrar que Mas Tah puede gobernar con su equipo, sin la influencia estatal de una administración del cambio que termina y que puede ser actor político por sí mismo. Pero primero llegar al 06 de junio, limpiar, ordenar y cumplir deberá ser la prioridad, porque liberarse del yugo estatal también implica que, a partir del 2022, habrá un gobierno no necesariamente del mismo partido, y eso implicará mayor responsabilidad y menos margen para el “error.” 

COMENTARIO MORBOSO 

La versión ha sido reiterada, los intereses de Félix González Canto, Joaquín Hendricks Díaz, Jorge Emilio González Martínez “El Niño Verde”; han quedado abiertamente expuestos en este proceso electoral, con tal desfachatez que, queda claro, que nunca se han ido del poder. Que lo mismo medran desde los cargos públicos, que manipulando autoridades y apoyando campañas ¿Cuándo aprenderemos los mexicanos y, particularmente los quintanarroenses, que un cambio de partido no “purifica” a esos oscuros personajes que se han especializado a arrancar recursos públicos para sus fortunas privadas? 

De Tulum a Benito Juárez, los ex gobernadores están en las campañas del Partido Verde y Morena. Jorge Emilio González, que ni siquiera vive en Quintana Roo, pero lo ha representado varias veces en el Legislativo federal, se apresta a convertirse en el gran cacique estatal, y hay quien asegura que, entre los acuerdos nacionales con la 4T, está cederle el gobierno para el 2022, mientras que el control de las tierras lo tendría –en caso de que ganen sus candidatos- a nivel de los municipios, desde antes de que concluya 2021. 

Félix González, Joaquín Hendricks y Jorge Emilio González, lo mismo se hacen de tierras que impulsan proyectos inmobiliarios desde Bacalar hasta Isla Mujeres. ¿Y todavía no tienen nada que decir los electores? ¿Siguen confundiendo a los verdes con los morenos? En la “ceguera” llevarán la penitencia… o reaccionan a tiempo, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima. 

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