Julian Santiesteban

A tiro de piedra: Tren sin vías, tren inviable

Como los trenes, las buenas ideas llegan con retraso
 Giovannino Guareschi

Por Julian Santiesteban

El Tren Maya iniciará su construcción en cinco de los siete tramos contemplados, los dos que faltan, son los que mayor expectativa habían generado en ese proyecto emblemático del presidente Andrés Manuel López Obrador para traer el desarrollo a zonas deprimidas económicamente; sin embargo, justamente en donde más se necesita es a donde no llegará, el centro sur de Quintana Roo.

No ha llegado la Secretaría de Turismo (Sectur) a Chetumal y la zona libre, en los términos ofrecidos por el gobierno federal, las cámaras empresariales la han  rechazado, y ahora el mandatario federal anunció en la semana que los tramos Tulum-Chetumal y Chetumal-Escárcega deberán esperar a una segunda etapa.

Ahora bien, es importante destacar que los dos tramos señalados son también los que mayor resistencia han encontrado entre la sociedad, por un lado, grupos ambientalistas insisten en que se dañarán zonas sujetas a conservación y vestigios arqueológicos, además de los grupos ejidales que exigen indemnizaciones por obras federales realizadas por los últimos ¡nueve sexenios! Si; 54 años de retrasos en pagos de diferentes indemnizaciones. No es que no tengan razón, pero al Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) le espera una larga negociación, si es que en algún momento se logra avanzar.

Así, el gobierno federal ha optado por iniciar en los tramos en los que el derecho de vía ya está garantizado y que además ya hay infraestructura, aunque incipiente u obsoleta; pero resulta que el sur quintanarroense sigue esperando un proyecto que detone la economía de la región; siempre se ha destacado que, de los tramos en el estado, el único realmente rentable es el de Cancún a Tulum, proyecto que estuvo siempre contemplado para realizarse durante el gobierno local de Carlos Joaquín González, que luego se uniría al federal; por ello es que la viabilidad misma de los ahora contemplados para la segunda fase ha sido siempre cuestionada y su concreción dependerá, en términos llanos, de la voluntad presidencial.

En cuanto a los procesos de licitación, los primeros dos tramos serán los de Palenque- Escárcega y Escárcega-Calkiní para el 07 de febrero; el siguiente Calkiní-Izamal para el 21 de febrero; le sigue Izamal-Tulum para el 28 de febrero y luego Tulum- Cancún para el 06 de marzo; y las fechas de adjudicación serán el 17 de abril los dos primeros, 30 de abril el tercero y 04 de mayo los dos últimos, respectivamente. El presidente ha prometidos que no habrá “empresas favoritas” en las asignaciones de obra, veremos para entonces.

Por lo pronto, el presidente ha dicho en sus conferencias matutinas que los trabajos del Tren Mayua deberán comenzar este mismo año para que, al final de su administración, pueda estar operando, recuérdese que son mil 525 kilómetros de vías y se atravesarán cinco estados: Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo; pero en la región sur de este último estado parece cada vez más lejano el tren; esas vías menos viables y, en suma, poco probables, a ver si llega la segunda etapa.

COMENTARIO MORBOSO

No sabe el lector si estamos mejor en términos de seguridad, si lo estaremos y si hay alguien que pueda hacer mejor trabajo que el actual titular de Seguridad Pública en Quintana Roo, Alberto Capella Ibarra. Lo que sí sabe, es que, evidentemente, no estamos bien. Y tampoco a nivel nacional, en estricto equilibrio. Problema de muchos…

Sabe también que, en el primer trimestre de 2020 se llegará a los seis meses solicitados por el titular de Seguridad para brindar resultados concretos y tangibles en la materia. Las estadísticas locales se difunden como que los ha habido y, en contraparte, las mediciones relativas a la percepción ciudadana no son mejores a las que, con Capella o sin él, ha habido en la entidad. Por cierto, la constante actividad en redes sociales por parte del secretario, evidentemente no incide en mejorar dicha percepción, por el contrario, sólo se acentúa el rechazo hacia la figura y la institución. Más, si el funcionario les dice a sus detractores desde Twitter que “no tienen madre”… y tal vez no la tengan, aunque tampoco la tienen los resultados. Dicen que los malos resultados “son huérfanos”, ¿o no?

Sin responsabilizar a nadie, o responsabilizando a todos, los cambios o permanencia de los funcionarios de Seguridad parecen estar en un punto de indefinición; como la seguridad es el tema nacional, puede inferirse que los esfuerzos deben seguir siendo conjuntos entre la federación y las entidades, pero si se parte de que en el país la situación es similar, ¿alcanzará con la mera sustitución de “cabezas” para lograr resultados tangibles? ¿A qué resultados debiéramos aspirar, a aquellos en los que las ejecuciones no sean tema de todos los días? ¿El gobierno federal lo ha logrado?

Si las respuestas son un rotundo no ¿entonces a quién encomendaremos los quintanarroenses la seguridad? ¿Soluciona el “golpeteo mediático” la situación? ¿Se soluciona o se mejora si callamos? ¿Qué hacer, hasta cuándo y por dónde iniciar? Sin duda, se debe iniciar por la propia casa y con educación. Si hacemos eso, y sólo si también eso hacemos, tal vez lleguemos a la situación que anhelamos. Pero eso sí, los resultados institucionales, también los seguimos esperando; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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